Aizawa Hikari, hija de Eraserhead entra a la UA. Una chica con un pasado que quiere olvidar y un kosei peculiar.
-Felicidades entraste a la UA!!
-No quiero ir.
-Iras aunque no quieras.
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El capitulo contiene escenas subidas de tono, si no te gusta leer este tipo de relatos salta al siguiente capitulo, esto no afectara al la comprensión de la historia, gracias por entender.
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Amor se lo que estás pensando -él me dio una mirada que transmitía seguridad- nada saldrá mal... confía en mí.
—De acuerdo.
Narrador omnisciente El bicolor tomo con una mano la mejilla de la pelinegra fundiéndose en un beso lento mientras que ella agarraba su cintura, a medida que el beso iba subiendo de nivel el chico la empujaba ligeramente hacia la pared.
Shoto bajo sus manos hasta los glúteos de la chica y los apretó sacándole un suave gemido el cual aprovechó para introducir su lengua en la boca ajena. Las acciones cada vez eran más salvajes, sus lenguas combatían para saber quién ganaría este encuentro, Hikari salto colocando sus piernas alrededor de la cintura del bicolor mientras este la aprisionaba contra la pared.
La temperatura de la habitación iba subiendo y no por el kosei del Todoroki precisamente.
Él la cargo hasta la cama depositándola con suavidad en esta y se posicionó entre sus piernas. Desabotono la blusa y succiono la piel cerca cerca de su pecho.
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—Me encantas –le susurro en su oreja antes de lamer su lóbulo.
Con mucho cuidado el bicolor sacó la blusa de la pelinegra dejándola solo en sostén. Beso sus labios bajando a su cuello el cual beso y lamió. Siguió besando sus hombros y clavículas llegando a sus pechos.
En un hábil movimiento le arranco el sostén a su chica dejando expuestos sus pechos, Hikari por instinto intentó cubrirse pero él se lo impidió.
—No te tapes, eres hermosa Hikari.
Lamió, mordió y succionó el pezón de un pecho mientras acariciaba el otro alternando el orden de sus caricias.
—...Shoto.... mmm.. -Hikari suspiraba y gemía suavemente su nombre.
El bicolor fue bajando cada vez más mientras seguía masajeándole los pechos con sus manos, beso cada pate de su blanco abdomen robándole más de un suspiro a la ojiceleste hasta que lamio una de las marcas moradas de la femenina.
—AAAHHA!! -gimió fuerte y se tapó la boca rápidamente.
—Interesante -el bicolor volvió a besar y succionar sus marcas- tus marcas son muy sensibles.
—Sho...aahh...shoto... no ...no hagas eso -dijo mientras se retorcía por las nuevas sensaciones que experimentaba.
—Porque? -le susurro con voz ronca cerca de su oído- ¿no te gusta? –mordió suavemente su lóbulo.
