Strawberries And Cigarettes 💦|| AkaFuri ||

UNO

    Unos tímidos rayos de luz se colaban por la ventana a través de las cortinas de aquel hotel, iluminando la pálida piel de aquel chico que conoció esa madrugada, su cabello, tan rojo como un atardecer de verano, brillaban intensamente junto a su piel, pero el brillo que más opacaba aquello (y no es como si le molestasen) eran las pequeñas argollas y la corta cadena que colgaban de su oreja, sus largas pestañas rojizas lo imnotizaban, aunque estén inmóviles, su respiración era calmada, claramente de alguien durmiendo, pero aún no podía creer que se vea tan bien haciendo nada, Kouki creía que que estaba viendo a un ser celestial dormido sobre su pecho. Viéndolo así, parecía un dulce e inocente chico dormido, pero sabe, por su reciente experiencia con él, que era toda una bestia hambrienta de carne y calor.

    Se seguía preguntando cómo es que un chico tan... Así, pudo fijarse en él, pues sabe que había personas mucho más atractivas y dispuestas a todo por pasar la noche con él, digo, Kouki a penas lo vió y pensó que en realidad, EN VERDAD, aquel chico guapo solo quería encender su cigarrillo...

    — Mhg... —. el pelirrojo se remueve incómodo, al parecer porque los rayos del sol se intensificaron o tal vez porque sus pircing le dolían por la presión de su oreja contra el pecho del castaño.

    Kouki temía que, en realidad, se haya despertado por su penetrante mirada a su cuerpo desnudo.

    Suspiró aliviado cuando el pelirrojo volvió a quedarse quieto, sin indicios de querer levantarse.

   Aún se preguntaba... ¿Cómo llegó a esa situación...?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    Al a penas salir del bar, una fuerte corriente de aire le dió una cachetada, intensificando aún más su celo fruncido y sus labios abultados, sonrojando su nariz un poquito.

  'Ese bastardo...'

    Gruñó y su ceño se frunció aún más, sus manos salieron de sus bolsillos para revolver sus rebeldes cabellos castaños, tratando de calmar su ira.

    '¡HAAA! ¡ESE MALDITO BASTARDO PERVERTIDO! ¡SE LO MERECE!'.

    Mirá hacia el cielo nocturno, tapado por grises y densas nubes, seguramente nebaría esa noche, digo, es muy obvio, siendo una noche de diciembre cualquiera lo supondría, el día de ayer también lo hizo, lo esperaría con ansias, la nieve le relajaba, era suave y fría, una combinación que él amaba sentir sobre su piel, aunque claro, no lo siente muy seguido, pues es muy propenso a enfermarse, por mas que lo odie.

    Soltó un suspiro, de donde también salió una nube de vapor, claramente por el frío, su nariz se puso un poco rojita, al igual que sus pómulos, tuvo que taparlos con su bufanda para protegerlos, el cálido aliento que salía por su boca calentó su nariz.