Día 18. Tren de las 06:22
-¿Mamá te ha dicho que soy bonita?-
Natalia lanzó una mirada llena de amenazas a la rubia que la ignoró completamente, inclinándose hacia el niño para animarlo a responder.
-Chí- respondió él asintiendo enérgicamente
-¿Y cuándo dijo ella eso?-
-¡Señorita Reche!- intentó interrumpirla Natalia
-¿Qué? Simplemente me intereso en lo que dice su adorable muchacho-
-Debo haberlo dicho así como así, no insista. Ni siquiera me acuerdo de haberlo dicho-
-Chí- respondió el niño frunciendo el ceño -Al belo-
-Santi, es suficiente. Tienes razón, lo dije, ahora pórtate bien-
El pequeño sonrió y se giró hacia Alba, dejando de lado su dibujo, para gran desespero de su madre que seguramente comenzaba a lamentar ese encuentro.
-¿Tú tocas piano como mamá?-
-No, Santi, yo vendo ropa-
-Mamá, ella mi ha comprado chapatos-
-Zapatos, Santi, zzz, zapatos- rectificó su madre
-Chhhhhapatos- intentó el niño
-Aún no le sale la "z"- dijo divertida mirando a Alba.
-Ya lo hará-
-Oh, sí, y cuando lo pronuncie correctamente, yo ya me lo estaré imaginando entrando en la universidad de lo orgullosa que estaré. Se pierde todo raciocinio y objetividad cuando se es mamá-
Alba se echó a reír, rápidamente seguida por la rubia.
-¿Ves?- interrumpió el niño visiblemente deseoso de ser el centro de atención
Ella se inclinó para ver bajo la mesa las deportivas de "Mickey" que el niño le estaba enseñando, y se divirtió al ver que él deseaba tanto enseñárselos que su madre tuvo que agarrarlo para que no resbalase.
-Santi, ponte bien- dijo ella volviéndolo a
-¿Has visto Alba?-
-Sí, Santi, ¡¡son guays!!- dijo ella extasiada
-Es "Micki"-
-Sí, lo he visto. ¿Lo ves en la tele?-
-Mamá no gusta la tele-
-A mamá no le gusta la tele- corrigió su madre -Además puedes ver a Mickey con el abuelo todas las mañanas-
Se defendió ella antes de girarse hacia Alba
-Preferimos que juegue, leerle cuentos, estimularlo antes que plantarlo delante de la pantalla todo el día. Mi padre es como yo, a excepción de Mickey, él prefiere inventarles aventuras y jugar a eso. Cuando mi madre está con ellos, van al parque, a la granja, a cualquier sitio para que disfrute del aire libre-
-Tiene razón. Nunca fui tan feliz como cuando estuve en una familia de acogida que era así-
-Yo crecí así, siempre fuera, a los cuatro años ya montaba en un pony-
-PONY- gritó de repente Santi
-¿Te gustan los caballos?- preguntó Alba
-Chí, como a mamá-
ESTÁS LEYENDO
Asiento 3520
RomanceNatalia encerrada en una vida que la hace infeliz, Alba con un pasado doloroso a sus espaldas. Dos mujeres que se conocen en un tren y que no saben cuánto cambiarán sus vidas a partir de ese encuentro. Adaptación Ce tren, cette femme, cette place.