HOJA 9

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Al día siguiente en la escuela, a la hora del receso estaba jugando futbol con Bryan, a mi no me interesaba estar en el equipo de la escuela, pero me gustaba mucho ver y jugar el futbol, no era muy bueno, pero me la pasaba bien, aquel día anote gol y Bryan igual, él nos llamaba el dúo explosivo, creo que lo decía por nuestros corazones que terminaban agitados después de jugar.

Después de jugar nos sentamos en una pequeña banca que tenia la escuela y compramos unas aguas de horchata que vendían, a mi me encantaba el agua de horchata, en especial la que vendían en la escuela, no sé qué tenían, pero si estaba cansado y tomabas te reanimaba.

- ¿Ya le vas a decir? - Pregunte

- ¿Qué cosa?, ¿A quién? - Respondió Bryan

- A Martha, lo que sientes- Dije

- Aun no, creo que no es el momento – Dijo Bryan

Bryan no había agarrado el valor de decirle lo que sentía a Martha, pero más allá de eso él no quería arruinar la amistad, pues Martha es una amistad que no gustaría perder, igual trataba de convencerlo de al menos que la empezara a tratar para conocerse un poco más.

- ¿Qué hay de ti? - Pregunto Bryan

- ¿Yo qué? - Respondí

- ¿A ti te gusta alguien ahorita? – Dijo Bryan

- ¡Ah! La verdad es que no, por el momento no me he fijado en alguien, además creo que ahorita no puedo tener novia – Respondí

Era la verdad, de mi escuela no me gustaba alguien por el momento y aunque me gustara alguien no tenia dinero para tener una relación ahorita, como ya había dicho antes, yo sentía que si no tenía dinero no podía invitar a mi pareja a salir a comer o al cine, lo que hacía que probablemente se sintiera incomoda o se aburriera.

- Ya llegará alguien – Dijo Bryan

- Probablemente sí, no sé – Respondí

Y pareciera que Bryan tiene voz de profeta porque si llegaría alguien, y no cualquier persona, alguien quien marcaria mi vida y haría la diferencia, era extraño que hasta ese entonces no pensaba en alguien especifico y no esperaba que llegara alguien con tanta importancia para mí. Al terminar de platicar ya era la hora de salir, mientras caminaba hacia la parada del transporte público veía a muchas parejas caminando de la mano, y me preguntaba lo que Bryan me había dicho, si en verdad iba a llegar alguien.


ALEYULI POR SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora