¡Mirame, No soy invisible! (MJ y tú)

Capítulo 8

Una vez más me encuentro frente a la gran Lisa Marie Presley, la única hija del rey del rock. No podía estar más emocionada de estar frente a ella, pero por otro lado me sentía decepcionada, Michael parecía muy ilusionado con tener una relación.

En nuestro primer encuentro y por lo que Mike dijo yo no le agrado a ella, así que esta vez trato de no mostrar mucho interés.

—Bienvenida a Neverland —Me acerco, esta vez estaba limpia, arreglada y hasta podría decirme que me veía "bonita"— Michael me pidió que te recibiera, tuvo un problema y se retrasó.

Pone los ojos en blanco, y mira hacia otro lado.

—¿Por qué no me avisó? Hubiera venido más tarde.

Yo no juzgaba a la gente sin conocerla, pero Lisa empezaba a parecerme una persona desagradable y no era solo porque ella quería tener lo que era mío.

—No lo sé. Ven, entremos —Empiezo a caminar, esperando a que ella me siga— No debe tardar mucho.

—No puedo creer que me esté haciendo esto —Sigue quejándose en voz alta mientras me sigue— ¿Eres la ama de llaves? No te recuerdo bien pero me resultas conocida.

¿Es en serio? ¿Se había olvidado de mí? Tan solo hace unos días que nos conocimos.

Volteo a verla con el ceño fruncido.

—Soy Jennifer, amiga de Michael.

—Ah, creí que su única amiga era Elizabeth Taylor. Nunca me habló de ti.

Claro, siempre nombran a Liz.

—Si, Michael nunca habla de mi, soy su amiga secreta —Murmuro decepcionada pero a la misma vez cansada de tener que explicar siempre lo mismo— A mi tampoco me habló de ti.

Nos sentamos.

—Es que yo le pedí que no lo hiciera, por motivos personales.

Si, ya conocía sus motivos, mi querida amiga Lisa, aún seguía casada con Danny.

—Entiendo. Aquí entre nosotras, si te divorcias de Danny, tu esposo ¿Estarías dispuesta a casarte con Michael?

Lisa:

(Okno, volvamos)

—Eso no es asunto tuyo, lo que pase entre él y yo no te incumbe. Además, no te conozco, no voy a contarte nada.

Suspiro.

—Soy Jenny, soy enfermera, mejor amiga de Michael desde que somos unos adolescentes... Y puedes confiar en mí, porque créeme algún día vas a necesitar mi ayuda con él y si no hay confianza entre nosotras, no funcionará —Me enocojo de hombros— Hasta podemos ser amigas.

Se queda callada, desde que llegó no me ha sonreído ni una sola vez. ¿Siempre era así de seria?

—Dudo mucho que necesite de tu ayuda enfermera Jenny, y por el momento no necesito amigas —Ve la hora en el reloj— Ya no quiero esperar.

Miro la entrada, Michael venía llegando.

Primero va a saludar a Lisa, y después a mi. Los besos en la boca que nos dábamos quedó en el pasado. Besa mi mejilla y se sienta cerca de Presley.

Con Michael aprendí a no sentir celos cuando lo veía con otras mujeres, como sus fans, así que en mi mente Lisa era solo una fan.

—Lamento el retraso chicas ¿Qué estaban haciendo?

Intercambio miradas con ella.

—Solo hablamos —Responde acariciando el hombre de Mike— Ya estaba por irme, odio esperar y lo sabes.

No lo podía creer, Lisa se estaba metiendo en nuestras vidas lentamente, y tenía un presentimiento con ella. Iba a ser especial en la vida de mi bebé.

Ellos empiezan hablar dejándome de lado, ni siquiera me miran. Pareciera que están en una burbuja solos.

Me acuesto en el sofá llamando la atención de mi mejor amigo.

—¿Y tú? —Me hace cosquillas en los pies— ¿Vienes con nosotros?

No sabía a dónde irían pero sé que si aceptaba sería super incómodo.

—No, me voy a quedar aquí hasta que me salgan raíces —Cierro los ojos escuchando su risa.

—De acuerdo, te veo luego.

Y así amigos, es como te das cuenta que ya te cambiaron.

¿Por qué todo está pasando tan rápido?

Siempre fui buena amiga, le daba consejos, le ayudaba con unas amigas, nunca me importó pero... ¿Y si solo por esta vez arruinaba su relación? No quiero que ellos terminen juntos, ni que se casen y formen una familia.

Sus hijos no serían lindos...

¿A quién quería engañar? Si se parecían a Michael saldrían bellísimos. Ya me los imaginaba, uno sería super precioso porque se parecía a su papá... Y el otro no correría la misma suerte porque se parecería a Lisa.

¿Y ahora qué mierda estaba pensando?

Bien, bien. Tenía dos opciones

A) ser buena amiga y no meterme en la nueva relación de Michael, dejar que ellos se casen y tengan 101 bebés.

O

B) Armar un plan para separarlos y hacer que Lisa se aleje de Michael para siempre, luego enamorar a Michael y tener 1.000.000 de bebés, y todos tendrían su carita preciosa.

¡Que decisión tan difícil!