New Romantics {Beverly Marsh & Lectora} Finalizada

#11 Dentro de Neibolt

—Esto no hubiera pasado si hubiéramos medido penes — hablo Richie —.

—Oh cierra la boca — le hablo prontamente (t/n) —.

—Tú hubieras sido la primera en perder — se burlo Richie —.

—Dah. 

Contesto. Rodando sus ojos en esos momentos, continuando su camino junto con el resto de sus amigos cuando un sonido como un pitido que se suele escuchar en uno de los oídos de pronto llamo su atención. Desviando su camino hacia el interior de una habitación, siguiéndolo como si fuera Alicia siguiendo al conejo blanco.

Dentro este sonido se escuchaba aún más fuerte.

Y entonces, noto un espejo frente a ella.

Confundida cuando no encontró su reflejo en este: Una mujer con cabello (c/c) que estaba de pie, observándola. Casi imitando sus movimientos, ambas guiaron su mano derecha a este con la otra imitando el movimiento un tanto tarde, pero entonces la mujer adulta al otro lado retrocedio con una expresión de dolor.

Retrocediendo con dolor. La vio caer en el suelo, su mirada aún en el espejo. 

—¡(t/n)!

Grito una mujer de cabellos anaranjados apareciendo en la imagen. 

—¡Bev! 

Se detuvo en silencio cuando cayo en cuenta que eso parecía formar parte de una imagen del futuro. Ella misma, con una adulta Beverly. Llevo una mano a su boca con aquella imagen, y entonces, sorpresivamente sintió una mano en su hombro que la hizo brincar, notando que era nadie más que Richie. 

—¿Estás bien?

—Sí... solo... 

"Solo." La frase que dejo sin completar cuando regreso su atención en el dicho espejo, solo estaba el reflejo de ella con el de Richie a su lado. Quedando con la pregunta de que acababa de simplemente ver. 

¿Qué quiso mostrarle eso con ese futuro? 

—¿Solo? — le pregunto él preocupadamente —.

—Nada, olvídalo... creí haber visto algo. 

Richie tranquilamente paso su brazo por los hombros de (t/n) mientras continuaban caminando en los alrededores con total calma. Los cuatro estaban mirando a todas partes para ver si notaban algo extraño.

—¿Hola?

Automáticamente Richie intercambio una mirada con (t/n) al oír la voz resonante desde el piso de arriba. No era algo que esperasen en lo absoluto. Luego miraron a Bill quién decidio subir los escalones y ambos lo siguieron con calma hasta arriba. 

Pero se detuvieron cuando vieron a una niña tirada en el suelo, mirándolos.

—¡Ayúdenme por favor!

Grito, siendo arrastrada al interior de la habitación. Richie permaneció al lado de (t/n), menos calmado a como estaba antes. Pero, sin duda alguna la chica se mostro serena con todo ello, al menos solo podía saber que cosas como esa se podrían esperar, después de lo que vio en el espejo....

—¿Betty? — pregunto Bill —.

—¿Ripsom? — continuo Richie —.

(t/n) se obligo a caminar con un Richie a su lado a regañadientes, siguiendo cada paso que Bill daba sin notar que Eddie se estaba quedando por detrás de ellos. Escuchando un llamado que ni uno de los tres consiguió escuchar. Ellos solo avanzaron, adentrándose en la habitación donde Betty había sido arrastrada.

Curiosamente vacía, y sin rastro de ella.

—¿A donde se fue? — cuestiono (t/n) dando un paso más adelante, apartándose de Richie —.

—¡Chicos! 

Grito de pronto Eddie, los tres volteándose prontamente a mirar que Eddie estaba bastante por detrás apresurándose cuando la puerta se cerro de pronto. Bill y Richie saltaron a la puerta, intentando abrir está cuando pudieran. 

—¡(t/n) ven a darnos una mano aquí! — grito Richie —.

Ella prontamente se unió, tomando el espacio al lado de Bill forzando está para que se abriese, pero de una manera no quería ceder ante ellos. Aunque, extraño para (t/n), Richie se desapego de la puerta, pero no lo cuestiono, pensando que el niño quizá estaba buscando un objeto para abrir la puerta.

Y que no había escuchado la voz de Eddie desde el interior de otra habitación. 

(t/n) forcejeo con la manilla en la compañía de Bill sin éxito. Pronto, mirando hacia atrás, mirando como Richie se adentraba en una habitación. E igual que antes, la puerta se había cerrado con un azote. 

—¡Esto tiene que ser un maldito chiste! — exclamo (t/n) —.

Y Bill fue quién se aproximo a la puerta de Richie mientras que ella permaneció con la otra, tenían que ganar tiempo. 

—¡Richie abre la puerta! — grito Bill —.

—¡No puedo! — contesto desde el otro lado Richie —.

(t/n) claramente fastidiada con toda la situación le brindo un golpe con su mano, solo consiguiendo que la herida se reabrirá. Notando como la sangre fresca mancho sus vendajes que estaban blancos. Pero eso no había sido absolutamente todo en esos momentos, cuando había golpeado la puerta, la misma cambio de un color rojizo como la sangre que manchaba su vendaje. 

Bill noto aquello prontamente. 

—¿Que...? — exclamo (t/n) sin entender nada —.

—(t/n)... — llamo el chico — a-a-aléjate de la p-puerta... 

E iba a obedecer cuando sintió que la puerta de pronto se abría en la dirección de ella. El golpe llevándola al suelo, cayendo sobre su trasero sin entender que era lo que estaba pasando, y desde la oscuridad del otro lado una mano con largas uñas se arrastro, consiguiendo sujetar el zapato de (t/n). 

—Bill... 

Ella llamo atemorizada ante lo que estaba mirando en esos entonces. No conseguía observar el resto de la persona que estaba ahí. Pero no quería verle tampoco, solo podía ver un brillo desde el otro lado. 

El brillo de sus ojos. 

Y Bill estaba dando un solo paso cuando ella sintió que el agarre se hizo mucho más fuerte. Sus dedos presionándose contra el suelo. Sabia exactamente que iba a pasar si no ejercía fuerza en el suelo. 

—¡Billy!

Grito, al mismo tiempo en que comenzó a ser arrastrada por el suelo. El chico corrió tras de ella, pero la puerta se cerro de golpe frente a sus narices. Y simplemente pudo escuchar el grito de (t/n) en el alrededor de la casa, escuchando como era arrastrada en el alrededor. Escucho el sonido, las escaleras. 

Y si pensaba que oír gritarla así era terrible... solo apareció otro grito por parte de (t/n), uno en un tono mucho más agudo. 

Sintió un escalofrió en el alrededor, porque de pronto, todo quedo en silencio.

La cabeza de Beverly se movió a mirar el interior de la casa cuando escucho un claro grito femenino que la alerto. Ahora los cuatro miraron en esa dirección, con la piel de gallina, no era un grito cualquiera, ni siquiera era un grito que escucharían en un parque de diversiones cuando la montaña rusa va en picada.

Era un verdadero grito de terror. 

—Eso sonó como... — comenzó de pronto Ben —.

—(t/n) — completo Beverly —, tenemos que entrar.