Procedimos con cautela, desde los primeros pasos en la iglesia supe que había acertado y eso no me agradaba, justo en la entrada tropezamos con el cadáver fresco de un sacerdote, tenía su túnica puesta pero no tenía cabeza. El interior de la iglesia parecía impecable excepto en el piso donde conté al menos otro par de cuerpos mutilados y sangre esparcida a su alrededor. Al fondo en el presbiterio, estaba ella, rodeada de cuatro lobos más. La luz del recinto hacía ver brillante su pelaje negro, los otros tenían pelaje café, similares al mío aunque en diferente tonalidad y otro en gris como Poe pero su tamaño era más grande.
No eran un gran número como antes y me preocupara que llegaran después. Caminé hacia ella con cautela y Poe guardó su distancia. Pasé por uno de los cuerpos mutilados y su cabeza separada a unos metros era la del presentador de televisión. Unos pasos más adelante y vi el cuerpo de una mujer anciana, no era dificil reconocer de quien se trataba.
Anastasia no se movía, sus cuatro acompañantes se pusieron en cuatro patas con pose de ataque, era bastante obvio lo que planeaba. Serían cuatro contra dos hasta que ella decidiera acabarnos finalmente. Y ver el cadáver de dos miembros de su grupo me hizo imaginar que se rebelaron o fueron castigados por lo que llegar hasta ella y derrotarla podría liberar al resto. Esos mismos prisioneros sin embargo eran quienes me impedirían llegar a ella.
Comencé a acelerar el paso, miré hacia atrás y Poe estaba quieto en espera, alerta. Observaba cual de los cuatro se mostraba más tenso; fue uno a su derecha el que rompió la tensión y corrió hacia mi, era un poco más pequeño que yo pero dio batalla, quería evitar que me mordiera para no ser herido apenas empezando esto. Poe no lo hizo, no esperó y se abalanzó sobre él quitándomelo de encima y otros dos vinieron como relevos. Todo sucedió muy rápido, pero lo recuerdo como si fuese en cámara lenta.
Cuando los dos lobos me estaban sometiendo y otro más atacaba a Poe escuché disparos, el eco por la altitud del techo de la iglesia hizo eco. Adrith tenía una arma, había herido al que atacaba a Poe y con ello pudo tener ventaja. Otro par de disparos me quitó uno de encima pero corrió hacia él y le mordió el brazo libre con lo cual lo remató con el arma hasta que terminaron sus balas. Yo utilicé la confusión para tomar con mi hocico el cuello de mi otro atacante y esta vez mordí, jalando la piel con mis colmillos destrozandola y dejandolo sumamente herido, ya no se levantó. Corrí hacia Poe quien lidiaba con el lobo herido, el cual tomé por la cola y lancé hacia el enorme crucifijo donde yacía Anastasia y otro más.
La figura cayó y se rompió un poco al tocar el piso. Ese lobo ya no se levantó. Anastasia y el otro lobo miraban a la puerta, Sofía sacó a Adrith herido y tenía complicado cerrar la pesada puerta con la obstrucción del cadáver del sacerdote. Poe corrió hacia ella velozmente y la protegió. Los dos faltantes no dejaron de mirar pero no actuaron, como si no les importase-
Al sonido de la puerta cerrada nos pusieron atención de nuevo, el discipulo restante estaba superado en número pero no le importó, se abalanzó sobre mi y comenzó a dominarme, Poe llegó pero Anastasia lo lanzó lejos de una golpe con su cabeza, tenía dificultad para levantarse. En un momento vi ambos hocicos sobre mi, sentía su respiración, el sonido de sus colmillos rechinar. Lancé una mordida al aire que asustó a mi verdugo cuando escuché los chillidos de Poe mientras Anastasia se acercaba a él. Caminamos en circulo sin perder nuestra mirada, y al pasar la vista a lo lejos Poe estaba acorralado y los cuerpos de los otros tres lobos yacían ahora en su forma humana.
Lancé un aullido fuerte que retumbó en las paredes, sentí que no podía derrotarlos y el sacrificio sería la respuesta, dejaría todo a manos de los policías o el primero que llegara. El lobo que me atacaba corrió hacia Anastasia y yo lo seguí hasta alcanzarlo antes, mordiendo su pierna. Ella quitó la atención de Poe y se acercó al miembro de su equipo, Puso su pata delantera derecha sobre su abdomen y mordió su cuello desprendiendo su cabeza, la cual me arrojó. Poe corrió al interior de la iglesia y se perdió, entonces quedamos los dos.
Ella deambulaba con la cabeza en alto, segura, confiada. Yo esperaba escuchar el sonido de las sirenas pero no sucedía. Me sentía agotado, abrumado, preocupado por mis amigos. Ella no tenía problema, sin esperar me tuvo bajo sus patas en instantes. Crujía sus colmillos, los sentía con la lengua, sin despegar la mirada. Creí que sería el fin y cerré los ojos, anticipando el dolor que supuse cuando me atravesara la garganta. Ese era uno de los errores, siempre anticipaba las cosas. Si hubiese esperado algunos días cuando maté a alguien por accidente quizá no hubiese necesitado mudarme. Si hubiese hablado con la verdad desde el comienzo me evitaba este enfrentamiento. Y asi de nuevo imaginaba escenarios que nunca pasarían.
Abrí los ojos justo antes de la mordida y logré apartarme. La conciencia humana debía ser una ventaja para mí también. Su lado humano era perceptible en su actitud y yo debía ser hábil. Poe nos miraba desde arriba, en un segundo nivel donde se coloca el coro de la iglesia, mirando hacia el altar. Tenía pose de ataque como dispuesto a atacar, no podía darle indicaciones para evitarlo así que debía actuar rápido.
Ella no tenía paciencia, y volvió a encontrarme de frente, golpeándome con su hocico. haciendome caer para morder una de mis patas, de lo cual me escapé golpeándola con otra, corrí con dificultad hasta el interior de la sacristía, que estaba separada por un patio con la torre de la campana y las escaleras hasta donde Poe se ubicaba.
Corri por las escaleras y llegué hasta la entrada al campanario. Aullé de nueva cuenta con todas mis energías y cuando ella estuvo a punto de atraparme brinqué hacia la campana y me aferré con los colmillos a la soga amarrada al badajo que la hizo sonar. El estruendo me dejó mareado, mis ojos se entrecerraban y vi como ella se lanzaba también cuando la hice sonar de nuevo. Se detuvo para planear mejor, y brincó con mayor éxito mordiendo mi cola. No eran sus colmillos los que lastimaban tanto como su peso que me dificultaba aferrarme. Pateaba su hocico con mis patas sin respuesta, entonces me moví de un lado a otro provocando que la campana tocara de nuevo haciéndole perder el equilibrio y finalmente cayó. Con el movimiento del badajo me balanceaba de un lado a otro hasta que esperé el momento para brincar a un lugar seguro. No fue la caída más limpia pero Poe me tomó con sus colmillos por el cuello sosteniéndome mientras me reponía y aseguraba.
Entre tanto Anastasia caía al piso con un golpe seco y de inmediato se escucharon una lluvia de disparos y aullidos. No miré hacia abajo, Poe y yo corríamos sobre los techos de las casas alejándonos, sin detenernos aunque me sentía exhausto. Seguía escuchando disparos pero no nos detuvimos hasta salir de la ciudad. Cuando el sonido de los autos, la gente, el zumbido de las luces en los anuncios cesó. Mis patas punzaban y caí rendido en medio del pasto, con vacas observándonos extrañadas. Poe se recostó a mi lado hasta que perdimos la conciencia.
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Los colmillos de Rishaan (Completa)
TerrorUn hombre lobo se siente atrapado entre la violencia de su maldición y la adrenalina que le inunda cada luna llena, llega a una etapa de su vida en que no sabe si encontrar una cura por más demente que sea, o sacar provecho de lo que sus colmillos s...