♥ Episodio seis. ♥

254 50 39
                                    

El beta castaño estaba preparando una cena deliciosa e improvisada, quería darle una sorpresa al de procedencia china.

En cambio el Omega estaba sumergido en esa tina que tenía sales de baño, mismas que le estaban viniendo bien a su cuerpo.

Al salir de la tina se cubrió con la toalla de baño que el beta le había ofrecido, ya en la habitación encontró una pijama de color azul sobre la cama.

La música sonaba en la cocina, la cena ya estaba lista, solo faltaba servir el postre parar tenerlo preparado. Al terminarlo, lo metió refrigerador y espero cerca de la amplia ventana a qué el Omega estuviera listo.

-huele delicioso.-se escucho a sus espaldas después de seis minutos.

-prepare la cena, quería celebrar tu...-al darse la vuelta no pudo evitar pasar saliva.

El Omega llevaba el pelo suelto, aún húmedo, cayendo sobre sus hombros. Llevaba únicamente la camiseta de la pijama que le había prestado, está le llegaba a la mitad de los muslos, podía observar con deleite esas hermosas piernas blancas.

Yut noto la intensa mirada en su cuerpo. Enrojeció y trato de bajar un poco más la camisa.-no me mires, pervertido.-

El beta se dió la vuelta un poco indignado, lo habían descubierto.-¿si no quieres que te vea porque saliste solo con la camisa de la pijama?-

-eres muy grande y el pantalón no me quedaba.-

-al menos dime qué llevas ropa interior.-

-¡¿Y como porque te importa?!-

-olvidalo. Vayamos a cenar.-

Ambos se sentaron en la pequeña mesa que tenía cerca del gran ventanal, está tenía un vela aromática al centro, dos copas de vino y la cena ya en los platos. El primero en probar bocado fue el Omega, quien se sorprendió al ver lo bien que sabía esa cena.

Blanka podía ver cómo la cara del Omega se iluminaba, jamás lo había visto así en la mansión de su padre.

Al bajar la mirada comenzó a arrepentirse de que la mesa fuera de cristal, podían verse las bellas piernas del Omega, estás eran un poco delgadas, comenzó a imaginar cómo sería tocarlas o inclusive tenerlas a cada lado de su torso.

Al caer en cuenta de lo que su mente estaba imaginando, trato de alejar esos pensamientos, no quería tener un pequeño problema en sus pantalones.

Afortunadamente el timbre sonó.-ahora vuelvo.-el beta se puso de pie ante la atenta mirada del Omega.

Yut se quedó cenando, escucho como se abría y cerraba la puerta, como caminaban por la sala, la cocina, en dónde escucho como movían los cubiertos, hasta llegar a la habitación en dónde estaban cenando.

-¿Todo bien?-

-si.-Blanka había llegado con un pastel de chocolate, mismo que dejó frente al Omega.-el postre.-

-¿Pastel?-preguntó intentando no babear, pues se veía delicioso.

-es de chocolate, se que te gusta.-se alejo y se sentó frente al cumpleañero.-lo pedí mientras tomabas una ducha.-

El Omega miro con deleite el postre, sin dudas lo probó, llevándose una sensación muy satisfactoria.-¡Está delicioso!-

El beta no pude evitar sonreír.-me alegra que te guste. Mañana te daré de desayunar pay de limón.-

-¿Tienes?-y de nuevo los ojos del Omega se iluminaron.

-también lo hice mientras te bañabas. Planeaba darte solo el pay, después se me ocurrió ofrecerte ambos, pero llegué a la conclusión de que ya es tarde, sería demasiada azúcar.-

-¿Eres algún tipo de hombre perfecto?-preguntó burlón.-te compartas como un amante enamorado.-

El mayor clavo la vista en el pelinegro, este sintió una corriente recorriendole el cuerpo.-eso no estaría mal.-

Ciertamente ahora ya no sabía que decir.-¿No vas a comer pastel?-

-yo estoy bien, comelo tú.-

-tú solo quieres verme extremadamente gordo.-

-con pancita te verías adorable.-

Con el cubierto, tomo un cacho de pastel y lo tendió hasta el beta.-abre la boca.-

El mayor sonrió e hizo lo pedido. Si. El pastel estaba muy delicioso.

•••

Ambos entraron a la habitación, blanca cerró la puerta y se acercó al ropero.-puedes dormir en la cama, yo dormiré en el piso.-

-no me molestaría compartir la cama.-

-no creo que sea muy conveniente, no estoy acostumbrado a dormir con ropa, a excepción de la ropa interior claro.-

El Omega le dió la espalda y se cruzó de brazos.-no me molesta.-Blanka lo miro sin entender.-confío en tí.-

Por alguna extraña razón, escuchar aquello alegro el corazón del beta y dibujó una sonrisa.-acuéstate.-se acerco al azabache y le beso la frente.-apagare la luz.-

Yut, como si estuviera hipnotizado, subió a la cama y se cubrió con las dos primeras colchas, estaban muy calientitas y suaves.

La luz se apagó y con nervios escucho como el beta se quitaba la ropa, su corazón latía y por primera vez en mucho tiempo, sintió nervios.

Sintió el lado contrario hundirse, el beta ya se había acostado.No podía ver, pero ambos estaban frente a frente.

-hasta mañana.-

-descansa... Feliz cumpleaños.-una sonrisa se dibujo en los labios del Omega.

•••

El primero en despertar fue el azabache, aunque a decir verdad no pudo dormir mucho.

Pues por accidente, y al ser una cama no muy grande, sus cuerpos habían chocado una que otra vez, entre esas veces, su trasero choco con el miembro del beta, uno que por el poco tiempo que sintió, supo que debía ser muy grande.

Miro el reloj que decoraba la mesita de noche, este marcaba las 6 AM. Suspiro cansado y decidió volver a dormir.

•••

Ahora quien despertó fue el castaño, el reloj marcaba las 7 AM y sabía de sobra que su reloj interno no lo dejaría dormir, ya estaba bastante acostumbrado a despertar temprano.

Se levantó de la cama con cuidado de no despertar al Omega, al voltear para verlo comenzó a maldecirse.

El Omega estaba boca abajo con los brazos estirados, la camiseta se levantaba y dejaba ver sus redondos glúteos. Un dolor en su entrepierna le hizo reaccionar, suspiro frustrado, lo que no quería de había echo presente.

Odiaba masturbarse. Pero ahora debía hacerlo.

>>>

With You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora