𝚃𝚑𝚎 𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝙼𝚎𝚛𝚖𝚊𝚒𝚍 [𝙳𝚢𝚕𝚖𝚊𝚜]

004| Parte de él

🎶 El yo de ayer, el yo de hoy, el yo de mañana. Estoy aprendiendo cómo amarme a mí mismo. Sin perderme una sola parte, sin dejar un solo hueco. Todo de mí 🎶

🔱 Love Myself

Ariel releía un libro sobre la historia del mar, tratando de alejar todo aburrimiento de su mente. Tenía la noche libre y debía dormir temprano para un desayuno con gente de la élite con tal de negociar unos detalles en los cuales su padre estaba inconforme. Fue cosa de segundos para que lo cerrara y aventara lejos de él, desesperado.

Tomó su cabello y lo hizo hacia atrás, dejando caer su cabeza con cansancio.

"Quiero explorar". El rubio suspiró cansino, cerrando sus ojos para descansar y, como si de un mal chiste se tratara, recordó su última exploración en aquel barco, cuando su padre le condenó a entrenar y prepararse para ser rey.

—Ariel, Ariel, ¿ya te desocupaste por hoy? —Flounder entró a su habitación para rodearle por completo, dándole a su mejor amigo tiempo para reaccionar.

El rubio abrió los ojos con pereza, solo siendo consciente de que su amigo lo intentaba arrastrar fuera de su cama. Necesitó unos segundos para seguirle el juego y ser guiado fuera de su habitación y hogar, siendo detenido a medio camino por un cangrejo rojizo que conocía muy bien.

—¿A dónde vas a estas horas, Ariel?

—Solo daré una vuelta con Flounder. No puedo dormir.

Sebastián asintió calmado, pues aunque el joven príncipe no supiera nada, él sí sabía a dónde se dirigía.

—Bien, pero que tú padre no se entere. Avísame cuando llegues, por favor.

Ariel asintió con emoción, tomando al crustáceo entre sus manos para darle un beso en la cabeza y luego seguir sin pena su camino, teniendo energías renovadas.

|| The Little Mermaid ||

—Flounder...—El tritón le siguió el ritmo, sabiendo a dónde estaban entrando.

Cuando sus ojos al fin captaron sus preciados tesoros, sintió un fuerte dolor en su pecho, pues recordó los momentos vividos en esas búsquedas interminables. Una vez totalmente al centro de esa cueva vio con atención todo lo que había recolectado, tomando entre sus manos un tenedor y quedar acostado.

Flounder, por su parte, solo se mantenía al margen en espera de una reacción, deseando que su amigo reaccionara al ver lo que tanto amaba años atrás.

—Oh, Flounder...—El oji ámbar miró con tristeza el objeto, pasando su vista por todo lo que amaba hasta dar nuevamente con el tenedor—. Si tan solo pudiera hacerle ver que no veo las cosas como él lo hace —su voz sonó cansada, agotada. No sabía a quién debía pedir para que sus plegarias fueran escuchadas—. No es posible que un mundo que hace tantas maravillas sea tan malo...

¿Que tengo aquí? Que lindo es
es un tesoro que descubri,
es muy
simple decir que no hay mas que pedir.

Flounder abrió los ojos más de lo normal. Ariel llevaba años sin cantar, y ahora sonaba tan...

¿Que es lo que ves a tu alrededor?
Tanta abundancia tanto esplendor,
me hace pensar que yo,
no...necesito mas

Regalitos así tengo miles,
aunque aveces no sepa que son.

El chico husmeó entre sus cajones, tomando una caja para mostrarla ante Flounder.