¿Cómo seducir a un alienígena?

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Toda relación requiere muchas cosas diferentes, eso es lo que Arthit ha aprendido.

Con Kongpob como su primer novio, Arthit ha descubierto que se necesita mucho para mantener una relación, y si no se es cuidadoso, se puede perder lo que se tiene en sólo un parpadeo.

Eso era lo que sucedería si Arthit se hubiera mantenido callado cuando Kongpob le preguntó si debería seguir a sus padres a un planeta diferente o si debería quedarse con él.

Arthit aprendió que ser egoísta de vez en cuando es un paso necesario si quiere conservar lo que tienen.

Y ahora que Kongpob está aquí para quedarse, algo que su novio alienígena le ha estado asegurando, Arthit tiene muchas cosas pasando por su cabeza.

Por mencionar una: está caliente.

La tentación carnal es normal cuando estás en una relación y es sólo cuestión de tiempo para que Arthit ya no pueda contener su atracción, o mejor dicho, su deseo por el otro.

Kongpob es sexy, él no va a negar eso. Su novio tiene un buen cuerpo, con hombros amplios, abdominales definidos y músculos tonificados. Kongpob no es delgado ni escuálido. Está en forma.

Y su deseo por Kongpob se ha vuelto tanto que una simple sesión de besos y de sentirse entre ellos no es suficiente para Arthit, quien últimamente ha estado aliviándose en secreto dentro del baño cuando las cosas se calientan demasiado.

Se siente culpable de cierto modo. Arthit sabe que está bien pedir atención y que debería hacerle saber a Kongpob lo que quiere y lo que necesita, pero la cosa es que Arthit apenas entendió lo básico durante los primeros meses con Kongpob, pues un novato en cuanto a las relaciones se refiere y eso es porque el sexo es un tema desconocido para él.

Arthit ha visto porno, mucho, así que sabe en dónde va todo cuando se llegue el momento, pero los nervios lo están consumiendo y siente una comezón en la piel que sólo puede ser aliviada por Kongpob.

Una parte de él piensa que Kongpob lo está esperando, pero Arthit no sabe muy bien lo que el alienígena está pensando la mayor parte del tiempo.

Así que, en un punto, Arthit decidió que ya había sido suficiente y que era hora de seducir a su novio para que se saque la ropa.

Es sólo que Kongpob parecía no captar sus señales cuando Arthit intentaba mirar seductor a su novio, lo más seductor posible para Arthit.

—¿Te duele el estómago, Oon? —Kongpob había dicho una tarde, tomando un bocado de helado. —Te ves estreñido.

—No importa —había resoplado él, concentrándose en su postre con un ceño fruncido.

Una ocasión, cuando Kongpob recién había regresado a casa de su turno en el café, Arthit había intentado deshacer los botones de la camiseta tipo polo de Kongpob, diciéndole a su novio que lo ayudaría a vestirse.

En su cabeza, Arthit pensó que Kongpob se daría cuenta de lo que estaba sucediendo, pero en su lugar, su novio sonrió y le dio un besito en los labios.

—Gracias, Oon. No soy un niño, puedo hacerlo yo —había dicho el otro antes de desaparecer dentro de su recámara.

Arthit no puede hacer ninguna expresión remotamente seductora porque para Kongpob sólo se ve como una estreñida, lo cual lo frustra un montón porque Arthit de verdad piensa que se ve sexy.

Aparentemente, morder su labio en un intento de ser seductor Kongpob lo interpreta como él teniendo problemas de digestión.

Su frustración lleva a Arthit a pensar que quizá no le atrae sexualmente a Kongpob, pero eso sería imposible porque hay una variedad de juguetes sexuales bajo su cama que se lo recuerda.

Kongpob debe ser demasiado lento como para no entender las señales que Arthit le ha estado dando los últimos días. No importa cómo luce su rostro cuando lo intenta, su novio debería darse cuenta de lo que quiere, a menos que...

—Es un maldito alienígena —Arthit había murmurado. Desde el inicio él había estado abordando este asunto como si Kongpob fuera un humano, pero su novio no lo es.

Kongpob simplemente no entiende el sarcasmo, y la mayoría del tiempo Arthit tiene que explicarle las bromas que oyen en la televisión porque "Oon, las gallinas no saben lo que es un camino".

Kongpob siempre ha sido directo, alguien que va directo al grano, así que tal vez es eso lo que Arthit tiene que hacer.

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—Quiero tener sexo —espeta Arthit una tarde justo cuando Kongpob entra a la casa.

Él supone que esto es lo único que podría hacer a Kongpob darse cuenta de lo que ha estado pensando los últimos días.

—También quiero tener sexo, Oon —responde Kongpob casualmente.

Hay solamente un problema.

—Creo que debería regresar otro día —con una sonrisilla, M saca la cabeza de detrás de su novio. M da una palmada al hombro de Kongpob y añade—: Diviértete con tu sexo, Kong.

—Gracias, M —Kongpob se gira un instante para sonreírle a su amigo. —Regresa pronto.

La simple interacción entre los dos alienígenas tiene a Arthit avergonzado, poniéndolo rojo como un tomate.

Cuando Kongpob cierra las puertas y empieza a desabotonar su propia camisa...

—Espera —se detiene, mirándolo para preguntar—: ¿Deberíamos hacer un juego de roles? La mayoría de las veces es una relación de profesor-alumno, pero no sé cómo te sentirás al respecto.

—¿De qué hablas? —Responde Arthit detrás de sus palmas.

—Es lo que más me recomienda pornhub —Kongpob se encoge de hombros.

—¿Ves porno?

—¿De qué otra forma sabría en dónde poner mi pene?

Los ojos de Arthit se expanden. Kongpob no quiere solamente la misma cosa, sino que también ha estado investigando en páginas pornográficas. Y no sólo eso, porque aparentemente, Arthit será el pasivo.

—Genial —dice por lo bajo.

—¿A menos que no quieras?

—No, no... Yo... sólo creí que yo... ya sabes, al menos sería el de arriba —termina Arthit en un murmuro.

Esta será su primera vez y él de verdad creyó que podría ser el activo, él mismo lo ha investigado. Aunque Kongpob no parece pensar eso.

Kongpob se burla.

—Oye —mira furioso a su novio. —Estoy ofendido.

Kongpob alza sus manos a manera de defensa, caminando hacia él y dándole un beso a Arthit.

—Sólo bromeo, Oon —dice su novio. —Alice me preguntó quién está arriba y quién abajo en la cama...

—¿Qué le dijiste? —Los ojos de Arthit casi se salen de sus cuencas.

—Le dije que solía dormir en el piso —Kongpob ladea su cabeza antes de añadir—: pero que ahora duermo a tu lado.

—Al parecer eso no es a lo que se refería —continúa Kongpob. —Podemos tomar turnos si quieres.

—¿Tomar turnos en qué? —Arthit casi tiene miedo de preguntar, pero la atmósfera a su alrededor cambia de repente y las pupilas de Kongpob se oscurecen cuando su novio lo mira directamente de cerca.

Conteniendo la respiración, Arthit espera a que Kongpob se incline para susurrarle.

—Puedes follarme —muerde su oreja con suavidad— y luego yo te follaré —lo hace tan susurrante que las rodillas de Arthit casi se rinden ante su peso.

Kongpob, ese diablillo, se pavonea hacia su recámara, con su camisa semiabierta, y grita:

—¡Este pene no se va a chupar solo!

—¿De dónde aprendes estas cosas? —Susurra Arthit antes de seguir a su novio.

ExtraordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora