♥ Episodio uno. ♥

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Yut Lung, uno de los descendientes de la importantísima familia Lee, ahora estaba en aquel club, sentado en la barra y viendo a quien le llamara la atención. Habían alfas, betas y omegas. De todo tipo y de cualquier clase. Pero un hombre en especial le llamo la atención.

Era alto, castaño, y emanaba un aura de advertencia, sin lugar a dudas, se trataba de un alfa. Sonrío complacido y bebió lo que le quedaba para poder dirigirse hacia aquel hombre.

Sus padres estaban empeñados en la perfección, sus hermanos eran educados y muy comprometidos con la familia, pareciese como él mismo fuera la típica oveja negra de la familia.

A sus 18 años ya había experimentado varios amores fallidos, se había enamorado y lo habían traicionado, fue entonces cuando decidió que solo quería a alguien que le diera placer. Desde hace un año atrás ya había dormido en varias camas, le era fácil conseguir a alguien en diversos clubs, pues todos lo admiraban por su belleza y las ropas revelativas que varias veces vestía.

(^-^) • • (^-^) • • (^-^)

Al despertar se le quedó mirando a ese hombre que dormía como roca a su lado. Sin miedo alguno se levantó de la cama y comenzó a vestirse para poder irse a casa.

Eso era lo que siempre hacía, los seducía, evitaba dar información personal y/o verdadera, se acostaba con ellos, y al despertar se marchaba como si nada hubiera pasado. Aunque el nunca lo admitía, solo hacía eso para distraerse de los problemas que implicaba poseer el apellido Lee.

Desde niño siempre había sido comparado con sus hermanos, siempre era excluido por no ser como ellos, claramente había crecido solo, sin amor familiar y sin el apoyo de sus padres, no de ellos pero si el de su abuela, quien había fallecido después de que el cumpliera los nueve años de edad.

Sus padres lo miraron molestos en cuanto ingreso a la casa. Ya se lo esperaba, así que no se le hizo extraño.

Lo que si se le hizo extraño, fue ver a aquel hombre sentado en la sala de su casa. Al parecer era beta, pues no desprendía ningún aroma fuerte y mucho menos le rodeaba un aura pesada.

Un golpe en su mejilla le hizo mirar con odio a su padre.-no hay necesidad de pegarme.-

-claro que si. Tengo la esperanza de que algún día dejes de ser un perra si te golpeó lo suficiente.-

-tks.-el Omega se dirigió a las escaleras, pero el grito de su padre lo detuvo.

-maldito niño estúpido. Si no fuera porque tú nos llevarás al éxito ya te habría corrido de la casa. Maldito malagradecido.-Yut solo hizo sus manos puños, para dirigirse a su habitación con un sentimiento de odio y dolor dentro de él. El señor Lee se sentó junto a su esposa y sujeto los papeles que el beta le había entregado.-¿En qué estaba?-

-me decía que mi trabajo es protegerlo durante sus negocios y reuniones con los clanes contrarios.-

-ha, bueno. Tienes un trabajo extra. Quiero que cuides de mi hijo menor mientras yo no esté cerca de los clanes contrarios. Es muy estúpido y si llegan a saber que es mi hijo puede correr peligro.-

-no te lo pediríamos.-intervino la mujer, quien finalmente había hablado.-pero Yut es nuestra carta más fuerte, nos ayuda a ganar mucho más con todo su conocimiento sobre mezclas y venenos.-

Aquello le pareció egoísta al beta, solo estaban utilizando al Omega para ganar más dinero, pero no era su problema, él solo estaba ahí para cuidar a la cabeza del clan Lee, y ahora también al hijo menor.-entonces tenemos un trato.-

Ambos estrecharon sus manos para sellar su trato.-le pediré a una empleada que te lleve a tu habitación.-

-se lo agradezco.-

Mientras era guiado a su habitación, las escenas de hace unos minutos se repetían en su cabeza. Un hermoso hombre siendo golpeado por su padre.

Hermoso. Si. Eso era. Al principio pensó que se trataba de una bella chica, pero recordó que la pareja Lee no tenía hijas, solo varones. Aún así era bello. Su piel lechosa. Sus cabellos negros y un poco largos, estos le llegaban abajo de los hombros. Sus ojos, negros purpureos. Sus finos labios.

-es está.-la voz de aquella mucama le saco de sus pensamientos.

-¿Dónde queda la habitación del hijo menor?-

-terminando el pasillo.-

-muchas gracias.-

-por nada.-la chica hizo una pequeña reverencia.-con su permiso.-

Después de que la mujer se fuera, el hombre de cabellos marrones oscuros recorrió todo el pasillo, hasta llegar a una puerta de color roja.

Tocó pero nadie respondió. Miro por el pasillo y este estaba desierto. Con decisión abrió la puerta y se metió al cuarto ajeno.

No era muy grande, y solo habían los muebles necesarios. No tenía ningún tipo de decoración, las paredes eran blancas y la habitación solo tenía una ventana.

La puerta del fondo se abrió, de ella salió un Omega con una toalla enredada en la cintura, todo el cuerpo húmedo y los cabellos aún goteando.

-¿Qué haces aquí?-

Blanka recorrió ese cuerpo con la mirada, no era ni gordo ni delgado, simplemente ideal.

Cuando se dió cuenta de que el Omega lo había pillado recorriendo su cuerpo, se dió la vuelta avergonzado.-vine a presentarme.-

-trabajas para mí padre, no es necesario que te presentes conmigo.-

-pero quiero hacerlo.-

-vaya que eres insistente.-

-soy Blanka.-

-mucho gusto.-escucho detrás de él. Vió como el Omega abría la puerta de la habitación y después lo empujaba hacia afuera con odio.-voy a cambiarme así que largo.-la puerta fue cerrada con un azotón.

El beta ladeó una sonrisa.-es una pena. Tiene un carácter fuerte y su apariencia hermosa.-

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