Me había mudado desde las zonas rurales de España hasta la gran ciudad, soy la primera de mi familia que quiere estudiar en la universidad y podrá hacerlo.Siempre quise salir del campo y conocer el mundo, vivir en un campo del porte de dos cuadras no es algo que desearas para toda tu vida. Recuerdo que le dije a mi amiga Miranda que algún día me iría de aquí y viviría mi vida al máximo, le dije que podría venir conmigo, pero al parecer le gustaba su vida en un pequeño lugar donde podría tener todo controlado.
Me encuentro frente al banco de España, necesito pedir un préstamo para mi departamento o si no volveré hacia mis pequeños sueños. Al entrar voy hacia una fila para esperar hablar con alguien sobre lo que me dicen, el lugar está repleto.
De repente aparecen unos tipos vestidos de rojo disparando ¿que diablos?, me agacho.
—Vamos, muévete —me habla uno de rojo, me pongo de pie y camino hacia donde me empuja.
Llegamos a lo que parece el centro del banco, junto a mi hay una mujer de traje y debo suponer que trabaja aquí.
Uno de ellos se acerca a mi y me pone un cubre ojos, no me puede estar pasando esto a mi, joder.
Nos hacen a todos sentarnos y quedarnos ahí sin movernos porque nos han dicho que si hacemos algo arriesgado nos dispararán, me han quitado todo.
Luego como de dos horas sentadas siento ganas de orinar, dios, no quiero que me mantén por sólo querer orimar.
—Oigan—hablo con los ojos vendados—Deseo ir al baño y lo que más quiero es no orinarme en frente de todos. Es urgente.
—Está de aquí quiere ir al baño— había uno.
—Yo la llevó — escucho a un chico.
—Que no haga una locura Rio — dice el otro, ¿Río?.
Siento como uno me toma y me hace ponerme de pie, sujeta mis manos desde atrás.
—Vamos— me dice, camino, pero él me guía.
Caminamos por varios minutos hasta que escucho una puerta abrirse.
—Llegamos — dice el chico.
—Tengo que sacarme este antifaz porque no creo poder orinar con esto— hablo—Creo que no te gustaría que muriera por tropezarme.
Escucho una risa de su parte, lo que menos esperara que hiciera.
—Claro — me dice, me quito el antifaz y noto que estoy en el baño.
—Creo que sería incómodo que un chico me escuchara orinar — me volteo hacia él, no era como me lo imaginaba—Pero creo que no estoy en condiciones de pedir nada.
—Tú misma lo has dicho — se cruza de brazos, es bastante guapo.
Entro al baño y orino, minutos después salgo.
—Así que Río— me acerco al lavabo—¿Como Río de Janeiro? Que original tu madre.
—¿Como te llamas?— me pregunta mientras lavo mis manos.
—Estela— le sonrió—Espero que no me mates.
—No pasará —veo una sonrisa en su rostro—Se que mis compañeros pueden ser algo duros, pero si no tratas de escapar todo estará bien.
—Que alegría —sonrió, me acerco a él — Creo que esto a sido lo más interesante de toda mi vida.
—Vaya— sonríe, me pone el antifaz y sujeta mis manos—Ya es hora de que volvamos.
—Te ves una gran persona Río —hablo mientras caminamos—Creo que ahora iré más seguido a orinar, aunque no quiera.
Escucho una risa de su parte.
(...)
Ya a pasado un año desde el atraco y mi vida nunca volvió a ser la de antes.
—¿Estás bien?— pregunta tomando asiento junto a mi.
Me encuentro en una lista la cual ni siquiera puedo pronunciar su nombre.
—Si— digo, él me rodea con sus brazos—Es extraño, pero aunque todo se volvió un caos está era la cosa que quería, algo de emoción.
—Vaya que emoción buscas — dice, reímos los dos, me estrecha más en sus brazos—¿Como te gustaría llamarte ahora?.
—Holanda, siempre quise visitarlo — lo miro a los ojos.
—Bienvenida a la familia Holanda— me da un corto beso en los labios.
Le doy un golpe en el pecho.
—¡Me hiciste creer que tu madre te había puesto!— rio, el suelta un quejido.
—No podía decirte mi verdadero nombre, se supone que era un atraco — me vuelve a abrazar.
—Te amo Río — digo mientras observamos el amanecer.
—Yo también Holanda.
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One shots/ Multifandom
FanfictionLa dosis perfecta que necesitan sobre tus personajes de series y películas favoritas.