El regreso a casa no quedó registrado en mis recuerdos como el resto de la noche. Desperté en el piso pero con una manta cubriéndome. A unos pasos estaba el lobo, la herida estaba cubierta por una venda. Al reponerme Adrith me aventó unas piezas de ropa para vestirme. Con mucho cuidado miré la herida, la bala entró y salió y ya no sangraba, por lo cual existía la posibilidad de reponerse.
Llegué al comedor donde Sofía veía las noticias y me mostraba lo sucedido. Anastasia y su clan cambiaron la perspectiva del mundo sobre lo que creían cierto y no. La transformación a cámara fue una jugada sucia porque ahora no habría manera de inculpar a los animales, la gente sabía de la existencia de lo hombres lobo y sembró algo más peligroso que el pánico, la desconfianza.
Tenía un par de llamadas perdidas de Oscar, un mensaje de audio preocupado, preguntando si estaba seguro y en casa, preocupado que las bestias no me hubiesen atacado como sucedió con aquellos inocentes. Le envié un mensaje asegurando que me encontraba bien y más tarde le llamaría para vernos. No sabía cómo lo lograría pero tenía ganas, lo necesitaba.
-¿Qué vamos a hacer?- preguntó Sofía con voz cansada.
Las notificaciones sonaron en mi celular, y me llegaron textos con encabezados de noticias y links a la información de los desastres de un día antes por parte de un número que no reconocí y al intentar contestar me mostraba como número bloqueado. Sofía estaba nerviosa porque tenía una entrevista de trabajo al mediodía y Adrith a estas fechas ya debía estar en casa, su boleto de avión estaba abierto pero los planes eran diferentes cuando llegó. Los miraba hartos, desgastados.
Adrith habló conmigo en privado y me dijo que esperaria a la siguiente luna llena antes de partir, me conocía muy bien y sabía que como humano no quería enfrentar al culto. Llamó a casa, discutió con su esposa por unos minutos hasta que llegaron a un acuerdo. Le pedí que no lo hiciera pero era inútil tratar de convencerlo. Durante una semana me aparté de Sofía, ella se resguardó en casa de su abuela y yo en los departamentos con Adrith y Poe. Comencé a empacar mis cosas poco a poco, asumiendo que después de la siguiente luna llena debía partir para siempre.
Comencé a salir con Oscar más seguido. En una semana durante tres días comimos juntos, Esta vez no me preocupé por el futuro, quería dejar que fluyera y pasara lo necesario, sin predisponerme a un final triste. El primer día los hombres lobo fueron su tema de conversación mientras me mantuve silente lo cual lo tomó como una señal de que no me interesaba y no volvió a tocar el tema.
La semana pasó sin sentirla. Por las calles los rumores no terminaban, los periódicos y los noticieros no dejaban de exprimir los hechos. La gente buscaba respuestas ante aquellos en el poder quienes estaban sorprendidos y perplejos. Nunca hubo un protocolo para aquello que alguna vez fue solo una leyenda, una ficción.
Sofía obtuvo empleo en una agencia de mercadeo digital y regresó a nuestro edificio justo en la llegada de un joven que rentó el otro departamento disponible. No sin antes investigarlo a fondo previo a que firmara el contrato. Ellos comenzaron a frecuentarse más allá de verse como vecinos y eso me dio gusto. Necesitaba que ella tuviese razones para quedarse aquí.
Todas las noches Adrith me exponía sus planes de ataque a pesar de que le explicaba que si bien tenía conciencia humana como bestia, no podia llevar a cabo un plan elaborado. Intentamos encontrar a Anastasia por algun medio y lo más cercano que llegamos es descubrir que la anciana trabajaba para una oficina de gobierno cuando la vimos entrar accidentalmente de regreso del mercado. Él se ofreció a seguirla pero se lo impedí aunque me reprochó durante todo un día que no le dejaba hacer nada.
-Yo no soy Batman y tú no eres Robin. Tienes familia e hijos. Tu apoyo aquí es emocional y eso es suficiente- dije mientras lo escuchaba refunfuñar.
En la siguiente semana decidí presentarlos, fuimos los cinco, Oscar, Adrith, Sofía, el vecino Adrián y yo a un restaurante de pizzas. Fue un momento que se quedó grabado en mí para siempre. Esas ocasiones en que parece que el tiempo se detiene al pasarlo tan bien.
Poe estaba ansioso algunas veces, lo subiamos a la azotea para que se desplazara por las madrugadas, ahora más que nunca sería peligroso tenerlo en las calles. El dinero de mi ahorro se estaba terminando con los gastos de comida asi que tomamos un empleo de telemarketing desde casa, no pagaban mucho pero era un alivio.
Con Oscar la relación iban en crecimiento, en las siguientes dos semanas tuvimos noches apasionadas, no hubo problema en la intimidad, sin embargo los momentos más inolvidables eran cuando nos quedábamos dormidos durmiendo en el sillón, o cuando subíamos a la azotea a sentir el viento. Era un hombre culto asi que supo que mentía cuando dije que Poe era un perro, sin embargo no hizo preguntas. La actitud dócil del animal en mi presencia jugó a mi favor.
Era la tercera semana, faltaban alrededor de diez días para lo que asumía sería una luna llena memorable, más que nada aterradora porque cada vez me sorprendían y era momento de ponerles un alto.
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Los colmillos de Rishaan (Completa)
HorrorUn hombre lobo se siente atrapado entre la violencia de su maldición y la adrenalina que le inunda cada luna llena, llega a una etapa de su vida en que no sabe si encontrar una cura por más demente que sea, o sacar provecho de lo que sus colmillos s...