* Hola! he prometido dos capis hoy a un@s amig@s y aquí estoy cumpliendo.
Día 19. Tren de las 17:15
Alba no se atrevía a moverse, sus manos estaban la una sobre la otra a través del cristal. Sus ojos no se apartaban, ninguna de las dos se había dado cuenta de que se habían acercado tanto como les permitía su delgada separación.
Ella no sabía lo que pasaba por la mente de la morena, pero en la suya una sola revelación reverberaba. Un solo pensamiento que tenía claro desde hacía un tiempo pero que no se había atrevido a confesárselo plenamente a sí misma.
-Te amo-
Natalia pareció ser traída de vuelta a la realidad por su interlocutor, pues se sobresaltó y se puso a hablar antes de colgar, sin haberse movido. Fue ella la que abrió la puerta y tuvieron que alejarse para no hacerse daño.
-Mamá- gritó Santi tendiendo los brazos hacia ella. Fue lo que las hizo romper su mirada y Natalia cogió a su hijo en brazos, secando las últimas lágrimas que aún quedaban en sus rechonchas mejillas.
-Comenzó a inquietarse al no verte, así que lo traje hasta aquí-
Ante la mirada que le lanzó la morena, Alba se dio cuenta de que la había tuteado, prefirió no decir nada y ver cómo reaccionaba ella.
-Has hecho bien- respondió Natalia sonriéndole.
Volvieron a sus asientos en silencio y Natalia se sentó con Santi en sus rodillas. Alba se iba a sentar en frente cuando una mano sobre su brazo la retuvo.
-Mi pequeño ratoncito siempre se duerme después de un berrinche ,para calmarse –
-No es virdad- gimió el pequeño bostezando, recobrándose de sus emociones.
Natalia la miró y le indicó que se sentara a su lado. Comenzó a acariciar la espalda de su hijo de una manera experta y eficaz. Rápidamente su cabeza comenzó a balancearse y parecía relajarse a cada caricia.
-Se te da bien calmarlo-
-Es el súper poder "mamá". Conozco cada detalle de él, sé que cuando no logra dormir por culpa de una pesadilla hay que ponerlo boca abajo para que empiece a tranquilizarse. Después hay que acariciarle su espalda desde abajo hacia la nuca lentamente cantando una canción, después cuando ya está totalmente calmado, hay que darle la vuelta dulcemente y cazar los monstruos-
-¿Cómo que cazar los monstruos?-
Natalia dio la vuelta dulcemente al niño en sus brazos y deslizó su mano por su vientre.
-Acariciar en cruz diciendo "mamá está aquí, mamá cuida, mamá vigila, mamá protege, mamá te ama y cuida tus sueños"- canturreó la morena
Ya a esas alturas, Santi estaba completamente dormido y la morena puso una sonrisa tierna y orgullosa a la vez.
-Y voilà- dijo girándose hacia Alba. La rubia la miraba con todo el amor que sentía, y ella debió leer algo en sus ojos porque Natalia perdió ligeramente su sonrisa y enrojeció colocando un mechón de cabello detrás de su oreja. Alba estaba confusa y sentía la necesidad de poner palabras a lo que había pasado.
-Hace un momento fue...¿cómo decir?...Lo que pasó fue...-
-Shhh- la interrumpió la morena poniendo sus dedos sobre sus labios.
Deslizó la mano por su mejilla y atrapó entre con uno de sus dedos un mechón de los cabellosd de la rubia. Alba se estremeció de la cabeza a los pies, electrificada por ese sencillo gesto. Natalia continuó así, observándola con sus ojos chocolate intentando leer en ella o memorizar cada uno de sus rasgos, Alba quiso hablar, pero una vez más la morena puso los dedos sobre sus labios para impedírselo.
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Asiento 3520
RomanceNatalia encerrada en una vida que la hace infeliz, Alba con un pasado doloroso a sus espaldas. Dos mujeres que se conocen en un tren y que no saben cuánto cambiarán sus vidas a partir de ese encuentro. Adaptación Ce tren, cette femme, cette place.