♥ Episodio dieciséis. ♥

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Tanto Yut como Blanka veían con asombro toda la comida que la pareja había comprado. Supuestamente iban a comer solo tokoyaki, pero en la mesa había también hamburguesas, papas fritas, ramen, y onigiris.

El que comía como si no hubiera un mañana era Aoi, comenzaban a preguntarse a dónde iba tanta comida, pues el pelirrojo estaba delgado.

-come más despacio.-habló el alfa mientras limpiaba la boca de su adorable novio.

-abre.-Blanka le ofreció un tokoyaki al Omega, este abrió la boca y disfruto la comida.-si no te doy de comer yo, terminarás comiendo solo papas fritas.-

Yut miro a su lado, ya se había terminado casi la mitad, se sonrojó y las hizo a un lado.

-por cierto, queremos hablar con ustedes.-informó el pelirrojo.

-¿Sobre?-

-queremos que sean nuestros padrinos de boda.-

-¿Uh?-

Troy se señaló él mismo y al omega.-nos vamos a casar?-

-¿En serio?-

-¡Si!-

Yut sonrió ampliamente.-felicidades.-

-gracias.-la plática sobre la boda comenzó, el pelirrojo estaba emocionado y su alfa de vez en cuando daba una opinión.

♦♦♦

Cuando la noche llegó, ambos llevaron a la pareja a la casa del alfa, se despidieron y se marcharon.

Yut iba con la mirada en la ventanilla, no tenía sueño pero sabía que en cualquier momento caerían rendido.

Ese día había sido uno de los mejores, los cuales no vivía con mucha frecuencia.

♦♦♦

Al llegar a la mansión, ambos se dirigieron a la habitación del Omega, quién lo primero que hizo, fue acostarse boca abajo.

Blanka lo miro divertido.-bien cariño, me voy a mi habitación.-se acercó a la cama y se inclino un poco.-dame un beso.-

Yut se volteo para poder mirarlo, le acaricio el rostro con ternura, para después sujetarlo de la nuca y acercarlo así si con fuerza.

Lo beso de una manera salvaje pero romántica.-duerme conmigo.-susurro mientras lo rodeaba del cuello y comenzaba a morderle el cuello con suavidad.

-espera.-susurro queriendo conservar la cordura.-Yut.... No me voy a resistir y no quiero que te quedes sin energías para mañana.-

-mañana no haré nada importante.-

-grr.-un pequeño gruñido escapó del beta, lo empujó hacia la cama y comenzó a desvestirse frente al Omega, quién solo disfruto de la vista que el beta le brindaba.

Al estar completamente desnudo, se inclino hacia el Omega y comenzó a desvestirlo mientras besaba su cuerpo.

Lamía y mordía sus pezones con deleite, acariciaba sus piernas y rozaba su entrepierna.-ahh.-

Las embestidas con sus dedos comenzaron, se levantaba un poco para poder mirar la cara del Omega, excitada y sonrojada.

Sin poder evitarlo mucho, sustituyó sus dedos con su enorme miembro, entrando de una sola estocada y haciendo gemir al Omega.

Le sujeto por detrás de las rodillas y lo penetró con más fuerza mientras se inclinaba hacia él.-te amo demasiado.-

Yut podía sentir la hombría del beta, cada vez lo volvía más loco.-ngh.-

Obviamente no harían tres o cuatro rondas.

♦♦♦

El kazajo estaba acostado con la cabeza del Omega sobre su pecho, Yut descansaba de aquella dura sesión mientras que el beta le acariciaba la espalda con suaves toques.-pasado mañana iré con tus padres a una reunión en las afueras de la ciudad.-

-¿Tienes que ir?-

-pues si. Soy el guardaespaldas de tu padre.-aquella palabra le causaba miedo, sabía lo que eso podía significar, jugarse la vida para proteger a su cliente.

-me asusta pensar que pueda pasarte algo.-

-nada pasará, trabajo en este desde que era adolescente.-

Yut se levantó un poco para mirarlo a la cara. Estaba molesto.-eso no significa que eres inmune.-

El beta sonrió enternecido. Le acaricio los cabellos y le beso rápidamente los labios.-volveré, lo prometo.-

-bien. Mientras no estás tal vez pueda ir al club o a alguna fiesta a la que me inviten.-inmediatamente el beta mostró una cara de fastidio, sujeto al Omega de la nuca y lo acercó así si.

-no vas a salir con algún bastardo mientras voy a trabajar, te voy a amarrar a la cama para que no escapes.-

Yut sonrió complacido, con sus brazos rodeo el cuello del beta y lo beso con deseo.-mejor amárrame para otra cosa.-

-¿Cuándo es que te volviste tan descarado? Aunque es una oferta tentadora.-

-pervertido.-

-tú empezaste.-

-no tienes remedio.-Yut sonrió mientras volví a acostarse junto a su pareja, Blanka se posicionó entre sus piernas y comenzó a besarle el cuello. Yut estaba cansado, quería buscar algún tema de conversación o nuevamente terminará con el miembro del beta en su interior, claro que le gustaba, pero su cuerpo necesitaba un descanso.-Aoi se veía muy alegre, sobre todo cuando hablamos de su casamiento.-

Blanka se alejo un poco.-se conocen desde hace tiempo, su amor ha durado y es uno de los más sinceros.-

-me alegra saber que seremos sus padrinos de boda.-

Blanka soltó un suspiro, nuevamente se acostó y Yut pudo respirar con tranquilidad.

-me gustaría que ellos también fueron nuestros padrinos.-el Omega miro con curiosidad al beta, en cambio Blanka le miro con esperanza y amor.-cuando nos casemos.-

El corazón de Yut comenzó a latir más fuerte, sin esperarlo, sus mejillas se tornaron rojas.-¿Te gustaría casarte conmigo?-

-¿Lo dudas? No puedo vivir sin tí. Algo me dice que caeré en el infierno si me alejo de ti.-

El kazajo comenzó a besar al Omega, Yut le rodeo con sus brazos, amaba a aquel hombre, ese hombre estaba consiguiendo de él lo que jamás creyó que podía llegar a ser.

-Blanka.-le llamo interrumpiendo el beso. Blanka se alejo y lo miro con curiosidad.-no vayas a esa reunión con mis padres, hay que irnos, vámonos juntos ahora que no estarán.-

El beta se sorprendió, sin duda era una propuesta tentadora.

Se sentó sobre la cama y le indico al Omega que se sentará sobre sus piernas. Yut se sentó, con sus piernas rodeo la cadera del beta, mientras que con sus brazos rodeaba su cuello.

Blanka le sujeto de la cintura, amaba aquella piel blanca y suave.-cariño, quiero hacer las cosas bien. Quiero hablar con tu padre para que nos permita estar juntos, si se niega podremos irnos.-

-¿Me quieres?-

-sabes que si.-sin dudarlo, lo beso.

Yut quería descansar, pero el deseo y la exitación le pedían continuar, sus cuerpos juntos y desnudos, no ayudaban de mucho.

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