[14]

87 8 0
                                    

Correr por nuestras vidas era poco, no queríamos llegar tarde a la universidad pues el auto se había averiado y para más colmo un perro muy cabreado nos estaba persiguiendo. Mi trasero era muy bonito como para acabar con agujeros y marcas de dientes.

Llegamos a la universidad en cuestión de pocos minutos, ese no fue nuestro día, para nada. La primera clase inició como cualquier lunes, no era nada interesante ni nuevo, sólo escribimos un cuestionario de unas veinte preguntas para el exámen final que se aproximaba, cada segundo estaba más y más estresado, tanto que hasta podría decir que mi cabello se quedará gris para siempre por las canas.

Estaba sentado junto a JiSung, él sólo veía su cuaderno mientras hacía garabatos en una de las páginas con su lapicero rojo. El profesor estaba sentado en su escritorio hablando con unas muchachas, reían y sonreían a todo lo que él decía, pero se notaba a leguas que sólo querían pasar su materia y no repetir el semestre.

Un papelito golpeó mi cabeza cayendo sobre mi mesa, lo abrí para leerlo. Era una carta de amor con un poema, obviamente no era para mí, sólo fue desechada por alguien. La volví a arrugar y me levanté para dejarla en la papelera.

— ¿Qué era eso, hyung?—finalmente JiSung apartó su mirada del papel que estaba rayando.

— Eh, basura—dije dándole un tono obvio la respuesta.

— Oh, supongo que está bien—volvió a lo que estaba haciendo restándole total importancia, su interés por algo se iba muy rápido.

/////[∆🌟∆]/////

— ¡Hyung! ¡Hyung! ¡Préstame atención, TaeHyung hyung!

Giré los ojos.

Qué molesto.

— ¿Qué?—finalmente me giré y bajé un poco mi mirada para ver a JiMin, él sólo me miró igualmente. En sus ojos se notaba que quería pedirme algo.

— Necesito tu ayuda.

— ¿Para qué?

— Llévame a una sex shop.

Eso me tomó desprevenido. Se le notaba en la cara que estaba apenado, pero por otro lado bastante decidido. Me reí por dentro, lo hubiera hecho por fuera pero capaz se enojaría.

— ¿Y por qué yo?—me miró con cara de decepción— Pídeselo a YoonGi.

— Primero—alzó uno de sus deditos—; es para él, obvio no puedo llevarlo si es una sorpresa. Segundo—alzó otro dedito—; se lo pediría a JungKook pero no responde el celular. Tercero—levantó un tercer dedito, sus manos eran tan pequeñas—; no tengo a nadie más de confianza—terminó por hacer un puchero. Por una parte me halagó serle de confianza; pero por otra no se me cruzó por la mente que, viéndose tan inocente, vaya a hacer algo así.

— YoonGi te sacó lo inocente, ¿no?—ambos reímos. Fue un chiste malo, al parecer él lo hizo por pena y yo por seguirle el juego.

Luego de muchas súplicas siempre que me veía, terminé aceptando porque se estaba volviendo bastante fastidioso que se me subiera encima por la espalda a hacerme berrinche. El resto de los cambios de clase se veía sonriente y radiante, sus ojitos se cerraban cada vez que me veía pues sus labios se curvaban más para regalarme de sus sonrisas tan radiantes.

¿Cómo es que le haya tenido tanto rencor a un angelito tan dulce como él?

Salí unas horas antes, la profesora de literatura me dejó ir para continuar con los preparativos de la obra, al igual que otros compañeros. Entramos al auditorio y vimos a JiSoo, estaba acostada sobre el escenario con un cuaderno frente a ella, sus cabellos estaban todos despeinados y bajo sus ojos se notaban las ojeras. Se puso a morder un lapicero aún viendo su cuaderno.

— Hola—dijo NamJoon y un zapato salió volando hacia él, por supuesto que lo pudo esquivar a tiempo.

— ¡Cállate! ¡Ya casi acabo!—una ahora estresada JiSoo estaba frente a nosotros, nos sentamos esperando a ver qué hacía—¡No me miren! Me desconcentran.

Todos apartamos la mirada, yo pude verla de reojo mientras que escribía las palabras finales y se levantó de golpe gritando un "voilá"* que hizo que todos nos sobresaltemos. Ella tomó su cuaderno y salió del auditorio brincando en un sólo pie por haber lanzado su zapato.

— Artistas—dijo alguien entre nosotros, a lo que todos reímos. Seguido de eso subimos a la tarima frente a nosotros para comenzar a limpiar, sacar la utilería que no sirve y ponerla a un lado para hacer una nueva. Primero debíamos leer el guión, pero acomodar lo básico nunca estaba de más.

— NamJoon, por curiosidad, ¿quién te dió el dinero para producir la obra?—preguntó un chico que no conozco, desenroscando un palo de escoba para cambiarle el cepillo.

— SeokJin—respondió simple, me dejó sorprendido.

¿SeokJin?

.

.

.

*Voilá: palabra en  francés y significa "listo".

Sanie~

Hacerte Feliz (Yaoi VKook) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora