¡Mirame, No soy invisible! (MJ y tú)

Capítulo 5

Después de beber unas copas más volví a casa.

Debbie se había encerrado en su habitación desde hace media hora, ni siquiera me saludó cuando llegué.

—Nena —Vuelvo a tocar su puerta— ¿Estás bien?

No me responde, escucho sollozos y es ahí, cuando me preocupo. Debbie nunca lloraba.

—Abreme cielo.

—Ya vete. No quiero hablar ahora.

Después de oír eso, me alejo.

Enciendo la televisión, voy por un poco de helado y me siento en el sofá.
No veo las noticias ni los programas de chismes, siempre hablaban basura de Mike así que solo lo ignoraba.

Mi celular empieza a sonar.

—¿Hola? —bajo el volumen de la tv.

—¿Hablo con la señorita Jennifer Smith? —Era la voz de un hombre.

—Si. ¿Quién es?

—Es ella amor... Jenn, soy yo, Jack.

Y junto con ese nombre miles de recuerdos no muy buenos llegaron a su mente. 

¿Jack? ¿Por qué demonios él la estaba llamando después de tantos años?

Pasó por mi mente la idea de cortar la llamada pero no podía moverme, era Jack, mi hermano mayor.

—¿Sigues ahí? Escucha, no quiero molestarte ni incomodarte, solo quería saber de ti. Estoy en la ciudad y quería verte.

Esto era peor de lo que me imaginaba. ¿Qué hacía aquí?

—¿Quieres verme?¿Por qué?

—Tengo hijos ¿Sabes? Y quiero que formes parte de su vida, te extraño Annie.

—Tengo que pensarlo.

—¿Tienes que pensar si quieres formar parte de la vida de tus sobrinos? Ellos quieren conocerte

Narra Michael

Después de un largo día de trabajo, vuelvo a casa.

—Michael — Deborah se cruza en mi camino, me abraza y besa mi mejilla— Te estaba esperando.

Era raro que no haya venido con Jenny, la busco por los alrededores y no la veo.

—Bienvenida. ¿Cómo estás? Vamos, entremos.

La llevo adentro, a la sala.

—Estoy muy bien. ¿Cómo estás tú?

—Bien bien, gracias. ¿Te puedo ofrecer algo de beber?

—No, solo quería verte un rato. Desde que me mudé con Jennifer ya no me llamas, ni me invitas a venir —Parece triste y decepcionada.

—Sabes que puedes venir aquí cuando quieras, eres bienvenida siempre.

—Lo sé, pero no es lo mismo. Era más especial cuando me invitabas a venir, ahora solo pasas tiempo con ella, me estás dejando de lado Mike... —Su mano va a mi pierna—Siempre que vas a la casa, solo te quedas con ella, duermes, comes, y hablas solo con ella.