Día 27. Magazine model AU

390 73 2
                                    

Cuando las luces se encienden y las cámaras apuntan hacia ellos, se convierten en personas completamente distintas. El gesto inexpresivo de Shouto se transforma en una cálida sonrisa, y la cara de enfado de Katsuki se destensa. Dicen que eso es lo que hace a un buen modelo, la capacidad de interpretar al personaje que haga resaltar más la ropa que llevan puesta. Quizá esa habilidad es justo lo que les ha hecho triunfar en el mundo del modelaje. Los dos trabajan para la misma agencia, UA, nadie sabe qué significan las siglas, pero no existe nadie en el mundo de la moda que no haya oído hablar de ella. Los modelos que tiene en plantilla son lo mejor de lo mejor, una élite privilegiada tanto con belleza como talento, y renuevan cada año, por lo cual no es nada sencillo mantenerse durante mucho tiempo allí. Sin embargo, Bakugou Katsuki y Todoroki Shouto se las han arreglado para permanecer ahí por más de tres años, y recientes acontecimientos apuntan a que lo estarán durante unos cuantos más. En un evento celebrado hace unos meses, se anunció que ambos modelos se convertirían en la imagen de la compañía, ya que sus logros habían ayudado a incrementar su fama incluso más. No se puede pedir más. Solo hay un problema, un pequeño contratiempo que sus respectivos representantes no tuvieron en cuenta: que se detestan.

Da igual la situación en la que se encuentren, Bakugou y Todoroki siempre tienen que terminar discutiendo, aunque sea por una tontería. Son auténticos profesionales y son capaces de mantener la compostura una vez se enciende la cámara, sin embargo, el resto del tiempo no se soportan. Se critican, se insultan, y se burlan el uno del otro como si fueran críos de tres años en el parvulario. Sus representantes estaban desesperados con la situación, más porque estaban hartos de aguantarles que porque ocasionaran alguna clase de molestia a la hora de la verdad. De hecho, no lo hacían, y mientras siguiesen obteniendo resultados óptimos, el director había dicho que les dejasen tener sus rencillas. Eso sí, en el momento en que sus peleas afectasen a su rendimiento, él mismo se había comprometido a hablar con ellos en privado. Lo que nadie sabía era que nunca se sobrepasarían, porque incluso en aquellas veces interpretaban unos personajes, unos que se odiaban. No obstante, en cuanto cruzaban la puerta de su apartamento, las cosas cambiaban.

  -Así que soy un bastardo que no sabe ni cómo mirar a la cámara, ¿eh? -comentó Shouto, quitándose la chaqueta y posándola sobre el sofá.

  -Y yo, un borde que carece de registro de expresiones, así que siempre pone la misma cara, ¿no? -dijo Katsuki, recogiendo la prenda de ropa y colgándola del perchero de la entrada-. Bueno, ¿qué te apetece comer, bastardo que no sabe cómo mirar a la cámara?

  -Soba.

  -¿No puedes elegir otra cosa, para variar?

  -No, lo siento -replicó Todoroki-, es que, verás, al igual que tú solo tienes una expresión para las fotos, yo solo tengo una comida que quiero comer, así que quiero comerla siempre.

  -Qué gracioso eres -bufó con una sonrisa Bakugou, antes de proceder a agarrarle la nariz al otro chico y tirar de ella con fuerza-. ¿Cuánto soba quieres, capullo? No demasiado, no te vayas a poner gordo.

TodoBaku MonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora