Debemos habernos quedado dormidos, porque desperté con Julio todo desparramado encima de mí. Miré su reloj. Mierda, ¡eran más de las nueve! Guido ya debía estar en casa. Lo sacudí para que despertara.
—Hey, me tengo que ir son más de las nueve —dije intentando desenredarlo de mí.
Gimió. —Diez minutos más Ángel —murmuró soñoliento.
Sonreí, se veía tan lindo cuando estaba durmiendo. Reí mientras le hacía cosquillas.
—Julio no es de mañana, aún es noche, pero me tengo que ir. Guido se estará preguntado ¡dónde estoy! —expliqué, finalmente sacándolo de encima de mí y levantándome. Gimió y me tiró de regreso hacia él, sosteniéndome fuerte contra su cuerpo, sonriendo soñoliento. Reí
— ¡Detente! tengo que irme —dije riendo mientras mordisqueaba el lóbulo de mi oreja. Sacudió su cabeza.
—No, no quiero que te vayas —murmuró, mientras besaba mi cuello. Lo empuje y gruñó— Pero te voy a extrañar —lloriqueó, haciéndome reír incluso más.
—Te veré en una hora. De todas formas tengo tarea que hacer —dije, encogiéndome de hombros.
Suspiró con resignación.
—Sí, yo también —admitió, haciendo un pequeño puchero. Salí de su cama y fui hacia la puerta. —Hey espera, te acompañaré a la puerta.
—Agarró mi mano mientras caminábamos por el pasillo. Asomé la cabeza hacia el living.
—Adiós Lu. Adiós Julio —dije.
—Adiós cariño —respondió Julio Sr, sin sacar los ojos de la televisión. Lu me sonrió.
—Adiós Isabela. ¿Se divirtieron? —preguntó dándome un guiño.
Me sonrojé y asentí insegura de que mi voz pudiera salir si intentaba hablar. Julio rodó sus ojos, me llevó hasta la puerta de enfrente, contra la cual me presionó ligeramente y me besó hasta que me sentí un poco mareada.
—Te veo después de las 10, ¿de acuerdo? —susurró acariciando mi mejilla.
Camine rápidamente hacia mi casa, volteándome para sonreírle a Julio mientras atravesaba la puerta de enfrente. Bendito sea, él estaba parado en su porche, viendo para asegurarse de que llegara a salvo a casa y es que sólo vivía como a 9 metros.
Guido estaba sentado en el sofá, esperándome. Mientras pasaba por la puerta, me miró, con sus ojos estrechos con enojo.
—¿Dónde has estado? ¡Estaba preocupado!. Podrías haber dejado una nota o algo —dijo sacudiendo sus manos de manera desaprobadora.
—Lo siento, estaba en lo de Julio. Lu me invitó a que me quedara a cenar, y pensé, viendo que ya que no estabas aquí, en ir para no quedarme aquí sola —dije encogiéndome de hombros.
—¡Amo las cenas de Lu! —gimió, la expresión de enojo abandonando su rostro, para ser remplazada por una de celos.
—Bueno te perdiste una buena, hizo pastel casero y todo —me burlé, sonriendo malvadamente mientras se lamentaba.
—Bueno, yo disfruté de mi queso a la parrilla —bromeó, haciéndome reír.
—Voy a hacer mis tareas —Me volteé y comencé a dirigirme al pasillo para ir a mi cuarto.
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El Chico de la Ventana - Isulio
FanfictionIsabela todavía está emocionalmente temerosa por el abuso que ha sufrido a manos de su padre hace algunos años y Julio dejó de ser un niño fan de los Power Rangers y ahora es un seguro y coqueto jugador que nunca antes ha tenido una novia. Su relaci...