♡【Prostibulo】♡ ||KookV/ VKook||

°•Capítulo 14•°

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Los días transcurrieron con normalidad, excepto el martes. Jeon había llegando a su casa después de una larga jordana de trabajo, sabía que su mujer aún no llegaba así que decidí tomarse una ducha tranquilo.

Después de una horas se escuchó la puerta principal cerrar y Jeon salir de la cocina con una vaso con agua.

—Cariño, ¿Que paso?, ¿Por qué llegaste tan tarde?— Pregunto el castaño mirando a su mujer, a lo que la pelinegra soltó un suspiro y negó con su cabeza.

—Mucho tráfico.— Murmuró como si estuviera pensando cada palabra que decía.

—¿Todo bien?— Insistió el castaño y fue mala idea, la bomba estalló.

—No, Jeon, nada está bien, no entiendo cómo tienes el cinismo de preguntar.— Tal parecía que la pelinegra estaba demasiado irritada y para Jeon fue todo una sorpresa de todo lo que estaba diciendo.

—¿Perdón?— La miro notoriamente confundido, estaba por decir algo, pero la chica volvió hablar.

—No, no te perdono, de seguro piensas con la cabeza del pene al meter a alguien más a nuestra casa y a  nuestra cama.— Y ahí es donde estaba el problema.

¿Cómo se enteraría?, Ni el mismo lograba entender lo.— ¿De que hablas?— Pregunto haciéndose tonto para lograr encontrar una explicación para darle a su querida esposa.

—¿Así que no sabes?— Sonrió falsamente.— Déjame explicarte bien.— Soltó un suspiro y comenzó a caminar.— Jennie, mi mejor amiga me lo dijo, me dijo que tú te había llevado a un chico del lugar donde trabaja ella, más te vale que no mientas.— Lo amenazó apuntando con el dedo.

Ya no había escapatoria, al menos ya tendría una pequeña oportunidad con aquel chiquillo de cabellos azules que lo tenía con la cabeza al revés.

—¿Quieres la verdad?, Pues te daré mi versión.— Ya con enfado se digno en hablar por fin. Lisa simplemente lo miro atento, pues esperaba más mentiras de lo normal.

—Lo acepto, lo metí aquí, estaba por tener relaciones con él.— Hablo de una vez por todas.— Yo mismo fui a ese lugar porque siempre que pasaba por ahí estaba lleno, quería saber que era lo que atraía a tanta gente a un lugar da mala muerte. No creí que me fue a encontrar con uno de mis alumnos...— Mala idea decir aquello.

—Espera... ¿Alumno?, ¡¿Te atreviste a cambiarme por un alumno, por alguien menor que yo?!— Grito con la sangre hirviendo al escuchar aquello.

—Lisa...— La chica no lo dejo continuar y volvió alzar la voz.

—¡Nada, Jeon, quiero el maldito divorcio, no voy a permitir que me humilles así!— La situación estaba peor, o eso parecía, pues Lisa escondía un grandísimo secreto que claro sabía disimular a la perfección.

—¿Sabes qué?— Murmuré la chica mirando a Jeon con enojo.— Te quiero fuera de aquí, no quiero que vuelvas a  poner ni un pie en este casa, donde te vea te voy a poner una orden de alejamiento.— Sin más la chica subió a la habitación dejando a Jeon solo en la entrada de la cocina con la palabra en la boca.

Agarro su cabello frustrado y tomo la llaves de su auto saliendo de la casa dando un puertazo.

En la habitación Lisa miraba con una delga sonrisa como se iba Jeon. Saco su celular y marco a un número.— Amor, por fin tengo la casa sola.— Sonrió y después de unos minutos colgó.