*Pica el instrumental y pasala bien.
Había planchado muy bien mi cabello y le había dejado suelto, luego pasé a maquillarme de una forma no tan excesiva y me miré al espejo, llevaba unos jeans talla alta y una blusa negra de tirantes, junto a unos botines negros, estaba lista.
Me monté la cazadora beige encima y me fui a despedir de mi madre a quien le había dicho que estaría en casa de Luna, aunque se estaría con ella pero no precisamente en su casa.
—¡Luna! Abreme estúpida, estoy aquí. — toqué el portón negro de su casa.
—Aguanta— Salió con su cabello hecho un remolino.
—¿Que carajo le ha pasado a tu cabello, Lu?
—Te está esperando para que me lo arregles y poder irnos, date prisa que vamos una puta hora tarde, Mimí.
—¡Vamos!
Entramos a pasos grandes y la senté frente a su largo espejo mientras tomaba las tenazas de cabello y le hacía rizos por todo él, para después sujetarle una media coleta y maquillarla.
Luna había escogido un outfit espantoso, una puti-blusa lila, jeans y tennis.
—Así no salgo contigo ni a la tienda, ¡eh! — la miré.
—¿De paso me veo mal?
—Mira, la blusa no combina nada con el cabello y los jeans, el maquillaje mucho menos. — me fui a su closet— pero esta gris, se te ha de ver como una puta genia.
Esperé cinco minutos en la cama, escribiéndole a León que pronto estaría en su casa, mientras que mis mensajes no llegaban a su móvil.
—¿Ahora? — dio un par de vueltas.
—Tan preciosa, como la Virgen María, ahora ¡VAMONOS!.
Aseguramos el candado y nos fuimos caminando hasta la casa de León.
Su madre, la señora Yazmín, era nada más y nada menos que mi ex-profesora en la escuela, la que más temor me hacía sentir.
—¿Aurora? — me miró.
—Profesora.
—¡Adelante! — Me sonrió con ternura.
—Muchas gracias.
Luna saludó con normalidad, mientras yo esperaba a poder sentarme, escuché la voz de León en la cocina y así de pronto reaccioné
—¡Mamá! — gritó— ¿Y la pimienta?
—En el mueble gris, León.
Él salió como bomba frustrado por no encontrar la pimienta, se detuvo en la puerta con su sonrisa que me hacía latir el corazón a mil por hora, era lo más hermoso que había sentido jamás.
—¡Aurora! — se acercó a mi— Estoy haciendo canelones para ti.
—¡Son mis preferidos! — sonreí también al mismo tiempo que lo abrazaba.
—Eres un récord, Aurora— rió la profesora— León nunca toca la cocina si no es para él mismo.
—¿De verdad? — la miré sonrojada.
—Sí, nunca he cocinado para nadie aquí, ni en el exterior — Volteó su cuerpo— Debo seguir.
En tanto terminaba la etapa de cocina, me senté a charlar con Luna, su tía y su abuela, también a jugar con el perro gigante que tenían.
—¡El almuerzo ha sido servido, damas! — se asomó por la puerta de la cocina.
—¡Muero por probar eso! — sonreí encantada.
Junto a él, me senté a probar su exquisito platillo y era algo tan exitoso que puedo decir, nunca haber probado algo tan delicioso en mi corta vida.
—¿Te gusta?
—Esto sabe muy bien— Piqué otro bocado._______
El almuerzo terminó y León se ofreció a lavar los platos, pero había otra sorpresa más.
Había preparado una tarde películas y palomitas en su habitación, aunque el almuerzo nos había dejado a tope y las palomitas debían esperar.
—Adelante chicas, piensen en una película. — me guiñó el ojo.
—¡Netflix! — se emocionó Lu.
—¿Cuál veremos?
—Ésta— sonrió y dio clickHabíamos empezado a reproducir the princess Switch, era la primera vez que yo la vería.
En la cama de León, Luna estaba en el medio, yo a su izquierda y León a la derecha, así vimos la película.
De vez en cuando se nos atrevasaban miradas inevitables y era fantástico me parecía muy romántico.
—¡Iré hacer las palomitas! — comentó Lu.
Me había puesto nerviosa, iba a estar sola con León, en su habitación.
—¿Te gusta la película? — se acercó a mi.
—Es muy hermosa, estoy enamorada de Vanessa Hudgens.
—¿Cómo yo de ti? — tomó mis mejillas.
—¡Sí! — me quedé sin habla.
Iba acercándose más a mi, su sonrisa me estaba matando.
—¡LEÓN, VEN! — gritó Lu desde la cocina.
—¡Voy! — contestó él, apartándose de mi y bajando de la cama.
Me sentí estúpida e ilusa, pero no quería quedarme ahí sola, así que fui tras ellos.
Estaban teniendo problemas con el microondas y pues yo me dedicaba a verles. Él se puso detrás de mi sentado en una silla en lo que yo veía las palomitas hacerse.
—¿Que vemos después? — preguntó él.
—Bird box— comentó Luna detrás.
—Que elija Aurora.
—Mala idea— sonreí— elegiría Crepúsculo.
—Yo la vería por ti.
—Mejor Bird box— dije otra vez.Las palomitas finalmente estaban y volvimos a la cama, está vez yo al lado de León y en medio de él y Luna.
El celular de ella comenzó a vibrar y era una llamada de su madre que le pedía volver a casa..
—¿Cómo? ¿te vas? — me miró él.
—Tengo que, vine con Lu y con ella me debo ir. — bajé la cabeza— pero volveré.
—Te extrañaré.Nos fuimos, entonces llegando a casa, Lindsay nos propuso ir al parque del Salón donde habían oficiado mi fiesta de quince años.
En el lugar, recibí un llamada de León.
—Yo quería darte un beso, no dudes que estoy enamorado de ti, chiquita.
—Yo también quería...
—Próximamente— cortó la llamadaLuna me miró, sonrió y comenzó hablar.
—Te brillan los ojos cuando hablas de él, con él y cuando lo piensas.
Solamente sonreí y miré como las avionetas iban y venían, desde ese parque todo podía verse todo era posible, hasta los mejores sueños con el amor de mi vida.Recuerden leer "&legal" De Flavia_0202
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Renacer
Genç Kurgu|Basada en hechos reales| Una dulce joven enamorada de la idea del amor, pero también destruída por el mismo. Trataba de descubrir un camino para soltar eso que le hacía mal, aferrada a la vida, aferrada a la destrucción. Alguien aparece en su vid...