Accidentally together •Jaden Hossler•

4

Plática de pasillo

—Hola linda— al fin lo iba a ver de nuevo!!

— Hola... tu— no sabía su nombre y no tenía idea de cómo llamarlo, chico lindo de a un lado no era una opción o ¿si?

— Matt... Matthew Funke— muy bien ya se su nombre.

— Oh muy bien — caminé hacia el — Yo soy Maia Fisher.

Aunque estaba nerviosa trataba de que el tono de mi voz no soñara tan rato, algunas veces eso me traicionaba y me hacía lucir como tonta o solo como una persona muy rara.

— Muy lindo nombre Maia— sonreí.

— Gracias Matt — me devolvió la sonrisa. ¡Rayos que de verdad era lindo!

— Espero que después de lo de ayer hayas dormido bien— su voz tuvo un cambio a un tono más amigable.

— Oh de hecho si dormí bien— asintió.

— Pues cualquier otra cosa... ya sea queja o demás ya sabes donde estoy— se dio la media vuelta para seguir con su camino.

— Claro... — iba a decir algo más cuando observé que doblando el pasillo detrás de él venía un grupo de 4 chicos. Miré rápido sus caras y noté que uno de ellos se me hacía muy conocido, entre cerré los ojos para poder descifrar quien era.

Rayos
Era Jaden con otras personas que no conocía, di la vuelta y comencé a caminar rápido hacia el departamento de Josh. Llegando a la puerta empecé a tocar para que me dejara entrar pero el no se apuraba y los chicos se encontraban cada vez más cerca de mí.

Toque más fuerte pero el tonto de Josh parecía no escuchar o simplemente me ignoraba, quedaban unos metros para que pasaran frente a mí así que lo único que hice fue mirar el piso tratando de que no me reconociera el chico de pelo teñido.
Pensaba que había pasado sin saber quién era cuando miré en la dirección del grupo pero en vez de verlos ya lejos el cuerpo de Jaden frente a mi hizo que saltara del susto.
Estaba parado sin decir nada frente a mi y me miraba con sus bonitos ojos.

—Demonios me asustaste— dije rápido con una mano en el pecho.

—¿Acaso te estabas escondiendo? Por qué eso fue muy obvio— soltó una risa.

¿El chico era bipolar o algo?
El primer día que lo conocí fue un amor de persona, la segunda vez estaba enojado con la vida y ahora de nuevo se portaba amigable.

—Lo siento.

—¿Por qué siempre te disculpas? Esa es la palabra que más me has dicho.

—No lo sé solo lo hago.

Estaba siendo seca con mis palabra, y él lo estaba notando ya que su sonrisa se fue disminuyendo, le di la espalda para tocar de nuevo la puerta.

—Lamentó lo de ayer— dijo rápido— nos encontramos en un momento no tan bueno y mi novia se portó muy grosera.

Su novia, eh.

—No te preocupes entiendo que no quiera a ninguna chica cerca de su novio.

Dije y le restó importancia a mi comentario, al fin escuché la puerta abrir y a Josh mirarme con una sonrisa nerviosa, sabía que le reclamaría en dejarme afuera tanto tiempo.

—Oh... Jaden te encontramos de nuevo— sonreía inocentemente.

—Si esto ya parece raro— le respondió.

—¿Quieres pasar a comer algo?— le preguntó como si él fuera el que había hecho la comida y reí.

—No, gracias, unos amigos me están esperando así que nos vemos luego.

Dijo para después empezar a caminar por el pasillo y darnos una ultima sonrisa. Miré a Josh que soltó una risa nerviosa para después correr hacia dentro del lugar y ser perseguido por mí. Me había dejado afuera seguramente a propósito.

—Perdón pero me quedé escuchando la primera parte de su conversación detrás de la puerta.

Dijo desde adentro del baño en el que se había encerrado, yo tenía la mano sobre la perilla intentando abrir aunque el seguro estaba puesto por el otro lado.

— Por que lo hiciste si sabes que hablar con gente nueva no es lo mío— le dije y salió para darme un abrazo antes de que yo le diera un golpe.

—Perdóname mi hermosa y preciosa mejor amiga te juro que no lo volveré a hacer.

Reí por su disculpa pero aún así se había ganado un suave golpe en el estómago de mi parte, se agachó riendo después de recibir el golpe y nos dirigimos a la cocina para comer.

•

Terminamos de hacer todo a eso de las 7:40 así que aún quedaba tiempo para ver algunas películas y después irnos a dormir, las palomitas ya estaban servidas y Josh se encontraba buscando una opción en Netflix cuando la puerta sonó.
Me paré a ver quien era por el pequeño circulito de la puerta, era Jaden. Giré la perilla y enseguida me sonrió al ver que era yo la que abrió.

—Mis amigos ya se fueron...¿Puedo pasar?

—¡Jaden amigoooo!, pasa— Josh le respondió y reí para dejarlo entrar, ellos tenían mucho de que hablar para ponerse más al día desde ese campamento.

Tomó asiento con nosotros en él único sillón grande de la sala dejándome a mi en medio, en seguida se sentó y su aroma pegó en mi nariz, su perfume era muy agradable y olía como a limón.

—¿Qué perfume usas?— pregunté sin pena.

—¿Por qué? —dijo mientras olía la playera que llevaba puesta para recordar su propio aroma.

—Hueles muy bien... tal vez le puedas dar un poco a Josh el siempre apesta— dije y Jaden empezó a reír mientras Josh me golpeaba con una almohada.

Y en eso se basó nuestra noche, ver películas, hacer bromar y pelear por las palomitas.