Jace Wayland ❌ The shadowhunters

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—Hola Kat— me saluda Henry.

Tomó asiento en la silla y observo el computador por horas, esa es mi rutina de hace aproximadamente una semana. Valentine está suelto y además no hemos sabido nada de Sebastián y su hermana está muy preocupada.

Cada lugar tiene su leyenda y digamos que yo soy una aquí, pero increíblemente me supera Jace Wayland, creo que él supera a todos en el mundo.

Veo pasar a Lydia, la hermana de Sebastián.

—Lydia— me pongo de pie y la sigo—¿Has sabido algo de Sebastián?.

—No, pero espero saberlo pronto— dice mirándome unos segundos para enseguida irse.

Camino hacia donde la jefa del instituto, tocó la puerta y espero que me autorice a entrar.

—Pasa—escuchó, entro y me pongo de pie frente a ella.

—Hola— le sonrió—Sigo observando las cámaras, pero Valentine no aparece por aquí.

—Debe estar cerca de su hija, Clary Farchaild — dice mirándome.

—Si, además todavía no sabemos nada de Sebastián—me cruzo de brazos—No tengo un buen presentimiento.

—Yo tampoco— Jess me mira—Creo que deberías ir a investir sobre Sebastián y si el instituto de Nueva York está patas para arriba.

—Claro, sería todo un placer— le sonrió—Nos vemos pronto.

Salgo del lugar y voy hacia mi cuarto para cambiarme de ropa, luego voy hacia la Armas y tomo la espada y algunos cuchillos.

—¿Donde vas?— me pregunta Henry.

—A divertirme un poco— le sonrió—Pásala bien sin mi.

—Nadie puede—sonríe.

Abro el portal y paso, al hacerlo lo que veo al llegar a ese instituto es mucha gente apuntándome  con armas.

—Vaya, que recibimiento este— digo quiera observando a todos los que me apuntan—Pensé que en Estados Unidos todos eran más amables.

—¿Quien eres ?— pregunta un rubio, claro que es Jace Wayland.

—¿Debería arrodillarme ?— preguntó de forma burlona— Eres toda una leyenda Jace Wayland.

—¿Como sabes quién soy?— pregunta, parece asustado.

—Bajen sus Armas— aparece Alec Lightwood.

—Alguien cuerdo aquí— sonrió, todos bajan sus Armas

—Viene del instituto de Londres— habla Alec.

—¿Como lo sabes?— le pregunta Jace.

—Porque Jess envío una nota diciéndolo— dice Alec—Es un gusto Katherine.

—Igual Alexander — estrechó su mano—Pero puedes llamarme Kat.

—Todos vuelvan a trabajar — le ordena Alec, todos se marchan—Puedes llamarme Alec, todos lo hacen.

—¿Tú eres Katherine Flisher?— pregunta Jace.

—Lo que comes lo que adivinas— digo mientras observo el lugar—Lindo lugar por cierto. Sabes por lo que vengo, Alec.

—Si, necesito que me acompañes— Alec me hace un gesto, debo suponer que es a su oficina.

Al llegar él abre la puerta y tomó asiento, en el lugar está Clary Farchaild, Isabelle y Jace.

—¿Me van a hacer una comida de bienvenida?— preguntó mirándolos con una sonrisa.

—No, tenemos que hablar de Sebastián—Alec parece serio, me tenso.

—¿Que pasó?—preguntó.

—Sebastián está muerto, el original Sebastián nunca llegó aquí— dice mirándome—Fue poseído.

—Maldición — susurro con una mano en mi boca—¿Valentine cierto?—Alec asiente—Ese hijo de perra.

—Lo lamentamos, sabíamos que era importante — dice Isabelle.

—Si, lo lamento mucho más por su hermana que todavía lo espera— digo mirándola—Bueno, es hora.

Me pongo de pie, todos me miran.

—¿De que ?—pregunta Jace.

—De atrapar a ese desgraciado— les sonrió—¿Creen que me iré así nada más? No, yo me quedaré a ayudarlos.

  Todos se miran entre sí.

                           (...)
Un año después.

Habíamos vencido a Valentine y Clary había vuelto a su mundo, se había olvidado de este.

—¿Estás bien?— preguntó desde atrás abrazándolo desde los hombros.

—Sabes, todavía no logró comprender que dices con ese acento inglés—dice, tomó asiento en sus piernas.

—¿En que tanto trabajas cielo?—preguntó mirándolo.

—Solo hay que seguir manteniendo el orden— me sonríe.

—Alec debe estar orgulloso de tener un parabatai como tú— juego con su cabello.

—Sabes que es inapropiada esta escena — me mira con una sonrisa.

Desde que me quede nunca más me logré ir de aquí. Digamos que Jace hizo algo en mi, aunque al principio lo odiaba, pero de alguna forma supimos entendernos.

—¿Desde cuando te importan las reglas?— preguntó poniéndome de pie.

—Vamos, tenemos trabajo que hacer—toma mi mano y caminamos hacia la calle.

One shots/ Multifandom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora