CHARLIE
Hoy he decidido venir en autobús, lo cual ha sido una idea pésima. El caos era total; los chicos llevaban en sus brazos miles de flores, que han provocado miles de estornudos a todos los alérgicos hasta llegar a la escuela. La verdad, hubiera preferido pasar el ligero frío de afuera, caminar unas cuadras y cansarme mucho, pero no quería llegar desarreglada a la escuela. Hoy por primera vez en los tres años que llevo en preparatoria me he puesto linda para un día de San Valentín: por la noche me he hecho una mascarilla para tener la piel más suave, me he arreglado las cejas, alisado el cabello y me compré ropa nueva para la ocasión.
Y no sé por qué Bueno, sí lo sé.
Cuando pongo un pie en la escuela, los colores rojo, blanco y rosa inundan mis ojos. Todos van de aquí para allá con regalos mientras los profesores tratan de calmar el revuelo que hay. Tras esquivar a varias personas, tomo mis libros del casillero, pero un grupo de chicos del coro vestidos como vendedores de palomitas de los años cincuenta me detienen.
—Uno, dos, tres —cuentan para luego comenzar a cantar a capela—: Girl you're my angel, you're my darling angel. —Todos nos miran con sonrisas emocionadas, pero definitivamente lo último que yo siento es emoción, esto es tan vergonzoso—. Closer than my peeps you are to me, baby
—Gracias, adiós —susurro, luego huyo de allí sin terminar de oír su vergonzosa serenata.
He llegado casi corriendo al salón de clases, solo quiero esconderme ahí para que el coro no me encuentre. Veo a Jace sentado con una sonrisa, que viste una camisa blanca con un minicorazón rojo bordado en el bolsillo del pañuelo. Me siento en mi mesa habitual esperando que venga a sentarse a mi lado.
—Fuiste tú.
—¿Yo? ¿Qué hice? —Sonríe fingiendo no entender de que hablo.
—Tú me mandaste esa serenata.
—Ah. —Finge entender—. Sí, fui yo —se burla.
—Ha sido tan vergonzoso —Lo miro quisquillosa—. Gracias, pero ha sido vergonzoso.
Suelta una carcajada, cuando se calma sonríe chispeante.
—Dijiste que nunca habías pasado un día como este, era necesario que pasaras esa vergüenza que todos sentimos alguna vez para que oficialmente comenzara tu San Valentín al estilo escolar.
—Eso no es digno de un superhéroe.
—Solo lo hice para que tuvieras la experiencia completa. El día apenas comienza.
—Espero que no vaya a haber más serenatas.
—Habrá cosas mejores. —Guiña un ojo y se va a su lugar justo a tiempo para que la campana de entrada suene. Daphne entra sonriente con una cajita de chocolates en su mano.
—Hola, feliz Día de la Amistad, te compré estos chocolates. —Los deja sobre la mesa y me sonríe cálidamente. Miro los bombones encantada, no por el dulce en sí, sino porque son de su parte, de mi amiga. Creí que nunca más iba a poder celebrar o recibir un regalo el Día del Amor y la Amistad, pero ya veo que me equivoqué y mucho. Y eso me hace feliz.
—Daphne, muchas gracias. Feliz Día de la Amistad para ti también, pero yo no te compré nada — respondo, angustiada. No pensé que me daría algo.
—Ya me diste el mejor regalo de todos, eres mi mejor amiga de nuevo, no necesito nada material. Me he enterado de que te han dado una de esas serenatas —dice en voz baja.
—Jace.
—Lo sabía, pero creo que no lo hizo de mala fe.
—Un poco sí, me ha dicho que me la organizó para que yo tuviera la experiencia completa.
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Hasta el último de mis días. [EN LIBRERÍAS]
Teen FictionLibro 1 de la Bilogía "Te Amaré" Libro 2: Por Toda La Eternidad Puedes querer y hacer que te quieran, pero si esa persona está rota por dentro no puedes hacer mas que dejarla ir. Duela lo que duela. Charlie es una chica adolescente con problemas f...