Capitulo 12

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No. No. No y no. Mary no se lo acababa de creer.

- ¿Me habéis utilizado? - apartó su mano de la de Sky y se la llevó a la cabeza-. ¿Todo esto era planeado? ¿Pero qué clase de mierdosos y estúpidos hermanos sois?

Miró alrededor de la mesa, tanto sus hermanos como los otros miembros del equipo parecían avergonzados.

- ¿En qué demonios estabais pensando? ¿Qué cojones pretendíais? ¿Este fue vuestro plan? ¿Que me enrollara con uno de los Layas para ver si la cosa podía funcionar? ¿Utilizarme...? - miró a Sky, él miraba a sus hermanos con la furia escrita por toda la cara-. ¿Utilizarnos?

- ¡No! - Axel se levantó y apoyó ambas manos en la mesa - ¡Por supuesto que no! No esperábamos que esto sucediera... solo queríamos ver como tu reacción al conocerles... y con un poco de suerte que te decidieras a ayudarles también.

- ¡Me habéis utilizado como un puto conejillo de indias! - exclamó-. ¿Cómo fue? Oh, vamos a ver la reacción de Mary al encontrarse con estos tíos super grandes y que dan miedo en la casa de sus hermanos, con un poco de suerte solo le dará un ataque al corazón.

- Estábamos listos para intervenir - intervino Carlo-. Pero sabíamos que no les rechazarías. Ellos necesitan lo que tu les has dado Mary, aceptación. No todas las personas reaccionarán así, y queríamos que tuviesen esta experiencia con alguien que sabíamos que no les iba a juzgar o a ver como animales.

-Mary - siguió Guillem- eres tan cabezota y tan independiente que no estábamos seguros de que hubieses aceptado ayudarnos si te lo hubiésemos contado antes. No esperábamos que uno de ellos te reclamara y no es que esté encantado con la idea pero nos has dado esperanza. Eso eres lo que significas para todos notros, para layas y humanos. Eres la esperanza de que ellos pueden tener una oportunidad de formar parte de nuestro mundo, aún no sabemos cómo, pues nos queda mucho camino, pero tenemos una oportunidad. Tu nos estás demostrando que una unión entre layas y humanos puede funcionar, no es lo que teníamos previsto, pero ha pasado y hay que aceptarlo. Seguro que no todos pensarán así y metiéndote en esta situación te hemos puesto en peligro, pero los layas nos necesitan y haremos lo que sea necesario para ayudarles, para liberar al resto de ellos y ponerles en libertad. Les estás conociendo May, sabes que no son animales, no se merecen lo que han vivido. Ayúdanos. Perdónanos. Compréndenos.

La sala quedó en silencio. Mary miró alrededor, todos la observaban, esperando su respuesta, algunos de ellos con súplica en la mirada, otros con curiosidad, otros con pena. Pero no Sky, Sky no la miraba a ella, él seguía con la mirada puesta en los humanos. Parte de su furia se había disipado, sustituido por un extraño sentimiento de entumecimiento. El entumecimiento no disipaba el dolor, sin embargo.  Volvió a mirar a sus hermanos. Abrió la boca para decir algo, pero ningún sonido salió.

Un gruñido sonó a su lado, sabía que salía de Sky, pero no se asustó, no iba dirigido a ella, ese gruñido era por ella.


Sky no pudo retener más su rabia. Dejó que gruñido que llevaba rato reteniendo fluyera por su garganta. Quería dañar a alguien, a esos humanos, por causarle dolor a su compañera, podía olerlo. Ella se había quedado tan quieta, tan pálida... el sufría con ella. Su fuego se había debilitado, ya no tenía esa expresión obstinada con la que desafiaba al mundo. Y los culpables eran esos humanos. Apretó las manos en puños.

- Vosotros habéis herido a mi compañera con vuestros juegos humanos- les dijo con una voz mucho más grave de la que solía usar, no sonaba muy humano pero que se jodieran.

- Sky- le advirtió Rice-. Cálmate.

- Vosotros -continuó- deberíais protegerla, es familia, siempre decía que la familia debe protegerse entre sí. ¿Qué clase de familia usa de manera tan cruel a uno de los suyos? ¿Y vosotros decís que sois mejores que los médicos que nos torturaban? Sé que nos queréis ayudar, pero no así. Nos habéis manipulado a todos nosotros, nos habéis convertido en parte de un experimento más. Queremos honestidad, no nos gustan las mentiras, medias verdades o engaños, aunque sean para protegernos. No somos niños, no somos ingenuos, ni estúpidos, no nos tratéis como tales, somos Layas.

LAYA SkyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora