#12 Esto se arreglara...

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—No dejen que huya. 

Bill había hecho caso omiso ante los llamados del grupo que lo llamaba para evitar que bajase los escalones hacia el sótano. Pero ni uno sabia que era el sitio exacto en donde tenía que ir, bajando los escalones, observando a eso en el interior del poso, dándole una mirada burlona a (t/n) que yacía inconsciente en el suelo. Bill bajo los escalones con mucha más prisa, arrodillándose al lado de la chica de cabellos (c/c), notando que continuaba respirando, solo estaba dormida. 

—(t/n) — le llamo en tono clara —, (t/n), despierta, vamos... (t/n).

La sacudió con cuidado notando su mano manchada con sangre fresca. El también noto una herida nueva en su labio, era un corte, como si se hubiera arañado la cara con las ramas de un arbusto. Ella se movió, parpadeando con disgusto, sin querer levantarse de donde estaba, acostumbrándose a la mala iluminación del lugar. 

—¿Aún estamos en Neibolt? 

Pregunto, sabiendo que había alguien a su lado. Obteniendo una contestación que era un grito por parte de Eddie más que nada. Con la ayuda de su mano se afirmo para conseguir sentarse en el suelo. Pronto, Bill se levanto, dándole una mano para que ella se levantase, sin soltarla durante el camino mientras salían del poso. 

(t/n) se encontraba aun un tanto perdida en todos los asuntos, su cabeza parecía darle vueltas sin recordar verdaderamente lo que había pasado. 

—Tenemos que salir de aquí — dijo Richie una vez los vio llegar —. Ahora.

Todos salieron con prisa. Sorprendiéndose cuando Bill no soltó su mano en ni un solo momento en esos instantes, sobre todo cuando enfrentaron la furia de la madre de Eddie. Llevándoselo sin siquiera poder explicar lo que había ocurrido en el interior de la casa, miraron el auto abandonar el lugar en silencio. La ropa de (t/n) tenía polvo, sus piernas estaban arañadas al igual que su rostro. 

Aunque no sentía los cortes más que un cansancio mental. 

—Ya vi el poso — hablo de pronto Bill —.

Beverly se mantuvo a un lado de (t/n) dándole miradas preocupadas a su forma desaliñada y lastimada por haber entrado en Neibolt. Deseaba poder mostrar su preocupación por la chica sin que pensaran de una manera errónea, quería simplemente mostrar cuanto quería a (t/n) y como estuvo de preocupada al no encontrarla al entrar.

—S-S-Sabemos donde está y-y la próxima iremos preparados.

—¡No! — grito con fuerza Stan —. ¡No habrá otra vez Bill, estás loco!

—¿Por qué? — pregunto Beverly —. Sabemos que nadie más va a hacer nada.

Richie le miro como si estuviesen dementes, dando un paso adelante, claramente con algo que decir. Y (t/n) solo supo que no iba a ser nada bueno, y que menos arreglaría la situación en la que estaban.

—¡Por poco mata a Eddie! — exclamo —. ¡Y mira a este idiota, esta goteando salsa de tomate! 

—Es justamente por eso que debemos hacer algo — contesto pronto (t/n) —.

—No podemos fingir que se va a ir, Ben tu lo dijiste, vuelve cada veintisiete años.

—¡Bien, tendré cuarenta y muy lejos de aquí! Creí que tu también querías irte de este lugar.

—Sí, pero quiero hacer algo importante, no huir.

—Perdón —soltó Richie —. ¿Quién invito a Molly Ringwald al grupo?

Beverly contesto enseñándole el dedo medio ante el comentario sin gracia que había soltado Richie para ella. 

—¡Digo que hay que enfrentar los hechos, el mundo real! Murió Georgie, no hagas que nos maten también. 

New Romantics {Beverly Marsh & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora