Hacerte Feliz (Yaoi VKook) [EDITANDO]

[18]

En menos de cinco minutos ya estaba sentado en el asiento del copiloto en el auto, Jackson estaba atrás jugando con mi perro y WheeIn conducía.

— No debí dejar que YeonTan viniera.

— Lo dejaremos en mi casa con mi mamá, relájate.

Miré por la ventana con mala cara, haciendo un leve puchero y frunciendo el ceño. Levanté la mirada cuando ví que algo llamó mi atención, pero no fue nada que interese.

Bueno, tal vez si interesó pero no me acuerdo.

Llegamos a la casa de WheeIn. Saludé a su madre desde el auto, no iba a salir, no quería que ella me viera demacrado. Jackson salió del auto y dejó a YeonTan en el suelo, el cual corrió como si no hubiese un mañana hacia la señora Jung a que esta lo tome en sus brazos. Luego de una corta conversación que tuvieron madre e hija, WheeIn volvió al auto y siguió conduciendo.

— ¿A dónde dijeron que vamos?

— ¿No te dijimos? Vamos a beber, TaeTae—Jackson me respondió haciendo rulos en mi cabello.

— Bueno, bueno. Pero sin pasarse de copas porque a los dos me los traigo por las greñas—respondió WheeIn mirando a Jackson por el retrovisor—. Mira, hablamos con NamJoon y nos contó que estabas algo decaído y tu vida se había vuelto una rutina, entonces decidimos sacarte a pasear un rato, pero si no quieres beber, haremos lo que tú quieras. Sólo queremos hacerte feliz.

Esas últimas dos palabras se quedaron en mi mente.

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La fiesta no estaba nada mal, música alta, todos bailando por todos lados, unos bebiendo, otros charlando. Otros cogiendo, también. Eran todos unos adolescentes hormonales, por unos momentos me sentí tan adulto ahí.

— Toma, TaeHyung—WheeIn me extendió un vaso rojo con algo dentro—. No tiene alcohol, lo prometo—eso me hizo pensar que el de ella si tenía—. Si quieres más, en la barra hay por montones.

Asentí y tomé el vaso, no quería emborracharme porque sé que soy mala copa; pero unas gotas de alcohol no me harían nada. Me levanté de donde estaba y fui a la barra, mi compañera estaba a mi lado mientras yo añadía un poco de licor en mi bebida, cuidando de que no se me pase la mano.

Estuvimos bebiendo un rato, paré justo antes de sentirme mareado. Estaba ebrio, pero también completamente consciente de lo que hacía y lo que pasaba a mi alrededor.

Pero, al parecer, Jackson no.

Estaba perreando hasta el suelo con unas chicas, se veía feliz, pero sus ojos estaban apagados. Su risa se escuchaba falsa cuando al final de cada canción bromeaba con las chicas con las que estaba. WheeIn seguía bebiendo, resiste muy bien el alcohol.

— ¡Hay un toro mecánico!—gritó alguien desde el piso de arriba del bar. Muchas personas, incluyendo a Jackson, subieron. Miré a la menor a mi lado.

— Sabe lo que hace—me respondió sin más.

Pero que gran mentira.

La tome de la mano e hice que subiera conmigo; si la tomaba del brazo o la muñeca, se vería como si la estuviese forzando y no quería ganarme líos por eso.

Al final de las escaleras nos detuvimos, Jackson bebía como loco, de todos y en todos lados. Me acerqué a él y puse mi mano en su hombro, él me miró y se echó a reír como si le hubiese contado el mejor chiste de todos. Caminó festejando hacia el toro mecánico y, una vez se bajó el que estaba, se subió él y comenzó el juego. Cabe decir que no terminó bien.