Christian ha estado actuando raro, muy raro los últimos días. Entiendo que haber recuperado la vista le ha ayudado mucho en la academía, tanto que le ofrecieron el puesto del director.
Y es genial y lo apoyo, pero ahora pasa demasiado tiempo en el trabajo, o por lo menos ahí era donde yo creía que estaba.
— Maldito mentiroso — Gruño cuando lo veo salir de la escuela de música después del medio día.
Camina hasta su auto y lo veo tomar el teléfono antes de encender el motor. Mi teléfono vibra con una llamada entrante.
— Christian.
— Bebé, voy a salir más tarde porque tengo algunas facturas que revisar. ¿Necesitas que te lleve algo?
— ¿Cómo qué? — Gruño sin poder controlar mi tono.
— No sé, ¿Helado? ¿Pay de queso? ¿Tienes algún antojo en particular?
— Ninguno por el momento. ¿A qué hora llegas a casa?
— Las 6... Las 7 si hay mucho tráfico.
¿Qué?
— Bebé, ¿Cuánto tráfico puede haber en la cuadra entre la academia y el departamento?
— Si... No, me refería a ir al supermercado por tu helado. No te preocupes, te llamaré cuando me desocupe, ¿Está bien?
— Claro.
Termina la llamada y enciende su auto para dirigirse al norte, y como ya estoy metida en esto, lo sigo desde una distancia prudente.
Cuando me detengo en el semáforo, pongo el móvil en la base y conecto el manos libres para llamar a Kate.
— ¡Ana! — Me saluda con un grito.
— ¡Christian me engaña! — Chillo — ¡Te dije que está actuando raro!
— Uy, mierda. Ana, cuando lo sugerí lo hice de broma. No me refería a que de verdad te estuviera engañando ahora que puede ver a todas esas mujeres coqueteándole.
— ¡Kate! — Chillo más fuerte — ¿Y si es cierto? ¿Y si quiere recuperar el tiempo perdido?
— No, no lo creo, Ana. Él te ama, yo lo sé.
— Pero él no quiere estar conmigo, ¡Me está evitando!
— Espera — La escucho reír — ¿Esto no es como aquella vez que le dijiste que estabas embarazada?
— ¡Sigo embarazada! — Me quejo acariciando mi vientre — ¡Parezco una pelota!
— Aún creo que exageras, banana. Seguro todo estará bien, acuéstate un rato a dormir y deja que ese bebé descanse.
— No señora, hoy mismo averiguo qué pasa con Christian.
Toco el claxon para que el auto frente a mi se mueva rápido y pueda mantener el objetivo a la vista. ¿A dónde rayos va?
— ¿Estás conduciendo? — Pregunta Kate.
— Si, estoy siguiendo a Christian.
— ¿Por qué?
— Ya te lo dije, voy a descubrir si tiene una amante o algo así. ¿Ya te dije lo que pasó ayer?
— No.
— Le llamé para pedirle helado de moras y dijo que llegaba en 20 minutos, pero no llegó. Tardó una hora y sin una excusa creíble.
— Me cuesta creerte, pero ¿Deberías estar conduciendo? Es tu último mes, casi estoy segura que deberías estar en cama.
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Luz Y Sombras (Versión Fanfic)
FanficEs solo un trabajo, ¿Cierto? El trabajo más sencillo y una buena paga solo por leer libros a un chico. Sin embargo, siento que hay algo más que no se menciona en el pequeño anuncio del periódico. Pero como ya he aceptado el empleo, tendré que descub...