Monstruo

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Siento sus brazos rodearme con fuerza mientras me levanta del suelo.

—Buenos días mi amor —Besa mi cuello— ¿Qué haces?

Michael vuelve a bajarme, y pone su barbilla en mi hombro.

— Buenos días —Lo beso cortamente— Hoy hay cereales, jugo o... una manzana.

Tenía que ir de compras. Debbie era la que se encargaba de mantener el refrigerador lleno, pero hace una semana que ya no viene a dormir. Esta muy enojada.

—Me gustaría desayunar contigo, pero me necesitan en otro lado.

Volteo a verlo, pasa sus manos por mi cintura y vuelve a besarme.
Esta semana había sido la mejor de mi vida, Mike se había comportado muy cariñoso conmigo, pasábamos mucho tiempo juntos, durmió aquí tres días.
Siento que lo estoy logrando, él empieza a enamorarse de mi.

—Solo dí que no quieres comer lo que te ofrezco —Bromeo.

—Tienes razón, no voy a comer lo poco que te queda en el refrigerador —Se aleja, lo veo volver a su habitación—Deja de ver mi trasero.

—Es imposible —Muerdo mis labios— ¿En serio tienes que irte? Mi turno comienza en una hora.

Vuelve a aparecer, tiene una pequeña caja en sus manos.

—Lo compré para ti —Me extiende, lo abro y encuentro un collar de oro con un dije muy lindo, tenía nuestras iniciales unidas por el símbolo del infinito.  Además de pequeños diamantes incrustados en las letras—¿Te gusta?

—Me encanta, gracias —Lo abrazo y beso.

—Perfecto. Ahora tengo que irme.

-*

Después de un largo día de trabajo, me tomo un descanso. Era hora de ir a casa, y había quedado con Michael.

Mi celular empieza a sonar, cuando estoy saliendo de la clínica.

Hey ¿Donde estas?

Lo siento Jenn, intente llamarte antes, no voy a poder ir. Lisa quiere pasar el día juntos, lo siento.

Sigo caminando, podía escuchar como si alguien me llamara.

Oh, esta bien. No te preocupes.

Sigo creyendo estar escuchando mi nombre, volteo antes de subir a mi coche. Frente a mi, a una distancia de aproximadamente un metro y medio, se encontraba ella, cabello rubio, ojos celestes que no demostraban ningún tipo de emoción pero que estaban lleno de lágrimas. Con pocas arrugas, con mucho maquillaje. Vestida con un traje ajustado de color azul. Estaba viéndome fijamente, de arriba a bajo con una sonrisa.

Roxanne, contenía las lágrimas, sonreía y se tapaba la boca. No la había visto hace mas de 20 años, no había cambiado mucho, se veía casi exactamente igual que la última vez pero con más arrugas, y con unos kilos de mas.

¿Por qué huyes de mi? —Pregunta acercándose, no puedo retroceder porque mi coche esta atrás Te he estado siguiendo por varios minutos.

Escucharla hablar,  y teniéndola tan cerca disparaba en mi muchos recuerdos que creía olvidados. No podía moverme, estaba en shock.
¿

¡Mirame, No soy invisible!  (MJ y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora