capítulo 2.

130 14 1
                                    

Pasaron las horas en el salón de clase, ya había vuelto a concentrarme, aunque comenzaba a sentir que me iba a desmayar del sueño, también tenía algo de hambre, bueno, yo siempre tengo hambre. Seguí prestando atención a la clase cuando me percaté de que Edward me estaba mirando disimuladamente, pero no lo suficiente, porqué lo noté, en cuanto hicimos contacto visual se sonrojó y miró hacia delante, me apreció algo tierno, su piel está tan banca... Que claramente se notaba lo sonrojado que estaba.

- Lleva un rato viéndote vicky - me dijo Lucia al oído.

- ¿Qué cosa?

- Pues estabas tan concentrada o quizá dormida que no te diste cuenta.

- A lo mejor se dió cuenta de mi cara de panda al entrar y se estaba riendo.

- No lo creo querida, te veía de una manera... Algo rara si te digo, jaja.

Eso fue raro - pensé - en seguida sonó el timbre para salir al descanso, ¡Por fin! Moría de sueño y hambre.
Salimos y Lucía fue a la tienda por algo de comida mientras yo buscaba un lugar para descansar, fui a mi lugar favorito secreto, era un pequeño espacio entre un gran y viejo árbol y el jardín principal, pero nadie notó antes ese lugar, era perfecto para descansar y en este caso dormir, tenía media hora para hacerlo, pero en mi estado hasta 10 minutos de sueño me ayudarían. Me senté y llego Lucia con empanadas y gaseosa, comí una de las empanadas y la mitad de mi gaseosa y me quedé dormida en el hombro de mi amiga.

Me despertó y volvimos a clases, estuve las últimas dos horas muy pensativa, Edward comenzaba a intrigarme seriamente. Al fin terminaron las clases y ya hora de irnos, me regresaría a pie a casa junto a Lucia, pero ese día su padre la recogió en el auto por asuntos urgentes y me dejó sola. Comencé a caminar, me puse los audífonos e iba escuchando like a Stone de Audioslave, un exelente tema, cuando voltee para pasar la calle tropecé torpemente con alguien, alcé la mirada y ahí estaba, Edward.

- ¿Estás bien? - Se rió.

- Si, por supuesto, disculpa estoy muy distraída, no he dormido nada.

- Debes tener más cuidado- sonrió. - ¿Puedo saber cuál es tu nombre? Te ví esta mañana cuando entré al salón.

- Me llamo Vicky.

- ¿Vicky?

- Quiero decir, me llamo Victoria pero todos me dicen Vicky.

- Espero que tengas un buen día Vicky.

Hizo una seña con la mano para despedirse y cruzó. Seguí, con mi camino, pero pasé por el lado de un auto estacionado y me miré en el espejo, ¡Estaba más roja que un tómate! ¡Que vergüenza!.
Llegué a casa a la 1 de la tarde y tiré mis cosas a el pequeño sillón azul de mi habitación y me lancé a la cama con los audífonos aún puestos y me quedé dormida. Desperté a las 8 de la noche, mi papá ya estaba en casa haciendo la cena para mis hermanos.

- Hola Vicky, ¿Como te fue hoy?

- Tengo hambre.

- Oh si claro también me alegra verte Vicky.

- Disculpa pa, es que enserio tengo mucha hambre, hoy no almorcé.

- Llegué a las 3 de la tarde con tus hermanos e hice almuerzo, pero no quería despertarte, se que estabas muy cansada.

- Bien, ¿Y que hay de cena?

- ¡Hice hamburguesas caseras como te gustan mi niña!

- Fabuloso, eres el mejor padre, te quiero mucho.

Enamorada de ti y los demás (Transtorno de personalidad múltiple) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora