000| Prólogo

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El océano siempre había sido un misterio para todos. Jamás se exploró sus profundidades como tanto deseaba el ser humano. Sin embargo, un chico logró descifrar aquel enigma sin desearlo, pues un joven le mostró las maravillas del océano y la tierra...y algo más.

La historia que contaré hoy sucedió hace no mucho, en un reino lejano dónde un príncipe conoció el amor de una manera inesperada.

Noviembre, 2008

En las profundidades del océano, un hombre de melena castaña y mechas blancas por la edad miraba con severidad a sus hijas, esperando explicaciones.

-¿Cómo es posible que lo dejaran solo? -El hombre se acercó a su hija mayor, la cual bajó la cabeza ante el reclamo-. Saben que es un niño aún, puede lesionarse. Él es el único que necesita ayuda.

-Padre, tiene dieciocho, sabe cuidarse. -Attina miró de reojo a las menores, notando como Adella y Alana volteaban a ver hacia otro lugar, ocultando algo-. Sabrá regresar por su cuenta, ya lo verás.

-¿Y si no? Es el siguiente rey del océano, Attina. Su única responsabilidad como hermanas mayores es cuidarlo hasta que cumpla los veintiuno y pueda tomar el trono.

-Viendo lo vago que es dudo que quiera ser rey, ya ven que se la pasa juntando cachivaches y basura de los humanos -murmuró Arista con cierta molestia, acomodando mejor su peineta y cruzándose de brazos con el celo levemente fruncido, orgullosa de que al menos sus hermanas rieran y le dieran la razón.

Tritón la miró con severidad, acercándose a dónde ella estaba.

-¿Crees que no oigo todas las barbaridades que hablas sobre tu hermano? Él es aventurero como cualquier joven, digno de confianza. Él es lo que ninguna de ustedes pudo.

Todas bajaron la cabeza, sabiendo de lo que hablaba su padre. Ellas simplemente eran princesas, hijas del rey de los siete mares. Él era el único descendiente varón, por lo que aunque fuera el menor de todos él tomaría el trono.

-Padre, denos unas horas para buscarlo, no puede estar lejos de los límites. -Andrina, la segunda menor de las hijas de tritón se atrevió a hablar al fin, notando como su padre se acercaba con prontitud a ella.

-¿Y si ha decidido desobedecerme e ir a ver el mundo de los humanos? Sabes lo testarudo e inconsciente que puede ser cuando quiere algo.

-La pregunta es cuándo no hace berrinches por no poder explorar... -murmuró por lo bajo Adella, haciendo que Attina jalara su cabello con suavidad como llamada de atención, arruinando de paso su coleta.

Tritón miró a sus seis hijas, preguntándose por qué todas parecían empeñadas en hacer que él perdiera los estribos. Decidido tomó su tridente, dando media vuelta para ver a su más leal trabajador.

-Sebastián. -El cangrejo se puso recto en su sitio, esperando la indicación de su rey-. Quiero que busques a mi hijo y lo traigas antes de la presentación. No quiero problemas esta noche.

-Claro que no habrá problemas, su majestad. -Sebastián sonrió con falsa despreocupación, casi corriendo al ver la silueta de su superior desaparecer-. Solo espero que haya ido a dónde Flounder mencionó...

⏯️

NUEVA HISTORIA!

Dios! No creí que comenzaría otra historia tan pronto, pero me ha vuelto la inspiración, y quiero escribir.

Espero les guste esta nueva historia mis amores 💕 la hago con mucho amor al igual que mis otras obras.

Atte. Elizabeth Min

𝚃𝚑𝚎 𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙼𝚎𝚛𝚖𝚊𝚒𝚍 [𝙳𝚢𝚕𝚖𝚊𝚜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora