—¡German! — su mirada se clavó en mi.
—¡Aurora! — se acercó, pero di dos pasos atrás.
—¿Que haces aquí? — Mi voz de estaba quebrando.
Sentí como si de la nada mi mundo se volviera a descomponer y los pedazos pegados se volvieran a romper, aún así me mantuve firme.
—He vuelto por ti— Frunció el ceño y volvió hablar — He oído que no estabas bien.
Eché una risa sarcástica, por que no entendía nada.
—¿Y qué querías? No iba a irme a buscar consuelo en brazos de nadie ¿o si? — El llanto iba ganando la batalla— Dime, ¿que haces aquí? Se supone que me odias.
—Aurora dejame explicarte— elevó sus manos para mostrarme paz.
—¿Explicar que? Todo ha sido bastante claro, carajo. — alteré la voz. — Me has engañado, ¿y sabes algo? Podías haberte cogido a una que fuera verdaderamente linda ¿pero esa? Ha sido más usada que las putas de la avenida. — logró que me enfadara.
—Kristal no es mi amante. — Gritó.
—¿Ah no? Entonces me vas a decir que ella abusó de ti...
—Todo lo que dije, lo hice por que necesitaba tu odio. — bajó la mirada— He tenido problemas muy grandes, pero nunca he dejado de amarte, todo eso fue mentira, ¡debes creerme!
Consiguió que me quedara en profundo silencio, yo no quería creer en todo lo que decía, me estaba matando la incertidumbre por saber si era real.
Kristal había hablado conmigo y me ha hecho creer que él y ella tienen un a relación.
—¡No te creo!
—Y lo entiendo, estoy aquí no para que regreses a mi, si no, para que sepas muy bien que fue lo que pasó.
—Tenemos que irnos de aquí, Germán.
—¿A dónde te apetece ir?
—A un café. — me fui por delante.Más tarde, con un par de tazas de café, eso que tanto me mataba comenzaba a destaparse.
—La he cagado, te he perdido o no lo sé, pero date cuenta, no jodiste mi vida— me tomó las manos— Me has dado la felicidad y el amor más puro, Aurora.
—Ya no te amo. — le miré a los ojos.
—¡No! Conozco tu mirada— decía la verdad— Tus ojos no brillarían como si estuvieran al sol si fuera cierto. — acarició mi mejilla. — me sigues amando igual o más.
—¡Te has equivocado conmigo! Y me importa un carajo todo lo que me dices, Germán.
—Te toco y siento como te vibra el pecho.
—¡Callate, maldita sea! — me levanté— No se si lo sabes pero... Estoy en una relación con León Cháves.
—¡¿Que?! — su rostro parecía el de un fantasma.
—Lo que has oído, por favor no vuelvas a buscarme.— salí del sitio.Corrí a casa con todas mis fuerzas y tumbé la puerta dejando resbalar por ella, estaba asustada, sorprendida y con mil heridas que habían salido flote, no podía pensar con claridad por qué realmente había pasado mucho tiempo y mis sentimientos por Germán habían cambiado, yo no tenía una puta idea de que hacer.
Le llame a Luna para contarselo todo a ella, era mi mejor amiga después de todo.
—¡Le he visto! — Lloraba a mares
—¿Qué se han dicho?
—Que necesitaba mi odio, que nada de lo que dijo era real.
—¡Ha enloquecido!—habló entre dientes— mira, sabes que te amo, pero por favor no lastimes a León.
—¡No tengo una mierda de idea sobre que hacer!
—¡Cuéntale!Colgué la llamada y puse mi móvil en modo avión, no quería hablar con nadie en ese momento.
Mamá abrió la puerta y me hizo señas con su cabeza hacia afuera.
Al salir me topé con grata sorpresa de que era Germán quien estaba afuera.
—Te he dicho que no me buscaras.
Su reacción me hizo quedarme quieta y que mi corazón latiese rápido.
Me pegó a su cuerpo donde apenas sentía su respiración.
—Siente tu corazón, dime como está— susurró frente con frente y siguió— Sientes lo mismo por mi, mi amor. ¡no podemos dejarlo así!
—Por favor, déjame
—No, hasta que admitas que me amas. — me hizo mirarle.
—¿Qué buscas? — mis lágrimas participaron.
—Lucharé por ti. — Sacó su teléfono e hizo una llamada — ¿Kristal?— respiró— ¡Sí!, no... Quería decirte que he decidido regresar a los brazos de Aurora, lo siento... No pero, la amo. — dio la vuelta— ¡Entiendelo!, allá tú, ¡Adiós!
—¿Qué has hecho? — levanté la voz.
—Acabar con tu maldito tormento, he preferido apostarlo todo por ti y dejar el puto pasado a un lado ¡por amor! — su respiración era agitada, como la mía— Si me amas—sacó mi móvil de mi bolsillo— Marcale a León y dile que he vuelto.
—¡No lo haré! León significa más para mi de lo que crees.
—¿No me amas entonces?
—Te he dicho que no.
Con impulso, Germán me acercó a él y me plantó un beso que me envió a cometer la peor estupidez del mundo.
—¿Y? ¡Marcale!
Tomé mi celular y le marqué a León, pero no para decirle lo que Germán me pedía, si no para hacerle saber que estaba de regreso y yo no sabía que hacer.
—¿León?
—A tus órdenes princesa.
—No puedo seguir con esto.
—¿De que hablas?
—Es él, Germán ha vuelto y...
—¡No lo puedo creer! — me interrumpió— Me dejas a mi por alguien que se cagó en tu vida... Creí que eras diferente Aurora, pero eres como todas...
La llamada llegó a su fin, Germán sonrió y yo me sentí una mierda mientras le obligué a irse de mi casa.
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Renacer
Genç Kurgu|Basada en hechos reales| Una dulce joven enamorada de la idea del amor, pero también destruída por el mismo. Trataba de descubrir un camino para soltar eso que le hacía mal, aferrada a la vida, aferrada a la destrucción. Alguien aparece en su vid...