Capítulo 9.

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Los dos pequeños bajaron aún medio dormidos, en cuanto vieron a sus tíos fueron corriendo a saludarlos, resulta que les habían traído un par de regalos, a Lili le trajeron un pequeño oso de peluche y chocolates, a Carlos le habían traído un dinosaurio de peluche y también chocolates.
Se sentaron a destinar y mientras tanto yo hacia sus maletas, dos por cada niño, guardé ropa, su cepillo de dientes, un par de juguetes, y demás cosas.

Bajé con un pequeño bolso especial, este contenía algunos medicamentos de Carlos, el pequeño sufría de una leve esquizofrenia, pero si no era tratada podría empeorar, escribí las instrucciones de cómo dárselas, cuando, a que horas y todo eso en una hoja que también guardé en el bolso. Fuí con Margarita y le expliqué todo lo que debía hacer, si le daba algún especie de crisis Lili sabía qué hacer, y si no logra antes controlarlo, debían traerlo conmigo.

Cuándo ellos terminaron de desayunar les explicamos que vivirían con sus tíos unos días y que yo iría a visitarlos, los preparé para salir, se bañaron y les dije que ponerse, también peiné a Lili con dos coletas y a Carlos, me aseguré de estuviera presentable.

- Te vamos a extrañar Vicky- dijeron al mismo tiempo mientras me abrazaban.

- También yo niños,- les di un beso en la frente- los llamaré todos los días.

- Adiós Vicky...

- Ni hagan enojar a sus tíos, los quiero mucho.

Se subieron al auto, mientras tanto mi tío Enrique bajaba las maletas.

-¿Estarás bien?- dijo Margarita.

- Si... Eso creo.

- Si necesitas algo nos llamas niña.

- Eso haré.

Se subieron al auto y los viajes irse, no quería entrar en la casa, tenía miedo de entrar, ver la casa tan vacía sin la alegría de mis pequeños y ponerme a llorar de nuevo.
Me voltee para entrar tomando aire cuando siento a alguien detrás de mí.

-¡Boo!

Se que es ridículo pero si me asusté cuando Edward gritó así.

- Casi me matas de un susto tonto.

- Discúlpame- dijo entre risas.

-¿Que haces aquí?

- Venía a verte, ¿Quienes eran esas personas que se fueron en el auto?

- Eran mis tíos... Vinieron para llevarse a mis hermanos.

-¿Entonces te quedaste sola? ¿Porqué se los llevaron?

- Pues... Ellos sabían que no iba a poder cuidarlos.

- No te desanimes, ellos va a estar bien bonita.

-¿Me dijiste bonita?

- Ehhh no jajajaja.

- Creo que nos veremos luego, tengo que entrar a desayunar.

-¡Ven! Yo te invito a desayunar.

- ¿De nuevo? Lo siento, pero no puedo aceptarlo.

- Entonces déjame pasar, te preparo el desayuno.

-¡Claro que no! Ya preparé mi desayuno.

- Hmmmm, ¿estás segura de que quieres estar sola?

La verdad no quería estarlo, temía que en cualquier momento terminé deprimida y nadie esté ahí para mí.

- Está bien, pasa.

Entró, yo fui a la cocina y servicios mi desayuno.

-¿Ya desayunaste? ¿Quieres comer algo?

- Si, ya comí, te agradecería algo de tomar.

Le serví un poco de refresco que había en la nevera. Y me fui a poner música, la verdad casi nunca veo tele o películas, creí que prefiero escuchar música, así que lo hago todo el tiempo. Conecté el equipo y puse la música, comenzó a sonar La parte de adelante de Andrés Calamaro.

-¡Amo esa canción!- dijo el muy emocionado.

-¡Genial! Es una de mis favoritas.

Comí y Edward se veía muy feliz con la canción, trataba de cantarla, pero cuando yo lo miraba hacerlo solo se reía y volteaba. Pude apreciar lo bonito que podía ajustar su voz para cantar, era asombroso. En cuánto terminé de comer, el recogió los platos y los lavó inmediatamente sin dejarme siquiera internar hacerlo yo por mi cuenta.
Luego empezó a sonar stand by me, yo amo esa canción, me relajó mucho, de repente escucho cómo esté chico comienza a cantarla con su voz tan dulce... Pero al mismo tiempo grave y atractiva. Mientras esté chico estuviera acompañándome, estos pensamientos no se detenían y... Me ponía algo nerviosa.

-¿Que vas a hacer hoy Vicky?

- No sé... no quiero salir de mi casa hoy, necesito tranquilizarme un poco, además debo organizar mi rutina de ahora en adelante, llamar a mis hermanos, ¡agh! Es verdad, casi lo olvidaba, terminar los trabajos del colegio.

- Puedo acompañarte, si quieres te ayudo con los trabajos, además haré que hoy sea un buen día para ti.

-¿Como planeas hacer eso? Hasta el momento siento como el mundo se me viene encima. Creo que todo lo que me pasa es demasiado para una simple chica.

- Ese es el punto Victoria, no eres una simple chica, la vida le pone los peores obstáculos a las personas más fuertes, a las personas más hábiles.

-¿Cómo estás tan seguro de eso?

- En el poco tiempo que llevo de conocerte, me dí cuenta de que eres grandiosa, digna de admirar diría.

- Me parece que estás exagerando- le dije mientras sentí como mis mejillas comenzaban a sonrojarse.

- No lo creo, no exagero si se trata de alguien como tú.

No pude decir nada más, ¿este chico me estaba coqueteando? ¿O solo era una muy buena persona conmigo?. Era muy extraño, pero aún asi, cada minuto que pasaba con el era agradable, a excepción de lo del hospital.

- ¿Tienes horas?- le pregunté.

- Son como las 11 AM.

- Bien... No sé por dónde empezar de todo lo que tengo que hacer.

- Que tal si empiezas por ir a darte un relajante Baño de agua caliente y ponerte ropa cómoda, veo que aún tienes puesta la misma ropa de ayer.

- Oh... Lo había olvidado, es cierto, es que me quedé dormida y no me acordé.

- No te preocupes, yo iré a comprar algunas cosas mientras tanto.

- Está bien... Gracias...

Cuando el salió, subí rápido al baño de mi habitación, preparé ropa, unos shorts de tela no muy ajustados y un busito amarillo que me queda un poco grande será mi outfit de hoy jajaja.
El agua caliente causa sobre mi piel delicadamente... La música sonaba a la perfección, era un pequeño momento de paz, y solo podía pensar en eso, debo disfrutar este pequeño momento, mi vida cambiaría drásticamente a partir de hoy, así que no se cuándo vuelva a tener un momento tan tranquilo.
Tardé unos 20 minutos en la ducha, hasta que recordé que no podía quedarme a vivir allí, salí y me puse la ropa, estaba revisando mi teléfono y Edward tocó la puerta, fuí a abrirle y venía cargado con varias bolsas.

Enamorada de ti y los demás (Transtorno de personalidad múltiple) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora