¡Mirame, No soy invisible! (MJ y tú)

¿Y si yo gano?

Jackie me hacía masajes en los pies mientras me contaba de su vida, y me daba consejos.

—Si escupes para arriba, debes saber que siempre va a caer en tu cara —Dice como todo un sabio.

Me río.

—Vamos, intenta —Aprieta fuerte mis pies.

Pero obviamente no lo haría, sabía que caería en mi cara. Me siento en la cama y siento un leve dolor en el abdomen.

—No —Las náuseas vuelven a aparecer— ¿Me disculpas un segundo?

Salgo corriendo directo al baño, justo cuando devuelvo todo lo que había desayunado.

—¿Jenn, estás bien? —Me había olvidado cerrar la puerta. Ahora Jackie lo sabía, estaba enferma.

Me recoje el cabello para que no se ensucie. Después de varios minutos me siento en el piso.

—Es por lo que tome anoche, no te preocupes —Limpio mis labios— Estoy bien.

—¿Cuando fue la última vez que tuviste tu período menstrual? —Su pregunta me deja confundida.

Empiezo a contar y... ¡Carajo! Tenía dos meses de retraso.

—Tengo un retraso, pero a veces es normal. Hay periodos irregulares.

—¿No estarás embarazada? —

Desde que comenzaron los malestares, esa idea la dejé de lado, no quería pensar en eso. Un bebé en este momento no traería más que problemas para Michael.

Estaba casado, y muy concentrado en su trabajo.

¿Pero y si lo estaba?¿Qué pasaría?¿Qué pensaría de mi?. Muchas veces me decía que tomara la píldora, me lo recordaba, pero con tanto estrés que cargaba se me olvidaba. ¡Que tonta!

—¿Y si lo estoy? —Pregunto asustada por la reacción de Michael.

Me va a odiar, no me hablara... Dejaremos de ser amigos, y me apartará de su vida.

Dios. Es lo que más me asustaba en este momento. ¿Qué hará él? Va a odiarme por arruinar su vida. Él está con Lisa, y quiere hijos con ella, no conmigo.

—Va a ser lo mejor que ha pasado, un hijo te cambia la vida —Me sonríe.

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«Un hijo te cambia la vida » Esas palabras no habían dejado de resonar en mi cabeza una y otra vez.

—Por favor, que esto quede entre nosotros dos —Le pido a Cristián, cuando termina de hacerme los exámenes— No quiero que se corra la voz.

Tenía que estar segura. Los síntomas eran compatibles con embarazo, lo sabía yo y Cristian me lo había confirmado.

—No te preocupes, Jenny —Me abre la puerta del consultorio— Ahora ve a descansar, le diré a George que te dé unos días libres, lo necesitas. Pareces muy estresada y eso no te hace bien.

Le agradecí, cuando estaba saliendo del hospital Jason me detiene.

—Hola preciosa —Me abraza por detrás y besa mi mejilla, parecía de buen humor— Te ví salir del consultorio de Cristián ¿Esta todo bien?

Su mano en mi vientre me incómodaba muchísimo. Así que disimuladamente me aparto, y le sonrío, una sonrisa nerviosa. ¡Me moría de miedo!

—Hola Jas, está todo bien, era un simple control de rutina —Busco mi teléfono en el bolso. Necesitaba irme ya.

—De acuerdo ¿Por qué te ibas?¿No te quedas? —

Maldición, Jas. ¿Por qué tienes que hacer tantas preguntas? Solo quiero ir a casa.