Embarazado de mi Profesor (Snarry)

Mi hijo y los recuerdos

Unas familiares voces hicieron a Harry despertar lentamente de su tan cómodo descanso, no había estado soñando con nada realmente pero se sentía bastante relajado y le costó mucho abandonar esa paz.

- Ruidosos… - Se quejo al ver que las voces eran de sus mejores amigos discutiendo sobre lo pálido que lucía.

- ¡Harry! – Gritaron al mismo tiempo.

- Ese soy yo, Harry el que siempre termina en la enfermería Potter… - Dejo escapar una pequeña risa mientras se incorporaba un poco, para su sorpresa no sentía el cuerpo adolorido como la veces pasadas que termino en esas camillas.

- No es gracioso, Harry – Se quejo la chica cruzando los brazos.

- Si lo es, Herms. Deberían hacer que Harry viva aquí de por vida – Se burlo Ron.

- Bueno, al menos no tendría que dormir con el Profesor Snape – Le acompaño en la burla, aunque en realidad no era como si le molestara de verdad dormir en la misma cama que ese hombre. Llegaba a ser muy relajante…

- ¡Cierto! No tendrías que dormir en la misma cama que el, apuesto a que el tipo ronca en la noche ¿Verdad?

- Pues no lo he escuchado, quien sabe… - Aclaro el de esmeraldas.

- Ustedes nunca aprenden… - Se quejo la chica para luego suspirar, por más que los regañara seguían burlándose del hombre. – Y tú Harry deberías estar agradecido con el Profesor, el te ha traído hasta aquí.

- Soy su alumno, aunque me odie es su obligación traerme a la enfermería – Se defendió.

- Pero no es su obligación traerte cargado en brazos, podría haberte levitado si quería. Pero no lo hizo porque te veías muy mal…

- ¿En serio? Maldita sea, Malfoy debe estarse riendo de mí…

- No lo creo, tiene castigo durante dos semanas. – Le aclaro el pelirrojo.

- ¿Con quién? – Pregunto curioso.

- Con todos, cada profesor le dará un castigo. Serán dos semanas muy pesadas para el – Le respondió Hermione.

- Bien, se lo merece – Comento orgulloso el de lentes.

- Tu también mereces un castigo, Harry. Pero no te lo darán – Se quejo la chica.

- ¡¿Qué?! ¿Yo? ¡¿Por qué?! – Pregunto sorprendido y un poco enojado.

- ¡Porque no debiste lanzarte encima de Malfoy en tu estado! ¡Deberías de saber que ahora es muy peligroso que recibas un golpe! ¡No puedes meterte en peleas!

- ¡¿Mi estado?!

- ¡Si, Harry, tu estado! ¡Estás embarazado, esperas un hijo del profesor Snape! ¡Ya es hora de que lo aceptes, déjate de inmadureces y piensa más en el daño que le puedes ocasionar al bebé! – Le grito enojada, dejando salir lo que se había estado guardando esos días. - ¡Y si, dije bebé! ¡Tu hijo para ser más precisos! ¡Por qué eso es lo que es y ya es momento de que lo aceptes! ¡Porque tú más que nadie debes saber lo horrible que debe sentirse alguien al no tener el amor de sus padres! – Finalizó para luego salir echa una furia de la enfermería.

Harry solo se quedó en silencio mirando como la chica salía de la sala siendo perseguida por un pelirrojo preocupado que sabía que no era buena idea dejar a una Hermione Granger enojada sola.

“¡Porque tú más que nadie debes saber lo horrible que debe sentirse alguien al no tener el amor de sus padres!” Esa frase se repetía una y otra vez en su cabeza, doliendo cada vez más.