Capítulo 20: Confesiones (primera parte)

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Brooke.

Me quedó un momento en silencio, procesando todo lo que acaba de pasar y lo que va a suceder. Estoy en medio de la nada, con un chico que ni conozco lo suficiente como para llamarlo amigo, estoy ensima de una colina a punto de confesar por primera vez en voz alta lo que sucedió aquel día. Suspiro y mantengo mi mirada en la nada, debo admitir que es un lugar muy bonito y tranquilo, lindo para venir a un día de campo con tus amigos o familia. Eso me da una interrogante que no me voy a callar.

— ¿Bienes aquí seguido con tus amigos o familia?.–pregunto curiosa regresando mi mirada a sus ojos que se encontraban observandome, sonríe nostálgico y niega.

— Puede que suene cliché y todo lo que quieras, pero... Realmente eres la primera persona que he traído aquí.–lo observo confundida. Dudo que yo haya sido la primera, digo es Keyden, el chico más lindo que puede haber en la preparatoria, tiene cientos de amigos, muchas chicas caídas por el, una familia perfecta, como puede guardarse un lugar tan genial para el, como puede no compartirlo con su familia, no se, con sus amigos, alguna chica con la que quiera pasar el rato, Wow estoy sonando muy superficial, soy la primera en odiar a ese tipo de personas y ahora estoy pensando estupideces.

>> ¿No vas a decir nada?.–pregunta el al ver que no digo palabra.

— No hay nada que decir al respecto. Mejor empecemos con las tontas confesiones antes de que me arrepienta.–digo regresando mi mirada a la nada.

— Aunque tuvieras posibilidad de retractarte al respecto, no te dejaría salir de aquí hasta que ambos hayamos hablado sobre lo que quedamos, así que... ¿Quien empieza?.–odio esto, ojalá no hubiera aceptado, o hubiera dejado que Dylan lo engañar con mi paradero, por que si, no era la primera vez que mi hermano engañaba a un chico que iba a buscarme. El siempre solía engañarlos diciéndoles que no estaba o que se yo. Pero el ya tenía tiempo haciéndolo sin que yo me diese cuenta, fue hace un tiempo que me percaté de lo que mi hermano hacía.

Fue como el año ante pasado, en ese entonces teníamos a un chico de mi edad que era nuestro vecino, también estaba en la misma escuela que yo y en algunas clases conmigo, nos hicimos buenos amigos, su nombre es Javier. El y yo solíamos juntarnos para las tareas que nos encargaban en pareja, muchas veces era un su casa, pero un día quede con el en que esa vez debería de ser en mi casa, el acepto, esa tarde fue a buscarme, yo estaba en mi habitación pero logré  escuchar que tocaban la puerta, no fui a abrirla por que escuche los pasos apresurados de mi hermano; me quedé acostada, el caso fue después cuando escuché un portazo, salí y mire a mi hermano con la cara roja y muy enojado, le pregunté quien había sido el que tocaba la puerta, el me respondió que se habían equivocado, sólo asentí y me regresé para mi habitación, toda esa tarde me la pasé esperando a Javier y el nunca llegó, a la mañana siguiente cuando yo iba saliendo y el estaba pasando justo en frente de mi casa; le pregunté por qué era que no había llegado la tarde anterior, el sólo respondió que mi hermano le había dicho que yo no me encontraba y que lo estaría esperando en el centro comercial de unas nueve cuadras más adelante, recuerdo haberme enojado tanto con mi hermano que no le hablé por tres días. Desde entonces, si espero a alguien (en especial chicos) les pido que me llamen antes o trato de abrir la puerta primero que Dylan.

Unos dedos en mi hombro me regresan a la estresante realidad. Doy un largo suspiro y sacudo mi hombro para que quite su mano de allí.

— Supongo que yo... Uff, Fue a mediados de mi segundo año de preparatoria. Yo en ese entonces no estaba en tu colegio, pero mi hermano si; siempre había preferido que mi hermano y yo estuviéramos en diferentes escuelas, ya que el siempre ha estado en la cima de la escala social, pero no fue hasta que entré a la preparatoria que mis padres aceptaron mi petición. Mi hermano solía llevar a sus amigos a la casa, nunca me interese en alguno de ellos, si, les hablaba y todo, pero nada pasaba más haya de un “hola”, la primera vez en la que conversé con Alan fue en una ocasión en la que mi hermano los había dejado solos y yo bajé a la cosina, los saludé a todos normal y entre en la cosina pero me di cuenta de que el también lo hizo tomando de excusa que tenía sed, le creí y hice como si nada, el problema fue cuando empezó a sacarme conversación, empezamos a hablar y el me pidió mi número, se lo di; esa misma noche me llamó y duramos horas hablando. Durante dos semanas nos conocimos y el me pidió ser su novia, de primero no quería, sabia muy bien de todo lo que mi hermano podía ser capaz, pero el me siguió rogando y alegando que me quería y que podíamos salir en secreto, como idiota me lo creí...–el seguía en silencio, escuchandome y observandome en todo momento.— No se como, pero mi hermano se enteró, fue a reclamarle a Alan y lo llevo hasta nuestra casa para que le aclaramos todo. Le confesé que estaba enamorada de su mejor amigo y el hizo lo mismo, me gritó que por que no se lo había contado y que no estaba de acuerdo con nuestra relación, que el no quería que me lastimara, que el lo conocía y que era un completo idiota con las chicas, el no quería que me utilizarán, no quería que me rompieran el corazón, el sólo quería cuidarme...–solté un sollozo y una pequeña lágrima traicionera bajo por mi mejilla. Keyden se apresura y me toma de ambas mejillas y limpia mis lágrimas, me da un pequeño y tierno beso en mi frente y me observa preocupado.

Prohibido Enamorarse.||Primera Parte De La Saga "Un Amor Imperfecto".||✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora