♥ Episodio veinticuatro. ♥

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El día de la boda llegó más rápido de lo que todos pensaban, se habían encargado de poder llevar al sacerdote de la iglesia a un hermoso patio lleno de flores blancas adornando el pasillo donde Aoi iba a pasar, al final, dónde debían estar los novios, había un hermoso arco de rosas rojas.

-estoy nervioso.-

Yut sonrió y se le acercó para poderle poner una corona de rosas blancas que tenía un pequeño velo blanco.-es normal, es tu boda

-¿Y si se arrepiente y me deja botado en el altar?-

-Blanka ya me llamo, ellos ya están en el jardín.-el Omega podía notar lo nervioso que el pelirrojo estaba.-todo estará bien, Troy te ama muchísimo.-

Aoi sonrió encantado, su alfa era amable y romántico a su manera, no pedía nada más en el mundo que poder estar con él.

Se levantó de su asiento y le dedicó una morada al beta.-¿Me veo bien?

-te ves hermoso.-

♦♦♦

La ceremonia fue sencilla pero hermosa, Aoi le coloco el anillo a su esposo con una sonrisa nerviosa, todos los invitados sonrieron encantados, algunos habían asistido por compromiso más que por querer ver a la pareja unida, pensaban que al ser polos fuertemente opuestos, no podrían alcanzar la felicidad.

Durante toda la fiesta, Aoi se la pasaba robándole besos a Troy, quien accedía más serio que gustoso, eso hizo que algunas personas comenzarán a murmurar por lo bajo, afortunadamente, la mesa de los esposos estaba un poco alejada de las demás.

A la hora de arrojar el ramo, Aoi solamente se dedicó a sonreir mientras se acercaba a Yut.-mereces ser igual de feliz que yo.-fueron sus palabras después de colocar el ramo entre sus manos.

Yut se quedó estático, pero alguien le llamo desde atrás, con unos nervios enormes se dió la vuelta, frente a él quedó el beta con una rodilla sobre el suelo y una pequeña caja roja aterciopelada.

-te amo más de lo pensé, y no soportaría estar alejado de tí nunca más… ¿Quieres casarte conmigo?-su voz temblaba pero el beta quería mantenerse tranquilo en un momento tan importante.

Yut sonrió y se abalanzó a su beta para poderlo abrazar y besar con fuerza.-si, por supuesto que aceptó.-

Sus labios de juntaron y el beta le colocó el anillo con una enorme sonrisa, no podían ser mucho más felices de lo que ya eran.

♦♦♦

-¿Te gusto la sorpresa?-preguntó el Omega pelirrojo cuando el momento de irse llegó.

Yut sonrió ampliamente.-por supuesto que sí. Muchas gracias.-

-muchas gracias a tí, a ustedes, por ayudarnos en el asunto de la boda. Nosotros también podríamos ayudarlos a ustedes para su casamiento.-

Yut y Blanka se miraron con una pequeña sonrisa.-no creo que sea algo tan grande, solamente seríamos nosotros y algunas pocas personas presentes.-

-entiendo. Aún así podremos ayudarlos si necesitan algo.-

-se los agradecemos.-

Una camioneta azul se estacionó a las afueras del lugar.-es hora.-

Aoi asintió y sin dudarlo abrazo a la pareja.-nos vemos dentro de algunos días. Gracias por todo.-

-no es nada.-

-diviértanse.-

Con una enorme sonrisa, el Omega subió a la camioneta junto con su ahora esposo.

No podía ser más feliz, estaba casado con la persona que amaba.-finalmente somos esposos.-hablo animado mientras enlazaba sus manos.-¿A dónde vamos ahora? No me quisiste decir nada sobre nuestra luna de miel.-

-te encantará.-se llevo la mano ajena a los labios y la beso con suavidad, Aoi se sonrojó suavemente y dibujo una sonrisa encantadora.

-contigo se que si.-

♦♦♦

La camioneta se detuvo, el Omega se había quedado dormido y el alfa le miraba con bastante amor reflejado.

-ya llegamos.-le removió con suavidad y le beso la pinta de la nariz.-amor, despierta.-

El hermoso Omega tallo sus ojos y soltó un gran bostezó.-perdón, me quedé dormido.-

-no importa.-

Aoi dirigió su mirada la ventana, sus ojos se iluminaron al ver aquella hermosa casa entre los árboles.-¡¿Es en serio?!

-si.-

-no inventes.-el Omega bajo de prisa y se quedó embelesado por aquel bosque que rodeaba la casa.-¡Es hermoso!-

-gracias por traernos.-agradeció el alfa bajando del coche junto a su amigo, ambos de encargaron de bajar las maletas.

-no es nada. Me encargaré de traer tu coche mañana.-

-descuida.-

-me voy, pásala bien.-el chico entró a la camioneta y de marchó.

Aoi se acercó a su pareja y le sujeto de la mano.-¡Entremos!-la casa era hermosa, tenía la combinación rústica y moderna.-es hermosa.-

-¿Te gusta?-

-claro que si. Pero recuerdo perfectamente que te asustan estos lugares.-

-contigo no creo.-Troy lo abrazo desde atrás y comenzó a besarle el cuello.

Aoi se dejó llevar, a los pocos minutos se dió la vuelta, abrazo el cuello del alfa y se colgó al cuerpo de este, el pelinegro le sujeto de las piernas.-quiero que me hagas el amor, puedes ser rudo o gentil, ya somos esposos.-

El alfa gruñó por lo bajo, comenzó a besar a su esposo con desesperación y lo recostó con brusquedad en el sillón, comenzó a quitarse la ropa ante la atenta mirada del Omega, quien se mordía el labio al ver cuan sexy era el alfa.

Con rapidez, el alfa le quitó los zapatos, los pantalones y la ropa interior, para después besar con delicadeza esas hermosas piernas, mientras las besaba, una de sus manos se encargaba de quitarle el sacó blanco y la camisa del traje de bodas, quedando desnudo en un dos por tres.

Los besos pasaron a su torso, sus pezones eran devorados con deleite y su entrada era invadida por los largos dedos del alfa.

-espe~espera.-Troy le miro dudoso.-mi turno, recuestate.-

El alfa se tumbó en el sillón, Aoi se levantó y comenzó a lamer con sensualidad el miembro del alfa, quien al sentir aquella hábil lengua comenzó a soltar sonoros suspiros. Le sujeto del cabello y acaricio su melena.

Aoi sonrió en cuanto aquel líquido salado y pegaso invadió su boca. No creyó que su esposo se correría tan rápido.

Se levantó con una sonrisa triunfante, puso sus manos sobre los hombros ajenos y se abrió de piernas para poder sentarse sobre la pelvis del alfa.

-¿Cómo es que eres tan inocente ante la gente y en la intimidad eres tan seductor?-

-es porque me das la confianza de ser alguien tan sensual.-

Troy sonrió, sujeto las caderas del Omega y lo obligó a bajar de golpe, logrando que el Omega se corriera al ser penetrado. Troy decidió ignorar ese detallé, comenzó a moverse y a satisfacer a su Omega, quien tenía una cara tan erótica y provocativa.

Los movimientos fueron en aumento, el Omega disfrutaba tanto como su alfa, quien tuvo que morderse la lengua o los labios para evitar marcar al Omega, su pasado y las pérdidas de a quienes había amado seguían presentes en su mente.

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