♥ Episodio veinticinco. ♥

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Aoi despertó con un fuerte dolor de caderas, pero la sonrisa en el rostro no se le borró, vio a su esposo dormir con tranquilidad, le acaricio sus negros cabellos y se levantó de la cama para cambiarse y bajar a prepararse una taza de té.

Al llegar a la primera planta quedó maravillado, las cortinas estaba abiertas dejando ver la hermosa vista que rodeaba la casa, se quedó de pie frente a un gran ventanal, logro perderse en ese hermoso paisaje.

No paso mucho para que unos brazos lo rodearan desde atrás, sonrió al percibir el aroma de su alfa y se dejó mimar por Troy.

-muchos prefieren las grandes ciudades, lugares turísticos, hoteles extravagantes.-se dió la vuelta aún entre los brazos del alfa, logrando dejar sus manos sobre el pecho ajeno.-pero lograste darme el mejor lugar para pasar nuestra luna de miel.-

-sabía que te gustaría.-el alfa le acaricio el rostro, lo acercó suavemente y capturó sus labios con dulzura.

Aoi sonrió y se alejo.-ya soy tuyo gracias a un papel, ¿Pero cuando me vas a marcar? Pensé que lo harías ayer.-

Un sentimiento extraño recorrió el cuerpo del alfa.-no hay necesidad de reclamarte.-

-¿Qué?-el pecho del Omega comenzó a doler, inconcientemente se alejo del alfa, quien en lugar de retenerlo, lo soltó.

-no pienso marcarte, no quiero que te sientas atado a mi.-

-pero no me sentiré atado.-una sonrisa nerviosa se dibujo en su rostro.-me gustaría poder saber cuándo algo te inquieta y poder transmitir sentimientos a través del lazo.-

-¡Ya te dije que no pienso marcarte!-

Aoi se asustó ante tremendo grito, apretó la prenda inferior que vestía y suavemente se mordió el labio.-creo que tomaré una ducha.-

El Omega se marchó sin ser detenido por su alfa, subió a la habitación, se metió al baño, cerró la puerta y comenzó a llenar la tina.

Trataba de encontrar el problema que existía en él, si no hubiera un problema su alfa no dudaría en marcarlo.

-¿Por qué? La marca es lo que realmente nos une... ¿Acaso no me amas lo suficiente?-una que otra lágrima escapó de sus ojos.

Se desvistió entre llanto y se metió a la tina, lo único que pudo hacer fue abrazar sus piernas y hundir la cara entre ellas.

Si no se realizaba la unión no podían transmitir lo que en verdad sentía, desde niño siempre había soñado encontrar a la persona correcta, casarse y enlazarse para después poder formar una familia junto a la persona que amaba, pero no podía hacerlo si su alfa no quería asegurar su destino juntos.

La puerta del baño se abrió, ni siquiera se molestó en moverse, solamente pudo sentir las manos de aquel alfa sobre sus hombros.

-si solamente llenaste la tina para remojarte podrías enfermarte después.-

-¿Por qué te casaste conmigo?-

-esta pregunta debería hacerla yo.-Aoi levantó la mirada confundido, sus ojos se cruzaron con los de su alfa, quien al ver algunas lágrimas la retiró suavemente con sus pulgares.-¿Por qué te casaste conmigo? Soy un hombre frío. No demuestro tanto afecto como otros alfas, no te doy besos tan seguido, no me la paso dándote cumplidos.-

-me casé contigo justamente por ser quien eres. Me sentí atraído por tí desde que te conocí, me enamore de esa faceta fría y dulce.-

-esta faceta que tanto amas me ha lastimado de cierta manera. Antes tuve parejas, decían quererme pero después me dejaban por mi actitud, se cansaron de no recibir afecto y me dejaron.-

El Omega sonrió entre lágrimas, acunó el rostro del alfa y con timidez le beso la punta de la nariz.-no pienso abandonarte. Me enamore de lo que eres, siento por tí lo que jamás sentí por nadie. Ten por seguro que no te dejare.-

Ahora el que quería llorar era el alfa, se aferró al cuerpo de su Omega y oculto su rostro en el cuello del menor.-me asusta pensar que algún día despertaré y tú podrías no estar a mi lado.-Aoi sintió un dolor en el pecho, su alfa sufría tanto con él. Lo sujeto con fuerza y con esfuerzos lo metió a la tina dejándolo entre sus piernas.-¡Ah!-

-te amo.-susurró el Omega abrazándolo y besando rápidamente sus labios.- discúlpame por presionarte, no hace falta que exista un lazo ahora, tal vez más adelante, pero deseo que cuando decidas marcarme lo hagas porque sientas que es momento.-

Troy quedó maravillado, su esposo era la mejor persona con la que se pudo haber topado.

Sonrió ampliamente mientras acomodaba el cabello rojizo de su pareja.-terminé todo mojado.-

-eso se puede arreglar.-Aoi se acercó para besarlo y comenzó a quitarle la ropa, el alfa le acaricio su espalda y la cadera, sus manos bajaron suavemente y comenzó a jugar con su trasero y con la entrada.

Ambos estaban desnudos, Aoi se sentó con dificultad en el miembro ajeno, Troy sonrió encantado y comenzó a penetrarlo con fuerza, el Omega se sorprendió, lo único que pudo hacer fue aferrarse a su alfa, quien aprovecho la posición y comenzó a jugar con esos hermosos botones rosados.

Aoi comprendió que el lazo no lo era todo, podía hablar con su pareja y trataría de confiar en sus palabras, amaba a ese alfa y no quería dejarlo ir solamente por una cosa como esa, el lazo llegaría a su tiempo.

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