♥ Episodio veintidós. ♥

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Blanka estaba en su departamento, solamente habían pasado dos días y ya sentía que necesitaba al Omega, lo amaba, pero no toleraba la idea de que su pareja no perdonará los errores del pasado, aunque también conocía todo lo que sus padres le habían hecho al Omega.

El timbre sonó, con pereza se levantó para poder ir a abrir la puerta, encontrando a un pelirrojo del otro lado.-hola.-

-hola.-

-necesito tu opinión para unas cosas.-el Omega ingreso a la habitación y observó el lugar con curiosidad.-¿Dónde está Yut?-

-en su casa.-

-¿Sucedió algo?-Blanka cerró la puerta y se dirigió al sofá dónde antes estaba sentado.

Su corazón se comprimió al recordar la triste mirada del Omega.-terminé con él.-

-¿Por qué?-

-problemas.-

-debe haber sido un problema muy grande para que hayan decidido romper.-

-su madre murió y él no está dispuesto a perdonarla aún después de su muerte.-

-¿Y por qué quieres que la perdone?-de inmediato el beta miro al omega, este sonrió un poco triste.-perdón, pero tú sabes por todo lo que pasó, y se me hace injusto que no pienses en él y que no respetes sus decisiones.-

-pero es su madre.-

-¿Y eso que? Tus padres hicieron un trato con tus enemigos, tus padres mataron a Blanka frente a tí, tú tampoco los has perdonado.-el beta aparto la mirada, su pasado había llegado a su mente, y con el un sentimiento de tristeza.-no te lo digo para hacerte sufrir, pero así fue como pasaron las cosas.-

-son casos distintos.-

-pero técnicamente es el mismo dolor. No dejes que algo como esto te aparte de la persona que amas.-

Al sentir que estaba por derrumbarse se puso de pie y miró al Omega con tranquilidad.-¿Que es lo que querías ver?-

-no importa. Vendré después.-el pelirrojo de acercó y le beso la mejilla.-te recomiendo que pienses bien las cosas, si estás dispuesto a dejarlo ir entonces trata de olvidarlo y no te hagas más daño.-

♦♦♦

La puerta de aquel departamento se abrió, de inmediato el alfa volteó curioso.-llegaste temprano. Pensé que tardarias más.-

-Yut no estaba con Blanka.-el Omega se acercó al sillón donde su prometido estaba sentado, le abrió suavemente las piernas y se sentó entre ellas de forma que también miraba la tele.-¿Qué estás viendo?-

-una serie. Está entretenida pero no es de las mejores.-

Aoi jugueteó con las rodillas del alfa, dibujo una triste sonrisa mientras recordaba lo que su amigo beta le había dicho.-Blanka termino con Yut, tuvieron un desacuerdo.-

-¿Y qué pasará en la boda?-

-eso es lo menos. Me preocupa el como se sienta.-

Al alfa hizo a un lado el control de la tele, abrazo a su Omega desde atrás y dejo que se acurrucara entre sus brazos y su pecho.

-todo estará bien. ¿Quieres ver otra cosa?-

-el anime que estábamos viendo ayer.-

♦♦♦

Yut estaba sobre su cama, no había salido de su cuarto durante esos dos días, se juró a si mismo que nunca iba a llorar por algún hombre, sin embargo se la pasaba llorando la mayoría del tiempo. Su ruptura con Blanka lo había roto, realmente había amado a aquel hombre.

Esa noche salió de la habitación porque estaba muriéndose de sed, pero algo en su interior le decía que debía volver a la habitación, ignoro esos sentimientos y siguió bajando las escaleras que lo guiaban a la enorme sala, lugar donde estaba su padre.

Yut pudo sentir la intensa mirada de su padre sobre él, esa extraña mirada le causó un extraño escalofrío, vió como el mayor se ponía de pie y se acercaba a él, algo le decía que debía irse de ahí.

-hijo, ven aquí.-

-es extraño oírte decir eso.-exclamó mientras se padre lo encaminaba al sillón, dejando que sólo el se sentará

-¿Cómo te sientes?-preguntó desde atrás del Omega.-¿Duele la perdida de tu madre?-

-sinceramente no.-

La mano del hombre le acarició el cabello, quitándole la liga que le permitía conservar su trenzado, sus cabellos quedaron sueltos.

-eres igual que ella, su mismo carácter, su mismo cabello, su tono de pie...-Yut sintió que su padre le acariciaba el cuello, antes de poderse alejar, su padre le inyectó algo en el brazo.-creo que tienen el mismo cuerpo.-

-¿Qué es...?-

-no se que es.-el hombre arrojó la inyección y se puso frente a su hijo.-lo tome de tu estante en el laboratorio. Solo se que es para inmovilizar el cuerpo.-el Omega no podía sentir su cuerpo, su padre lo empujó con suavidad dejándolo recostado sobre el sillón.-extraño tanto a tu madre.-comenzo a acariciarle el pecho y las caderas.-pero tú podrías hacerme olvidarla.-

-déjame.-Yut quería pelear, no quería ser tocado por su padre ni por nadie más que no fuera Blanka.

-te dejaré cuando comience a sentirme bien.-de acercó a su pálido cuello y comenzó a lamerlo y besarlo.-cuando finalmente quedé complacido.-

Yut podía sentir como su padre comenzaba a quitarle la ropa, quería luchar las lágrimas estaban por brotar. Sentía los asquerosos labios de su padre sobre su piel, sus frías y ásperas manos recorriendo su cuerpo.

-por favor... No quiero esto...-

La puerta de la sala de abrió, el kazajo observó con asco la escena. Su amado Omega estaba sobre el sillón completamente desnudo, el señor Lee le sujetaba de las piernas, estaba a punto de penetrarlo.

-oh, Blanka.-exclamó sin cordura.-¿Quieres probar a mí hijo? Puedes acercarte, estoy seguro de que Yut amará los tríos.-

El kazajo de acercó y le dirigió una morada fría a ambos, Yut se sentía avergonzado, humillado.

-¿Qué le hiciste?-preguntó al mayor, quién trono la lengua y volvió a posicionarse entre las piernas del Omega.

-si no quieres divertirte lo haré yo. Ya estoy a mi límite y quiero...-Blanka le sujeto de la poca cabellera que poseía, con fuerza tiro al anciano del sillón.

-eres un viejo asqueroso.-

Yut solamente podía escuchar los golpes y algunos quejidos, de sentía humillado y no podía moverse, lo único que hizo fue cerrar los ojos y comenzar a llorar con fuerza.

Sintió como una prenda lo cubría y como unos brazos lo levantaban, asustado miro a aquella persona, se tranquilizó cuando vio al kazajo.

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