One shots/ Multifandom

Klaus Mikaelson ❌ The originals

Cuenta la leyenda que Klaus Mikaelson si se enamoró alguna vez en su vida, en una época algo lejana al presente que estaba viviendo en Nueva Orleans, no muchos saben la existencia de esto y los que saben se dieron cuenta que ella fue y en parte será la mayor debilidad de su vida. Antes de eso si existía en algún lugar un Klaus que tenía amor para dar, pero como sabemos no siempre existen los finales felices. Klaus siempre conseguía lo que quería en su vida, pero hay algo que no pudo conseguir.

—Hola Sasha— saludo Camille a su amiga que se encontraba preparando algunos tragos en la barra.

Camille trabajaba como camarera en un bar de Nueva York, aunque en los ochenta no se veía a muchas mujeres trabajando en bares a ella no le importaba en lo más absoluto.

—¿Como te a ido?— preguntó a su amiga mientras se colocaba un delantal.

—Se podría decir que bien— respondió—Creo que otra vez hay alguien mirándote.

Camille se giro encontrándose otra vez con la mirada de Klaus, venía seguido.

—Tengo que decir que los tragos aquí no son lo mejor y mucho menos él lugar— le dice su amiga, Camille la mira—Así que creo que viene por otra cosa. Las chicas están ocupadas así que creo que deberías ir tú.

Camille solo ríe y fue para allá.

—Hola Klaus— digo la chica mirándolo—¿Que te trae otra noche por aquí?.

—Me gustaría beber algo— el chico tenía una linda sonrisa—Y que tú me acompañes un rato.

—Sabes que no puedo— le sonrió—Te traeré un whisky y vuelvo .

Vuelvo hacia la barra.

—Un whisky— le digo a Sasha.

—¿Y que te dijo?— pregunta mientras lo prepara.

—Quiere que me siente junto a él, está dementé—rio.

—Ve, no creo que Frank lo noté, además no hay mucha gente que digamos— me alienta mi amiga.

Tomó el vaso y vuelvo hacia allá.

—Aquí está— tomo asiento frente a él—Solo serán unos minutos. Y bueno ¿que te trae a Nueva York?.

—A todos los que los trae aquí— dice para enseguida beber un poco del vaso—Pasarla bien y negocios.

—Ya veo— lo miro fijamente, tiene algo fascinante—¿Y has encontrado lo que quieres?.

—Sería un mentiroso al decir que no– ríe.

—Tengo que volver a trabajar, lo siento— me pongo de pie—Espero volver a verte, si es que no te vas.

—Creo que me quedaré un poco más, amor— me sonríe, niego con una sonrisa para enseguida irme.

(...)

—Creo que no e visto una mesera tan linda—sonrió y volteo hacia él.

—Y yo a alguien como tú— toco su pecho—Tengo que trabajar Klaus, lo siento.

Camino hacia las otras mesas.

—Claro, pero luego lo hablaremos amor— dice detrás de mi, camino hacia él y lo beso.

—Claro, pero ahora trabajo.

—Hay basura que sacar— me dice Sasha, asiento con la cabeza y voy hacia ella, la saco y la dejo en el basurero de afuera.

—Hola— escuchó detrás de mi, no puedo evitar asustarme—Tranquila.

—Me asusto—digo mirándolo, camino hacia adentro.

—Me gustaría hablar contigo Camille— me detengo y me giro hacia él.

—¿Como sabe cómo me llamo?— preguntó con el ceño fruncido.

—Se muchas cosas— se acerca a mi—Y me gustaría que habláramos de mi hijo, Klaus.

—¿Es el padre de Klaus?— preguntó—Es un placer.

—No vine a eso exactamente— de repente la puerta se abre y el hombre me sujeta del cuello.

—Hola padre —aparece Klaus, no está muy feliz de verlo—Me gustaría que habláramos y dejaras fuera de esto a Camille.

—Claro que no, ella es parte—habla, sostiene mi cuello fuertemente—No se porque sigues acercando más gente a tu vida, terminarás matándolas como lo haces con todos. No te mataré porque este será tu castigo por un tiempo.

—No eres un monstruo Klaus— solo digo—Aunque no creas el mundo merece un Klaus.

Enseguida Michael rompió el cuello de la chica. Klaus ni siquiera pensó en corres, solo se acercó al cuerpo de Camille y lo abrazo.

Desde ese momento Klaus no volvió a sentir nunca más lo que siento por ella porque sabría que volvería a pasar algo así. Cuando llego a Nueva Orleans y conoció a Camille una parte de él la vio reflejada a en ella en Camille y por eso creyó poder amarla para volver a sentir eso, pero tampoco termino bien.