Prólogo 2

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Charlotte



—Señorita Wings, nos iremos en diez minutos— me informa uno de los médicos auxiliares. Agradezco con una sonrisa y un "gracias".

Lo veo alejarse hacia el grupo de otros médicos que también vendrán con nosotros. Somos diez en total, algunos solo se quedarán pocos días en Boston, otros, como yo, nos quedaremos permanentemente.

Si hubiera sabido que terminaría siendo jefa a los veintitrés años, habría escogido California desde el principio. A pesar de las cosas que ocurrieron no habría cambiado las decisiones porque entonces no tendría a un precioso ángel en mi vientre.

Llevo ambas manos hacia este, sin poder ocultar mi sonrisa y emoción ante la idea de ser madre. Son de esas cosas que no te esperas, pero terminan por traerte una felicidad que nos sabias podrías sentir.

Este bebé es la razón por la que acepte este trabajo. Alejarme de todo ese ambiente y de toda la hostilidad de Kayden es lo mejor que puedo hacer por los tres.

Pensé que podría vivir allí, y hasta enterarme de este bebé lo seguía pensando. Sin embargo, me puse a pensar en todo lo que ocurriría si Kayden se enterase de mi situación.

Muchas veces me repitió que no pensara una familia, que aún no estaba listo y que no insistiera con el tema. No podría soportar ver el desprecio y la decepción en su mirada al darle la noticia. Con los últimos acontecimientos sucedidos entre nosotros, podría llegar a pensar lo peor.

No quiero que mi hijo crezca con la hostilidad de su padre. Quiero todo lo bueno del mundo para él. Y si eso significa no decirle a Kayden de su existencia, entonces lo haré.

Con el paso del tiempo, quizás en uno cinco o seis años, pueda regresar sin que él sepa que este bebé es suyo.

Soy completamente capaz de criarlo sin su ayuda. Soy más que una mujer competente.

Nadie sabe aún de él, ni Amber, ni mis padres. Planeo decírselos en uno meses que este allá. Inventando alguna excusa, quizás durante una noche de borrachera o mis ganas de querer sexo, un condón roto, un hombre que no volví a ver y me un bebé en camino, cualquier excusa lo suficientemente creíble.

—Lo tengo todo arreglado, bebé. Tu y yo estaremos bien— llegué a Oakland sin saber lo que me esperaría, durante mi camino encontré a personas maravillosas entre ellas Amber y una plantilla que se convirtió en mi familia. Alejarme de ellos no es fácil, esa era una de las razones por las que le había dicho a Bob que no en constantes ocasiones.

Incluso cuando sucedió lo de Kayden seguí diciéndole que no, hasta que recibí está noticia.

Esto lo cambio todo.

Sin embargo, el que me vaya a Boston no significa que dejaré de estar en contacto con los chicos. Espero que, con el paso del tiempo, Kayden y yo podamos sanar y por lo menos ser amigos, como lo fuimos en un inicio.

Él es la razón principal por la que decía que no. El pensar en alejarme de él es algo que no puedo soportar, incluso ahora, me duele dejarlo, pero creo estar haciendo lo correcto.

¿Qué razón puedo tener para quedarme?

Ninguna.

Kayden no me ha dado ninguna. Ni siquiera, cuando fue a verme esa vez dijo algo que me convenciera de quedarme. Solo recalcó lo que siempre he hemos sabido: que lo amo. Y no volveré a amar a nadie como a él.

Fuera del Juego (#2 Golden State)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora