Embarazado de mi Profesor (Snarry)

La paz en la escoba y debajo del árbol

El resto del día después de la entrevista paso demasiado rápido, hablo un poco durante la cena con sus amigos sobre ello pero no profundizó en las preguntas y mucho menos en el dicho sexual muggle, esperaba que el entrevistador en serio no lo pusiera en el artículo…

No volvió a cruzar palabra con Snape durante la noche, de hecho se durmió primero que él pues por lo que vio estaba calificando algunos ensayos, lo bueno es que ya había acabado el suyo, mañana lo entregaría.

Respecto a dormir… bien, descanso bastante ahora que aceptaba que el olor que en esa cama lo tranquilizaba era el aroma de su profesor, probablemente nunca lo diría en voz alta pero al menos en su mente lo sabía.

Al día siguiente, cuando despertó siguió su rutina con normalidad, tuvo que reunir un gran valor para salir del despacho con paso tranquilo y no corriendo como bien habría querido hacer.

Y como ya era habitual: respiró hondo antes de entrar en el gran comedor, seguramente las lechuzas llegarían en algunos minutos… o segundos, más bien dicho. Para su mala suerte una vez que hubo hecho dos pasos dentro del lugar ya estaban llegando aquellos hermosos animales, se apresuró a sentarse mientras todos leían las copias del profeta de esa mañana.

Tomo su asiento entre Hermione y Ron como de costumbre, le serviría de escudo una vez que alguien hiciera preguntas al respecto sobre la portada, la cual podía ver de reojo en la mano del pelirrojo a su lado.

“Harry SnapePotter y su marido Severus Snape nos dan una entrevista en exclusiva”

Harry empezó a atragantarse con su jugo al leer solo el título de aquel artículo, si no fuese por las palmaditas de Hermione en su espalda seguro que se ahogaba y moría en pleno comedor.

- ¿Por qué… porque dice “SnapePotter”? – Logro articular mientras tocia.

- Ese es tu nombre, Harry… - Le respondió su amiga, alzando una ceja. – Espera, no me digas que no lo sabías… ¿Cómo has estado escribiendo tu nombre en las tareas estos meses?

- Claro que no lo sabía, he puesto Harry Potter como siempre, de cualquier manera no entiendo porque… ya sabes, eso…

- Estás casado, el profesor Snape es mayor que tu y aunque eres un adulto por tu matrimonio, aún sigues siendo menor de edad fuera de el y por lo tanto él debe darte su apellido. Deberías agradecer que Dumbledore le pidió al ministro que juntara tu apellido al del profesor y así no perdieras el “Potter” en tu nombre.

Ante la explicación solo pudo mirar hacia el director con expresión horrorizada y luego dejó caer su frente en la mesa como muchas otras veces.

- Odio mi vida…

- Compañero has dicho eso desde que empezó este año escolar – Le respondió Ron dándole palmadas en la espalda.

El desayuno transcurrió normal a pesar de los murmullos de la gente alrededor, está vez más que el texto el tema de conversación en las demás mesas era la foto de la portada, él lo admitía: la fotografía quedó de puta madre.

Se veían bien, incluso parecían que se querían y no era una farsa de matrimonio, como si en serio adorarán al otro y vivieran en un mundo propio en dónde solo importaban ellos dos. Vaya mentira…

Aunque Harry sabía que le gustó el suave y breve toque, no se le pasó por alto que Snape estuvo tenso durante ese momento, en serio debía odiar tocarlo y tal vez la excusa de creer que Harry tenía un trauma era solo una mentira para justificar el que nunca le ponía una mano encima.

“Tampoco es como si yo quisiera tanto que me tocase…” Pensó el menor saliendo del gran comedor rodeado de sus amigos.

Suspiro un poco al ver que está vez nadie le seguía aparte de sus dos inseparables, seguramente todos se quedaron dentro del gran comedor para seguir chismoseando del tema de la fotografía, del artículo no lo creía…