054

11 0 0
                                    

12:05 am. Hoy Min Kirin (mí perrita) dormirá a mi lado por primera vez.

Creo que paso bastante tiempo desde el último capítulo que escribí y la verdad no tengo ganas de escribir, pero lo necesito.

¿Por qué? Porque una persona no puedo sentirse tan decaído y cansado de todo como lo estoy yo, ahora.

Estoy harto.
Harto de mi familia, harto de mis amigos, harto de mi, harto de todos.

Quiero mandarlos a todos a una puta mierda y que se pudrán como los malditos parásitos que son.

A mi progenitor lo echaron de su casa como un maldito perro y ahora se está quedando en la nuestra, mi progenitora me trata como una basura igual que siempre y mi hermano es un maldito chupa almas que no puede dejarme ni 5 malditos y deseados minutos en paz.

Y ya estoy harto. Quiero largarme y jamás volver, pero luego recuerdo que no tendría a donde ir o quien y se me pasa.

Pero sigo con la rabia a flor de piel.

Entiendo que soy una mierda de persona.
Entiendo que no sirvo para nada.
Entiendo que soy un insensible.
Entiendo que soy frío, serio y cruel.
Entiendo que soy y siempre seré la oveja negra.
Que no debo ni necesito tener amigos o familia.
No lo merezco.
Lo entiendo, lo comprendo, lo aceptó.

Pero hay algo que no puedo entender... Que me culpen.

Puedo aceptar que aveces tengo la culpa y la asumo, pero otras veces ni siquiera he hecho algo malo o algo siquiera y ya todos me culpan, ignorando por completo lo que siento o intentando buscar una explicación, no. Siempre es y será mi culpa.

Soy esa clase de persona que siente que todo el peso del mundo está sobre sus hombros y encima me ponen más peso.

Es como si fuera a propósito... Aveces deseo con todas mis fuerzas tomar un cuchillo y asesinarlos a todos, destruir mi suplicio y llorar encima de sus cuerpos... Liberandome.

Luego recuerdo que yo no podría hacer eso.

—¿Por qué mierda siempre tenes que respirar? —¿Para vivir?

—Mh. —Suspiro* porque es la única manera de demostrar mi queja, porque si dijera todas las mierdas que pienso me golpearías como si no hubiera un perdón, porque yo siempre hago todo mal ¿no es así? Tan así que incluso te molesta que suspire cada vez que TÚ arruinas algo y yo debo arreglarlo porque eres demasiado inútil y cómoda como para hacerlo tú misma y por supuesto... La culpa la tuve yo. La tuve al nacer, al crecer, al vivir, al sonreír, al dejar de hacerlo, al ser luz y luego oscuridad... Al existir. ¿Y esta vez de quién fue la culpa? Tuya mamá, papá, hermano, tío, tía, primos, novios, amigos. Y el primer lugar se lo lleva... Ramé.

¿Quién es?

El autor de la historia.

Thoughts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora