Donde la vida de Namjoon es normal tiene amigos y una familia que lo quiere.
Después de pensar en lo que iba a estudiar Namjoon, se prepara para ello. Cuando por fin puede ser enfermero, empieza a trabajar en el hospital más grande de Corea del Sur...
Me desperté sintiendo el dolor de cabeza y los ojos hinchados por tanto llorar, me estire y me levanté, yendo hacia la cocina a prepararme un cafe.
Mientras que esperaba qué el café se hiciera me senté .
—¿Qué voy hacer ahora?, tal vez Jimin me odie.—dije y me revolví el cabello.
Estoy tan estresado porque ahora probablemente Jimin me odie, no quiere que me vuelva acercar a Hoseok y yo no sabre que hacer. Quiero empacar e irme a cualquier parte del mundo menos estar aquí.
Una vez termine de desayunar, me cambie y baje las escaleras. camine hacia la puerta, agarre una bufanda, ya que hacia frio. Solamente quería salir y despejarme un rato.
Salí y cerré la puerta, camine por la calle viendo a niños jugar y otros chicos hablando o con sus celulares.
Seguí caminando despacio hacia adelante cuando vi a una señora tocándose el pecho y tosiendo.
Rapidamente fui hasta ella, cuando iba a hablarle cayo al piso.
Quedando boca arriba y que su bolsa se cayera.
—Señora ¡¿Estas bien?!—pregunte intentando que me contestara lo cual no hubo respuesta y haciendo que me empezara a preocupar más. —¡Alguien por favor ayúdenme!—grite viendo a todos lados pero no había nadie.
Suspire temeroso y busque en su bolso, si tenia algo para poder despertarla.
Había una jeringa de color amarrilla y era grande.
No sabia como usarla asi que la deje lado y seguí intentando ayudarla pero no despertaba.
—¡alguien! ¡ayuda! —grite con fuerza haciendo que mi garganta doliera un poco en el proceso.
Como no vi a nadie iba a seguir intentando despertarla pero una voz hizo que levantara la mirada encontrandome con un chico que llevaba la ropa negra y un gorro haciendo que no lo pudiera ver pero es como si el mundo se hubiera parada quedando solo nosotros dos. El empezó a correr hacia mi, haciendome sentir nervioso. Suspire y volvi la miraba a la señora.
Que se estaba poniendo mas palida de lo que era haciendo que me asustará.
—¿Que ha pasado? —Preguntó el chico mientras se agachaba y miraba a la señora, poniendo su mano en su cuello. Fijándose si tenia pulso.
—E-estaba caminando cuando vi que se tocaba el pecho y empezaba a toser. —le dije viendolo.
El me miro y asintió sacando su celular y llamar seguramente a la ambulancia.
Me di cuenta que tenia la jeringa al lado mío, así que lo agarre y se lo mostré.
—Yo encontré esto en su bolsa.—le dije, entonces el lo agarro y le saco la tapa dejando la aguja tomo el brazo de la señora y se lo clavo fuertemente en el.
Grite para luego tapar mi boca y verlo sorprendido.
A pocos segundos después la mujer abrio los ojos mientras tosia, haciendo que pudiera volver a respirar con tranquilidad.
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