21. Reencuentro.

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“Lo malo de los reencuentros, es que cabe la posibilidad de que uno de los dos haya cambiado de forma radical... Pero si realmente se aman encontraran la manera de que una relación funcione a pesar de las dificultades que tengan que enfrentar”


T/n caminaban a pasos nerviosos y más al visualizar el lugar del encuentro, ¿Ya habrá llego?, se preguntan ya que solo faltaban menos de 10 minutos para la hora acordada. Cuando estaba a solo unos pasos de la entrada se detuvo.

—Tranquila T/n, nada malo puede suceder, como dijo Teru se tu misma, se tu misma —Se decía a si misma tratando de tomar el valor para verlo en persona.

Quedo de pie por unos segundos viendo como las personas entraban y salían de la cafetería dando unos pasos más para después dudar si seguir avanzando, no es que no quisiera verlo pero tenía miedo y sabiendo que irse así como así a solo minutos de verse no era buena idea y no pensaba en lo que Shota sentiría si se iba.

Dio la vuelta dispuesta a irse después le pediría a Shota perdón de mil formas posibles, ¿Tal vez la entendería?. Pero como si el destino estuviera empeñado en que se volvieran a ver, él se encontraba ahí y por la expresión que puso tampoco se esperaba ese encuentro, se quedaron viendo segundos que fueron eternos para ambos.

—Hola T/n —Aizawa fue él primero en hablar.

—H-Hola Shota —Ella a diferencia de él tartamudio un poco.

El silencio volvió después de eso, Aizawa desvío un poco la mirada, ella seguia siendo igual a como la recordaba con esa mirada que tanto le gustaba, esas facciones de su delicado rostro; seguia siendo hermosa para él.

—Yo este... Te vez hermosa T/n —Dice sonrojando a la fémina quien no se esperaba esas palabras no en ese momento.

—G-gracias... Tu también... Digo no hermosa bueno si hermoso este... te vez bien, te vez lindo —Eso último de dijo bajo pero entendible para él pelinegro sonriendo ante la timidez de la chica.

—Sigues siendo despistada T/n, entramos.

T/n asintió y ambos comenzaron a caminar hacia la cafetería, Aizawa abrió la puerta permitiéndole entrar la chica sentándose en una de las mesas del fondo y después ordenar el silencio volvio ambos desviaban la mirada de su contrarió y hubieran seguido en ese silencio de no ser nuevamente por el pelinegro.

—Sabes... Jamás crei volver a verte T/n, esto aun es irreal para mí que incluso podría atribuirlo a un sueño, te seré sincero estuve a punto de no venir por miedo pero no podía hacerte esto, no a tí —Ambos se veían a los ojos, Aizawa no podía negar que ese leve sonrojo de la chica la hacia ver mas tierna.

—Creo que no fui la única que pensó lo mismo, yo estuve a punto de irme pero justamente tu llegabas; se que eso iba a ser irrespetuoso contigo pero realmente él miedo y los nervios me invadió.

—Me alegro al haber llegado en el momento adecuando.

—Eso resulto ser bueno por que no iba a tener el valor de hablarte después de eso.

—Tienes razón, aunque yo hubieran insistido para que volvieras a hablarme.

Ambos rieron ante lo que ambos pensaban hacer y refiriéndose que eran unos adolescentes, su orden llego y después de agradecer continuaron hablando de cosas triviales como, ¿Como lograste ser maestro?, ¿Sus pacientes?, ¿Sus alumnos?, ¿Las dificultades de su profesión?, etc. Descubriendo cosas que no conocían de ambos y cosas que ya sabían del otro; fueron diluyendo ese miedo y nervios que tenían antes de verse, riendo por las anécdotas de ambos; un ambiente tranquilo y agradable los rodeaba, nunca se habían sentido tan bien de hablar de su vida con alguien sabiendo que eran escuchados.

¿Por que decidieron hablar de eso en lugar de los mensaje que se enviaban?; simple, querían eliminar los nervios y la incomodidad fueron 15 años que no se veían y querían volver a conocer a esa persona que los enamoro en su juventud, esa persona que sin esfuerzo lograba robarle sus pensamientos; ambos sabían que su amor era correspondido y querían intentar algo más pero querían disfrutar cada segundo en ese primer encuentro después de años.
Y así estuvieron durante 2 horas hablando de sus vidas, decidieron caminar al parque ya que era entendible que ambos querian dar un respiro fresco para poder seguir hablando con tranquilidad.

—¿Como se llama tu pequeño? —Pregunta Aizawa viendo como ella sonreía ante esa pregunta.

—Se llama Teru el brillo de mi vida, un niño travieso pero a la vez cariñoso.

—Lindo nombre, me gustaría algún día conocerlo.

—Y creo que el también quiere conocerte —Aizawa estaba sorprendido ante lo que dijo cosa que ella noto— Un día Teru vio los mensajes y aunque en un principio crei que se molestaría me dio a entender que no.

—Ya veo, solo esperó no causarle una mala impresión cuando lo conozca.

—No creo que eso suceda pero conociendo a mi hijo creo que te bombardeara con muchas preguntas —Ambos rieron y realmente a como la peliazul hablaba de su hijo mas ganas tenía Aizawa de conocer al menor.

—Entonces tendré que estar preparado para sus preguntas —Se detiene tomando la mano de la chica haciendo que ella lo volteará a ver sorprendida y generándole nervios por su tacto— T/n... Sobre lo que dicho en los mensajes, cada palabra que escribi es verdad y realmente me gustaría que nos diéramos una oportunidad para ser algo más que amigos, tal vez no fuimos los grandes amigos en la escuela y no hablabamos mucho pero si de algo puedo asegurar que al volver a verte mis sentimientos hacia ti nunca desaparecieron simplemente estaban guardados... ¿Que dices?, ¿Quisieras darme una oportunidad?.

Realmente para T/n todo era irreal, toda una ilusión, un sueño del cual no quería despertar.

—Claro que si Shota—habla suave producto de la timidez pero audible para su acompañante.

—Gracias —Con nervios el pelinegro fue acercando su mano al rostro de la chica, acariciando con amor su mejilla sin despegar la mirada de esos ojos que tanto deseaba volver a ver—, haré lo posible por compensar todos estos años que no nos vimos y poder darte todo el amor que tu mereces T/n.

Con valor él comenzó a acercarse lentamente dandole a entender a la chica lo que deseaba a hacer y tanto él como ella habían soñado con eso desde el instituto pero como ya sabemos nunca se atrevieron a confesarse y ahora ellos estaban muy consientes de su actuar, ambos eran adultos y entendía bien lo que estaba a punto de pasar.

Sus labios se unieron poco a poco fundiéndose en un beso, no era su primer beso pero si fue el primero que estaba lleno de amor mutuo, puro y sincero, un amor que a pesar de los años perduró en lo profundo de sus corazones y el cuál estaban dispuestos a dejar florecer ahora que esa persona estaba a su lado.

“Se vive en el corazon,
se lleva en el pensamiento,
se cultiva con devoción y
se revive en el reencuentro"

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