ONCE

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    Abrió sus ojos cuando sintió su espalda descubierta fría, seguido de un escalofrío hasta sus brazos.
 
    Sentía su cabeza un poco mareada, pero cuando sus ojos por fin enfocaron a la fuente de calor bajo suyo, y vió una pequeña machita rojita sobre una preciosa piel trigueña, su mente se aclaró.

    Era el pecho de Kouki.

    Seijuro cada vez sentía más la necesidad ardiente de querer siempre dormir de esa manera con el castaño, y sabe que llegará el día en el que no podrá pegar un ojo si no es así.

    Una sonrisa perezosa se formó en sus labios y suspiró, mientras su mano acariciaba lentamente la piel de Kouki, delineando todos los chupones y mordidas que había dejado la noche anterior.

    'Fue... Genial...'

    Un Kouki ebrio era aún más descarado que un Kouki sobrio, decía sin vergüenza donde quería que lo tocara, pedía que dijera su nombre en su oído, toqueteaba todo el cuerpo de Seijuro con deseo, hasta había obligado a Seijuro a salir de él porque tenía ganas de chupar sus abdominales... Y lo que hay más abajo de ellos...

    Le gustaba que sea rudo...

    'Uff...'

    Fue una lástima que tuviera que callar los gemidos de Kouki, todo porque sus amigos estaban durmiendo en su sala de estar y si los despertaban, seguramente los interrumpirían.

    Si ese no hubiera sido el caso...

    Mordió su labio, tratando de ocultar su lujuriosa sonrisa, imaginando los fuertes gemidos de Kouki pidiendo más... Seguramente hubieran estado unas horas más de las que estuvieron..

     Lentamente, apoyando sus codos en la cama, se levantó. Los brazos de Kouki lo rodeaban, uno por su cintura y el otro pasaba por su espalda, con su mano en su cabello. Hizo todo lo posible para que Kouki no lo soltara, quería quedarse así toda la mañana, la tarde y la noche, no quería separarse de Kouki. Quería quedarse con él y seguir contemplando su bonito rostro.

    Cómo ahora...

    Kouki dormía con la boca abierta, respirando suavemente, de las comisuras caía un fino hilito de saliva. Sus ojos fueron bajando, está vez viendo las bellas líneas de su cuello y clavícula, llenas de chupones y mordidas. Bajando más, vió sus pezones desnudos (le había sacado los pircings), rojitos e inchados de tanto mordisquearlos y chuparlos. Luego vió el abdomen de Kouki, sus abdominales levemente marcados estaban llenos de chupones y mordidas también, se fijó principalmente en el pircing del ombligo, aquella fuente de placer que fue desconocida por Kouki hasta que llegó él. Finalmente llegó a su parte favorita, la entrepierna y piernas (principalmente, sus muslos), Kouki aún llevaba el culout blanco, la delicada tela cubría la intimidad de Kouki, pero los ojos de Seijuro ya habían memorizado absolutamente todo de su cuerpo, hasta en donde estaban cada lunar. Su mano fue, inconcientemente, hacia su muslo y lo apretó, Seijuro amaba los muslos de Kouki, era el lugar en donde había más marcas hechas por su propia boca, de sus dedos y de sus uñas, ya de por sí Kouki lo vuelve loco, verlo con sus piernas desnudas lo enloquecía aún más.

    — Hummm... Tan temprano y tan travieso. Eres un pervertido, Seijuro...

    'Dios... Su voz...'

    La perezosa voz de Kouki salió más gruesa y ronca de lo normal, perezosa, tal vez por exigir demasiado su voz la noche anterior, pero a Seijuro le encantó. Fue un deleite.

    Seijuro no dijo nada, en cambio, miró a Kouki, él tenía una sonrisa juguetona y un leve rubor en sus mejillas, aunque sus ojos estaban casi cerrados por el sueño, tenía una mirada adormilada que lo hacía ver muy tierno. Las manos de Kouki presionaron el cuerpo de Seijuro, haciendo que sus cuerpo se volvieran a pegar.

Strawberries And Cigarettes 💦|| AkaFuri ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora