HOJA 6

44 5 0
                                    


Llegue a casa y no había nadie, no era raro pues mis padres trabajan de comerciantes vendiendo mole en pasta en establecimientos entonces era normal que hubiera días donde ellos no estaban. Deje mi mochila en mi cuarto y me cambie de ropas, de pronto escuche que gritaron afuera, me asome y eran mis dos amigos que viven cerca de mi casa, en la escuela solo consideraba amigos a Bryan, Lucy y Martha, pero por mi casa solo consideraba amigos a dos, Cristopher y Juan.

Cristopher es un muchacho muy alto de 1.90, recuerdo que la primera vez que lo vi tuve que alzar el cuello para saludarlo y verlo a la cara, una de sus características era su estatura, pero también su risa, se ríe escandalosamente, cuando lo escuche por primera vez me espante, es una combinación de la risa de Joker y un maniaco psicópata.

Juan es un chico de 1.74, robusto, moreno, las características de Juan son su sentido del humor, es alguien muy bromista, siempre puedo bromear con él, transmite su alegría, su amabilidad igual, lo considero muy amable, y sabe escuchar cuando necesito desahogarme.

- ¡Que onda! ¿Cómo estás? – Dijo juan mientras chocábamos las manos

- Bien we, todo tranquilo, el día ha estado de hueva- Respondí

Aunque sinceramente pensaba en dormir hasta que llegaron.

- Buenas tardes, ¿Cómo estás? – Dijo Cristopher mientras me saludaba formalmente con un apretón de manos.

- Bien bro, tengo mucha hueva- Respondí

Era muy raro para mi al principio saludar a Cristopher de manera formal y a Juan de manera Informal, a veces me confundía y lo hacía al revés.

- ¿Qué se arma hoy? – Preguntó Juan

- Unas Sabritas, tengo ganas de unas Respondí

Nuestras reuniones en mi casa siempre eran sobre comer Sabritas en mi casa, compramos Doritos nacho, Ruffles, Chetos, Cacahuates con chile, Palomitas de microondas y lo juntábamos en un solo traste, donde todavía le echamos salsa valentina con tajín, Juan no me dejaba preparar las Sabritas, pues no aguantaba la cantidad de salsa que yo le echaba.


ALEYULI POR SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora