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Jimin despertó en un lugar desconocido, a primera instancia se dio cuenta que sus manos y pies estaban amarrados, se encontraba sentado en una silla, era una habitación vacía, su cabeza puzo con dolor, cerro los ojos gruñendo por lo bajo, parpadeo tratando de mejorar su visión.

Quiso hablar pero tenía cinta en la boca, de inmediato los recuerdos de lo sucedido atacaron su mente, sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar la manera en la que lo tomaron alejándolo de su hijo, el miedo se acrecentó ¿Y si este también estaba en ese lugar? Comenzó a llorar, gritando ahogadamente, temiendo lo peor.

La puerta de aquel lugar se abrió, sus ojos enfocaron al hombre que entraba, sus ojos se abrieron llenos de sorpresa que paso a ser furia, ahí frente a él, con una sonrisa siniestra estaba Taemin, quien creía su amigo, con quien había recuperado el contacto y le había apoyado emocionalmente ahora que Taehyun estaba enfermo.

-Veo que despertaste cariño.-se acercó para acariciar sus cabellos, Jimin se removió de inmediato. -Oh, Jiminie, no tienes que ser tan grosero. Te he extrañado.

Jimin le miró con odio, Temin comenzó a reír, se paseó por la habitación. -Aquí nadie nos podrá encontrar, podremos ser felices mi vida, no sabes lo mucho que esperé este momento, desde que éramos jóvenes supe que nuestro destino era estar juntos y luché para que así fuera. Te amo Jimin -dijo mirándolo-Todo lo que he hecho es para tenerte en mi vida, ahora nadie nos va a separar, no te preocupes por el niño, él se quedará con Yoongi, tu y yo tendremos más, mucho más hermosos, te lo aseguro.

Se acercó para quitarle con cuidado la cinta de la boca, Jimin griñó -¡Me das asco, maldito enfermo!

-No es enfermedad, es amor mi vida y sé que llegarás a anarme. Sin Yoongi en el camino lo harás.

Jimin negó, con las lágrimas recorriendo sus mejillas. -¡Eso jamás va a pasar! ¡Nunca me enamoraré de ti!

-Eso lo veremos Jimin.
















El inspector Lee miraba a sus hombres trabajar arduamente para rastrear a Park Jimin, en la sala de interrogatorios se encontraba Kim Jisoo quien negaba saber algo sobre el paradero del muchacho, la sonrisa cínica de la chica le asqueaba, quería ver cómo mantendría esa sonrisa cuando supiera que su padre estaba detenido y que el juicio en contra de sus negocios fraudulentos, que incluían lavado de dinero y estafa, estaba en proceso, no saldrían de la cárcel en un largo tiempo.

-¡Lo tengo!-dijo el investigador mirando el ordenador.-Esta en la ruta 44, cerca de la interestatal y la carretera a Busan, tenemos que movernos cuanto antes.

-Muy bien, preparen a los hombres, tenemos que organizar un rescate, quiero que sean cuidadoso porque no sabemos si están armados.














Yoongi estaba desesperado, tenía entre sus manos una taza de café, su padre estaba a su lado, ambos en silencio esperaban noticias de Jimin. Se mantenía al tanto de Taehyung, quería saber todo acerca de su hijo, este aún estaba afectado por lo que había visto.

-Lo lamento-dijo con un suspiro-No debí aceptar aquello, debí de dejarte decidir sobre tu vida, pero, te vi tan solo que pensé que esto te ayudaría,  como bien sabes mi matrimonio también fue arreglado, pero, tu madre y yo nos enamoramos, creí que eso sucedería contigo. Si hubiera sabido lo que estaba pasando te juro que jamás lo hubiera hecho.

Yoongi suspiro.-No creo que eso importe en estos momentos, lo único en lo que puedo pensar es en Jimin, si algo le pasa papá yo muero...tuvo que pasar mucho tiempo para nuestro reencuentro, hay muchas cosas que quiero disfrutar a su lado, ver por la salud de nuestro hijo, casarnos y ser felices. 

-Él va a estar bien, lo entiendo, te comprendo a la perfección, yo daría todo para que tu madre estuviera sana.-suspiro con los ojos cristalinos. 

El acercamiento entre ambos en esos momentos de dolor y tensión, aligeraba el peso que Yoongi cargaba en sus hombros.























Taemin estaba listo para tomar a Jimin, había esperado años por aquello, sus manos temblaban imaginandose tocar ese hermoso cuerpo, sus labios hicieron una mueca que se acercaba a una sonrisa macabra. Justo cuando estaba por besarlo, uno de los hombres que les cuidaban entro. 

-La policía esta cerca, tienes que salir de aquí -anunció.

Los ojos de Jimin se abrieron. -¡Déjame ir Taemin! 

-¡Cállate, tú no te irás! llévalo al auto-ordeno antes de salir de la habitación, tomó su teléfono intentando llamar a Jisoo, su nueva amiga, aquella mujer que le había garantizado que tendría a Jimin sin problema alguno, no estaba haciendo la parte que le tocaba y eso lo tenía furico, por más que intentó contactarla no lo logró, gruñó aventando el celular a la pared y tomando sus cabellos con furia, estaba perdido, sin embargo, no dejaría que nadie le apartara de su Jimin.

El auto estuvo listo en cuestión de minutos, Jimin estaba en el asiento del copiloto amarrado del torso, imposibilitándolo para moverse, él entro en el asiento del conductor y prendió el auto, estaba sudando, la adrenalina recorría su cuerpo, miró a Jimin quien lloriqueaba mirando a la ventana, sabiendo que era el fin, que nadie le encontraría. 

-Bien mi amor, vámonos de aquí -sonrió de oreja a oreja. 

Se puso en marcha, a gran velocidad entró en la carretera que lo llevaba a Busan, Jimin miraba asustado como dejaban atrás los árboles a gran velocidad, las sirenas de las patrullas se escuchaban a lo lejos, sollozó, porque estaba perdido, la mirada siniestra de Taemin le aterraban, este comenzó a reír como desquiciado, justo cuando estaban pasando por un acantilado. 

-¡Si no eres mío, no serás de nadie!-gritó mirándolo antes de dar un volantazo hacía la derecha.

Los agentes fueron testigos de como el auto deportivo negro caría al barranco a gran velocidad. 















El reencuentro *Yoonmin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora