Capitulo 25

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Mary se estiró en el sofá donde había estado echando una siesta y volvió a mirar el móvil. Aún sin mensajes ni llamadas de Gio. Esa mañana se había rendido y había probado a llamarle aunque Axel le pidió que no lo hiciera, pero no dio ni un tono antes de que la llamada finalizase. 

Suspiró y se levantó en busca de Sky. Últimamente pasaba mucho tiempo con los Layas, manteniéndoles centrados y controlados para que no saltasen sobre Doc y Carlo en busca de respuestas. 

Seguían sin respuestas por parte del gobierno, solo se comunicaron con ellos para exigir que nadie saliese del Fuerte y para volver a insistir en que les dejásemos llevarse a uno de los Layas para saber más de ellos. Carlo les respondió que ninguno de nosotros saldría del del Fuerte por ahora pero que si querían conocer a los Layas estaban invitados a venir ellos mismos, pero no les gustó ni aceptaron la propuesta. 

Con cada día que pasaba la tensión crecía más. Ya habían empezado a hablar de ponerse duros y exigir una respuesta o ir directamente con la información y hacerla saltar por internet. Pero el apoyo del presidente era crucial, él podría ayudarles con la opinión pública y lo más importante, tenían el poder para detener las pruebas en la instalaciones Cohrnas y tenían un ejército para liberalos a todos. Si usaban cualquier otra vía podrían usar toda aquella fuerza para atraparles y encerrarles una vez más, podían pintarles como bestias frente a la población civil. Y podían hacer desaparecer a quien sea que les hubiese ayudado.

Los Layas estaban apiñados en la cocina, como de costumbre, podía sentir sus voces. Por el pasillo se encontró con Lucas, que nada más verla la alcanzó para darle un abrazo, darle un beso en la frente y seguir su camino. Había estado de lo más raro desde que le pidió que buscase entre los documentos de Doc. A lo mejor no había sido lo más acertado pero seguro que iría mejor que mandar a los Layas, que aunque podían leer y escribir medianamente bien no comprenderían la mitad de las cosas que debían haber ahí. Seguía preguntándose que demonios le pasaba. Las fotos que había sacado de los archivos se las había enseñado a Axel y le habían mandado una copia a Gio. Pero se negaron a decirle que era, a ella y a los Layas. Solo les dijeron que eran informes médicos de los Layas y su progreso a lo largo de los meses que habían pasado ahí. Según Gio era una jugada inteligente por si alguien intentaba colarse en su sistema que encontrasen poca cosa. 

 Entró a la cocina y se dirigió directamente hacia Sky, él no detuvo la conversación mientras ella se acercaba y con un suave movimiento la subía a su regazo. Ella se acomodó y miró a los Layas. Todos habían pasado malas noches, apenas dormían, decidiendo hacer turnos por las noches para mantener una estrecha vigilancia sobre el Fuerte.

No confiaban en los humanos y no podía culparles por ello, aunque por otra parte le molestaba ya que si no fuese por la mayoría de esos humanos no estarían allí ahora mismo. Sus hermanos les habían mantenido con vida, el equipo les había mantenido a salvo y ellos también habían sufrido para poder ayudarles. 


Carlo entró en la cocina, les miró a todos y les ordenó que fuesen a la oficina. Sky sintió la mirada de Mary sobre él. El tono que había usado era serio. Algo grave había pasado, ese el el mismo tono que usó cuando le pidió reunirse para habar sobre la reunión con la gente de poder, del gobierno. 

Una vez en la oficina se sentaron y esperaron a que todos llegaran. Carlo no hizo ningún comentario sobre haber estado todos los Layas reunidos en la cocina, no era algo raro de ver. Se tenían que mantener unidos y informados, y por el beneficio y estabilidad de todos se reunían varias veces al día para ver si había novedades. No es que estuviesen avanzando mucho por su cuenta. 

Gio les había advertido que no debían delatar al traidor ante todos antes de que él consiguiese sacar toda la información que pudiese de su teléfono, correos, llamadas, mensajes... Quería saber a que se estaban enfrentando antes de acusarle. Les había dicho a Mary que había conseguido cosas interesantes antes de desaparecer. Se detuvieron las llamadas de repente y sin ellas no sabían que hacer. Habían confiado demasiado en Gio para atenerse al plan y tuvo que dar un paso al frente y mantener a los Layas a raya. Debería haber seguido su primer instinto de acusarle y acabar con el traidor pero Mary también había querido esperar, por si podían conseguir información sobre quien les hubiese atacado y se llevaron a tres de los suyos.

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