Renacer

Capítulo 25

Después de muchos intentos Germán había cumplido su promesa, desaparecer de nuestras vidas, por un tiempo.
Yo que había decidido sacar aquella bolsa que un día oculté donde yacían todos sus imbéciles recuerdos físicos, solamente para recordar la mentira que había sido su amor y echarlo a la basura eternamente.
Revisando recordé que hacían falta dos elementos muy importantes, sus dos sortijas, aquellas que habían sido tan importantes para Luis Ángel Solórzano, abuelo de Germán, se me hacía una falta de respeto echarles a la basura y deshonrar su deseo de que pertenecieran a el amor de la vida de su nieto. Estaba segura de que si algún día en estos tiempos, Don Luis Ángel le viera, estaría decepcionado de la forma en la que su Nieto ha tomado la vida, unos valores que para nada se parecen a los que le inculcaba a aquel niño malcriado de diez años cuando jugaba en bicicleta.
Fueron las únicas dos cosas que guardé en lo más profundo de un baúl de recuerdos.
Apagué las luces y después de dar las buenas noches a Alejandro, me fui a la cama.
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Salí de la clase de Artes Plásticas de camino a buscar la Sala de profesores para buscar al encargado de la directriz de la banda para el día de la independencia.
Justo ahí me topé con Antonio Mendoza, el profesor de educación músical, que salía de la Sala muy amargado. En el preciso momento que me captó frente a él me sonrió.
—Aurora— Dijo con un claro suspiro.
—¡Profe! — aproveché para preguntar—¿Sabe quién se encarga de dirigir la banda? Es una pregunta importante.
—Frank, como los últimos dos años, yo le acompaño pero no decido.
—¿Sabe dónde se encuentra?
—Hoy no es día de labor para él
—Cielos!
—¿Volverás como bastonera?
—¡Sí!— sonreí.
—Te espera tu uniforme, cuando quieras volvemos juntos a la bodega a buscarlo.
—Si quiere recordar los viejos tiempos, quizás.

Antonio Mendoza llegó al colegio cuando yo cursaba el octavo grado, sustituyó a Lilian, una de las mejores profesoras de música que habían para entonces.
Al principio le ví feo e ingenuo, reflejaba no saber nada y tenía cara de pobre idiota.
Me acerqué a él con base a la clase, siempre era así, hasta que lo comencé a ver distinto y guapo.
Las cosas comenzaban a complicarse a medida que el tiempo pasaba, pues se empezaban a escuchar rumores en el grupo de bastoneras del dos mil diecisiete sobre que el profesor de música estaba enamorado de mi.
Eso había sido comprobado un par de veces, entre ellas cuando le parecía triste que yo me pusiera mal por sus regaños o los puntos que le había quitado a Germán de su nota por ser mi novio, mientras que los míos habían sido alterados misteriosamente.
En un día de soledad propia, Antonio se me acercó a decirme que no le gustaría escuchar y que el director escuchara sobre lo que sentía por mi, era nuestro secreto, pero eso había terminado cuando yo no le dejé a Germán por él.

—¿Encontraste al encargado? — Preguntó Alejandro.
—No, es Frank pero hoy no es su día de trabajo ¡Es una mierda!
—Paciencia mi amor.
—Mis padres han pedido que vayas a mi casa para que hables con ellos.
—De acuerdo, pero primero quiero que esta noche salgas conmigo para ver el estreno del rey León.
—¿Hoy?
—Sí
Asentí con la cabeza y un beso, yendo a la próxima clase.
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Me vestí con un jeans azul desgastado, una blusa negra de tirantes, botines negros y una cazadora beige, como el atuendo que había usado hacía algún tiempo.
Tomé el perfume y le exprimí por todo mi cuerpo y cabello, justo al momento que Alejandro tocó a mi puerta
—¡Te ves maravillosa, mi lady!
—Toda tuya— sonreí tomando su brazo.
Elegimos Multiplaza Escazú para ver la película, estaba a reventar de niños y nosotros nos incluimos en el alma.
Dentro del mismo le dimos a cantar todas las canciones de la película sin parar, había que revivir la infancia de alguna forma, pero todo era maravilloso y exacto, me parecía algo perfecto.
Cuando la noche terminó, nos besamos bajo la luz de la Luna, bastante felices.
Era fascinante sentir tanto en tan poco tiempo, nunca me imaginé así, de hecho criticaba eso a otras parejas sin imaginarme en esa posición con alguien tan maravilloso, aun no comprendía como le fui a encontrar en medio de tanta mierda. Yo estaba segura y lo estoy de que es el amor de mi vida.
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—Entonces— habló papá—¿Que intenciones tienes con mi hija?

NARRACIÓN DE ALEJANDRO......

NO LLOREN, SEE YOU THE NEXT CHAPTER.
RECUERDEN LEER "&LEGAL" DE FLAVIA Flavia_0202 TE AMO NENA.
Muy pronto dos historias serán contadas como una.... ¿Cierto sweetheart?